Cómo ser mejor en la cama: Kunyaza, el método sexual para elevar el placer femenino

Ana Arjona.

Tener mejores relaciones sexuales en pareja tiene dos claves: la originalidad en la cama y el sexo empático. El método africano Kunyaza aúna ambas filosofías y ayuda a que, tanto tu pareja como tú, tengan una vida sexual más sana y placentera.

Todo ser humano se pregunta cómo ser mejor en la cama. Hace unos días hablábamos de por qué las parejas pierden el interés en el sexo. Una de las razones que nos daban las sexólogas era la falta de originalidad y coitos demasiado centrados en la penetración.

Estos problemas encuentran su raíz en los mitos masculinos del sexo. Siempre se ha pensado que el hombre debía tener una postura dominante y la mujer una postura sumisa. El resultado de este cliché ha provocado el olvido del disfrute para ellas en el cuadrilátero del sexo. En la mayoría de los casos, esto deriva en la frustración femenina y en una mala vida sexual para ambos.

El sexo empático es la solución para que la pareja sea más feliz en la cama. La respuesta no se encuentra en las mejores apps de sexo. La solución a tu pregunta de ¿cómo puedo ser mejor en la cama? es la búsqueda de placer para ambos.

Aunque socialmente el hombre esté cohibido del placer emocional, el modelo de placer físico heredado les funciona. Pero, ¿y en la mujer? ¿Cómo intensificar el orgasmo femenino y contribuir a que su sexo –y en consecuencia, el de ambos– sea mejor? Experimentando. Y el Kunyaza puede ser tu respuesta para mejorar tu coito, ya seas heterosexual o mujer homosexual.

¿Qué es el Kunyaza?

El Kunyaza es una práctica sexual tradicional desarrollada en África Central y en países del oriente africano como Ruanda. La palabra “kunyaza” significa “orinar” o “eyaculación femenina” en rundi.

Esta técnica centenaria consiste en estimular las terminaciones nerviosas de la vulva con el glande del pene, con los dedos o con algún juguete sexual. Su mayor peculiaridad es la cantidad de líquido que expulsa la mujer durante esta práctica (squirting), además de la intensificación del orgasmo femenino.

¿Cuál es el origen del Kunyaza?

De acuerdo al documental titulado “El agua sagrada”, del director belga Olivier Jourdain, el Kunyaza tiene su origen en una leyenda:

En tiempos de la Tercera Dinastía, un rey llamado Kamagere se fue de excursión militar. La reina, que se sentía sola, buscó un compañero sexual entre la guardia real.

Éste, nervioso por las represalias del rey, fue incapaz de penetrarla. En vez de esto, comenzó a frotar su pene, hacia arriba y hacia abajo, contra los genitales de la reina.

El sexólogo y escritor africano Nsekuye Bizimana, en su libro “Kunyaza”, confirma que esta práctica cuenta con una larga tradición. Según unas entrevistas recogidas para la obra, múltiples personas de más de 70 años afirmaban que sus abuelos la practicaban y que ellos se encargaron de transmitir el legado a las siguientes generaciones.

Aseguran que en Ruanda el orgasmo femenino es una cuestión de honor y sabiduría para el hombre. Las mujeres en el documental explican que es un verdadero honor para ellas también. “Te sientes como una mujer de verdad. Es como si se rompiera una presa”, relata una de las africanas entrevistadas.

Debido a la cantidad de líquido vaginal expulsado, según el documental “casi un litro”, en Ruanda los matrimonios consolidados reciben una estera de fibras de plátano. Este objeto sirve para proteger los colchones de la pareja, ya que se entiende que si la relación es sana y el matrimonio es feliz, ambos tendrán “muchas y muy húmedas noches de orgasmos femeninos”.

Coloquialmente, debido al ruido que produce esta práctica, los ruandeses utilizan la expresión “poner al perro a beber agua” para referirse a tener relaciones sexuales.

¿Cómo practicar el Kunyaza?

Manos a la obra. El secreto de esta práctica está en la acción rítmica del miembro masculino alrededor del clítoris, la vulva y la vagina. No consiste en presionar fuertemente ni actuar con intensidad, se trata de una caricia que se realiza, como decíamos antes, con el glande, los dedos o juguetes sexuales.

En su libro, Bizimana explica que este método es perfecto para los preliminares o como práctica exclusiva, ya que ambos pueden llegar al orgasmo. El Kuyanza implica una fase no penetrativa y una de penetración progresiva que se explican de la siguiente forma:

1.- Estimulación externa

Primero toca la estimulación de labios mayores, menores y clítoris con el glande del pene o con un juguete sexual. El hombre debe sujetar su miembro con los dedos pulgar e índice (preferiblemente) y acariciar estas zonas suavemente.

Reiteramos, suavemente. Debe ser un balanceo delicado hasta que ella comience a demandar mayor intensidad en los movimientos.

Puedes probar de arriba abajo y luego alternar los movimientos en círculos o en zig zag. Te sugerimos que te comuniques y observes qué reacción tiene tu pareja durante los movimientos, para averiguar cómo le gusta más.

2.- Estimulación interna

Tras la lubricación vaginal producida durante estos preliminares, se inicia la penetración de la vagina de forma normal, pero sin llegar a la introducción completa del miembro. La idea es estimular la parte más externa de la abertura de la mujer sin completar la penetración. En lenguaje popular: sólo con la puntita.

Si la práctica se realiza correctamente, el clímax será óptimo para ambos y los dos pueden llegar a culminar el coito exitosamente.

¿Cuál es la mejor postura para practicar el Kunyaza?

Según los expertos, cualquiera que facilite la práctica de forma cómoda. Bizimana recomienda que ella se tumbe boca arriba mientras él se coloca encima o cerca de sus piernas, ambos con los cuerpos enfrentados.

Las posturas de flor de loto, el misionero o el perrito también pueden ser algunas variaciones. La imaginación la ponen ustedes.

¿Cómo disfrutar al máximo del Kunyaza?

La lubricación es esencial en esta práctica para evitar las fricciones molestas, ya sea mediante geles o saliva. Según el autor de la obra “Kuyanza”, la eliminación de vello púbico en la pareja podría facilitar más esta práctica.

(revistagq.com).