La dictatorial tentación de “regular” las redes sociales
No son pocos los políticos que en campaña electoral han aplaudido el papel que han desempeñado las redes sociales y que, hasta cierto punto, los han llevado al poder, para luego, logrado el objetivo, despotricar en contra de estas cuando son exhibidos por su ineptitud y corrupción como gobernantes. El ejemplo más claro lo ha dado el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien desde los primeros días en que asumió la titularidad del Poder Ejecutivo no ha dejado de atacar y denostar a los opositores y críticos que utilizan estas plataformas para denunciar las graves fallas de su gobierno y los saqueos indignantes que cometen sus colaboradores cercanos y familiares.
A grado tal es la intolerancia del mandatario tabasqueño que sus huestes del Senado de la República, encabezadas por ese corrupto ex gobernador de Zacatecas y ex alcalde de la delegación Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila, están insistiendo en presentar una iniciativa para “regular las redes sociales” con el único fin, según ellos, de “proteger la democracia y la libertad de expresión”, facultando al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), un ente del Gobierno, para resolver las impugnaciones que presenten los usuarios contra una red social, lo que de acuerdo a senadores de oposición sería un retroceso porque el IFT depende del Poder Ejecutivo y no está especializado en derecho a la información, libertad de expresión ni protección de datos personales.
En los hechos, la infame iniciativa pretende sancionar tanto a los propietarios de redes sociales como a los usuarios, a quienes impondría castigos como la suspensión de sus cuentas “por publicar mensajes que perturben el orden público o ataquen a la moral” y multas superiores a los 89 millones de pesos “a las empresas que violen la legislación”.
El senador de marras, Ricardo Monreal, propone que redes como Facebook y Twitter pidan autorización al IFT para poder operar en México, y que el Estado tenga la última palabra para decidir qué cuentas deberían ser suspendidas y qué mensajes deben ser eliminados.
Al respecto, el director de la Red en Defensa de los Derechos Digitales, Luis Fernando García, alertó que el Art. 175 es el más peligroso. “Es un mecanismo de censura encubierta mediante el cual el Estado le exige a sitios en Internet censurar expresiones en línea bajo conceptos vagos como ‘noticias falsas’, ‘mensajes de odio’ y que ‘se protejan los datos personales’”. Por su parte, la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI) en un comunicado acusó que “el proyecto de ley tendría claras implicaciones y riesgos significativos para la libertad de expresión, acceso a la información y procuración de justicia opuestos a los buscados”.
Lo cierto es que detrás de esta iniciativa hay un claro intento de censura totalitarista ante la evidente pérdida de popularidad que López Obrador está teniendo en las principales redes sociales como Twitter y Facebook, en las que cada día aumenta la cifra de miles de ciudadanos que expresan su abierto rechazo al régimen austericida, irresponsable, inepto y corrupto que encabeza el mandatario “izquierdista”.
Así, lo que antes fueron “las benditas redes sociales”, que en buena parte sirvieron para que cayera el régimen prianista corrupto, hoy son un estorbo para López Obrador y sus hordas saqueadoras.
Y es que controlados los principales medios televisivos e impresos del país, con dinero del erario, es en las redes sociales en donde más se han expuesto los actos de corrupción y omisiones del gobierno lopezobradorista, desde su fracasado e irresponsable manejo de la pandemia de COVID19, que de acuerdo a cifras del INEGI ha llevado a la muerte a más de 300 mil mexicanos, hasta la total carencia de estrategia para iniciar la vacunación, beneficiando sobremanera a ciertos sectores del gobierno federal que están operando a favor del partido en el poder en el proceso electoral que está en curso, como lo son los Servidores de la Nación y empleados de la secretaría de Bienestar. En Campeche, como se sabe, el gremio de los maestros fue vacunado con el abierto objetivo de apoyar la campaña electoral de la candidata morenista a la gubernatura de esta entidad, la ex senadora Layda Sansores.
En las redes sociales miles de ciudadanos están exigiendo la publicación de los contratos de compra de las vacunas contra el COVID19, que fueron puestos bajo reserva por 5 años por el gobierno lopezobradorista.
Es en las redes sociales en donde se ha exhibido al hermano hampón del presidente, Pío López Obrador, a su prima voraz, Felipa, y a su cuñada saqueadora Concepción Falcón.
A través de las redes sociales se ha evidenciado a la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, que hasta el momento ha ocultado más de 6 mil 500 expedientes, reservando la información de estos por plazos que van desde los 6 meses hasta los 5 años. Entre estos expedientes se encuentran los de las obras fastuosas del Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía y la refinería Dos Bocas.
Por medio de las redes sociales sabemos que el presupuesto para el Ejército en 2021 asciende a 122 mil 557 millones de pesos y representa el total de gasto asignado a ocho secretarías de Estado (SFP, SEGOB, SE, SRE, Cultura, SEDATU, Trabajo y Marina).
Es en las redes sociales en donde se está denunciando la poca o nula calidad moral del presidente López Obrador y sus incondicionales del partido Morena que decidieron imponer a un violador serial, Félix Salgado Macedonio, como su candidato a la gubernatura de Guerrero.
En las redes sociales ha quedado de manifiesto el desastre económico que desde el inicio de su sexenio ha provocado el gobierno de la Cuarta Transformación, que ha optado por robar y retener cientos de miles de millones de pesos del erario para la compra de votos a favor de su partido Morena en lugar de apoyar económicamente a los pequeños y medianos empresarios y a la ciudadanía durante esta trágica pandemia. Esta omisión ha arrojado a la pobreza extrema a más de 10 millones de mexicanos.
Por todo lo anterior, las redes sociales hoy le molestan y le causan escozor a quien habita en Palacio Nacional, al punto de querer hacer lo que no se atrevieron los sátrapas Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto: callarlas.
Este 6 de junio debemos razonar muy bien nuestro voto para no caer de nuevo en la trampa de los falsos discursos de personajes sórdidos y enfermos de poder.