Ramón Alva de la Canal

De la redacción de razacero.

Ramón Alva de la Canal nació en la Ciudad de México el 29 de agosto de 1892, fue un extraordinario pintor, ilustrador, grabador, educador y uno de los pioneros del movimiento del muralismo mexicano.

Alva de la Canal fue alumno de Alfredo Ramos Martínez, uno de los artistas plásticos más importantes del siglo XX en México, considerado “El Padre del Arte Moderno”, en la escuela de pintura al aire libre de Santa Anita, Iztacalco, municipio de la Ciudad de México. A partir de 1920 fue profesor de pintura en la Academia de San Carlos, y se unió al Sindicato de Pintores. Ese año ganó el segundo lugar en el Concurso Abierto de Cartel, organizado por los alumnos de la Escuela Nacional de Bellas Artes. En 1922 pintó el primer fresco del siglo XX en México en el Colegio Grande de San Ildefonso, titulado “La llegada española y la siembra de la Cruz en la nueva tierra”.

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Alva de la Canal estudió grabado en madera con técnicas de Jean Charlot, y junto con pintores vanguardistas relevantes como Fernando Leal y Fermín Revueltas fundó en 1928 el Movimiento 30-30, en alusión a las carabinas utilizadas en la Revolución mexicana. Ramón Alva de la Canal se convirtió en miembro de la corriente “estridentista”, un grupo de artistas e intelectuales que rompieron con los moldes tradicionales establecidos en todos los campos de las artes, rechazando todo lo relacionado con la academia y el conservadurismo, posturas que consideraban antirrevolucionarias. Entre los principales exponentes de esta importante manifestación cultural destacaban los poetas Manuel Maples Arce, Germán Lizt Arzubide y Arqueles Vela. Alva de la Canal pintó cuatro murales para la Secretaría de la Defensa Nacional: “La paz”, “La Guerra”, “El dolor humano” y “La Victoria”.

Su obra más grande e importante fue de cincuenta y seis paneles de frescos en el monumento a José María Morelos, en Janitzio, Michoacán, en 1938, que realizó junto con un artista llamado Pepe Díaz.

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En 1932 creó un grupo de teatro en el Palacio de Bellas Artes con Germán Cueto, Lola Cueto y Roberto Lago, y en 1934 se convirtió en jefe del departamento de Teatro Infantil de la Secretaría de Educación Pública. También a Alva de la Canal se le debe el resurgimiento del teatro de marionetas en México. Alva de la Canal dio conferencias en innumerables escuelas, y en 1953 participa como único expositor representante de México en la Segunda Muestra Internacional de Tokio, Japón. Este mismo año fue nombrado director del Centro Universitario de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana, en Xalapa, Veracruz, en donde impartió clases de pintura, escultura, grabado y cerámica durante más de veinte años. Sus trabajos incluyen ilustraciones de libros, murales y pinturas de panel. En 1977 el taller de Gráfica Popular de la Ciudad de México le brindó un merecido homenaje. En 1978 la Universidad Veracruzana instaló una exposición de homenaje en su honor en la Biblioteca Central de Jalapa, Veracruz, y el Taller de Gráfica Popular organizó el “Homenaje a Ramón Alva de la Canal” en la Galería de la Universidad Autónoma Metropolitana. Alva de la Canal trabajó como pintor escénico y se convirtió en miembro de la Academia de Artes en 1981. En 1985 La Universidad Veracruzana le rindió homenaje póstumo con el que se inauguró la Galería Ramón Alva de la Canal, en Jalapa, Veracruz.

El maestro Ramón Alva de la Canal falleció el 4 de abril de 1985, a la edad de 103 años, en la Ciudad de México, dejándonos como herencia su invaluable obra de carácter universal.