Los protectores de Gamaliel, el acosador sexual de Durango
Fernando Miranda Servín.
El caso de Lucía Isabel Álvarez Ramírez, ex empleada de la Librería UJED víctima del hostigador sexual perredista Gamaliel Ochoa Serrano (ex director de la Librería UJED), en los últimos días trascendió a nivel nacional por la vil acción del dirigente estatal del PRD en Durango de imponer a este nefasto personaje como candidato a diputado federal plurinominal dentro de la coalición Va Por México (PRI-PAN-PRD). De inmediato se prendieron los focos rojos en las redes sociales y en algunos medios de comunicación locales y la ciudadanía no tardó en mostrar su repudio a esta deleznable designación. Fue tanta la presión que el sábado 20 de febrero el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, emitió un comunicado dando a conocer que el Comité Ejecutivo Nacional de este partido había tomado la decisión de retirar la candidatura del delincuente sexual duranguense Gamaliel Ochoa. “Desconocíamos esta situación”, fue la explicación de Jesús Zambrano. Sin embargo, la dirigencia nacional del PRD hasta el momento ha mantenido en sus cargos a los dirigentes estatales duranguenses que metieron en este problema a su partido, principalmente a Miguel Ángel Lazalde Ramos, que fue el más acérrimo defensor del agresor sexual Gamaliel Ochoa. Miguel Ángel Lazalde Ramos es señalado por sus vecinos del fraccionamiento Los Cedros, uno de los más exclusivos de la ciudad de Durango, por realizar con frecuencia francachelas escandalosas que duran hasta el amanecer. “Ya hemos reportado estos hechos a las autoridades del municipio, pero no nos hacen caso pues uno de los que acuden al domicilio del dirigente perredista es Oscar Chávez, un panista que es el jefe de la oficina de Recaudación de Rentas del municipio de Durango”, denunció en esta redacción hace un par de semanas uno de los vecinos afectados.
El asunto de Lucía Isabel también dejó al descubierto, una vez más, otra de las muchas injusticias que se cometen en la Fiscalía General de Durango, bajo la administración de Ruth Medina Alemán, esa peligrosa fiscal que lo mismo ordena privar ilegalmente de la libertad a cualquier ciudadano que torcer las carpetas de investigación para beneficiar a los delincuentes, sobre todo si estos pertenecen a la clase política o empresarial de Durango.
Fue la ministerio público de nombre María del Refugio Salinas Quiñones quien se encargó de hacer la chicanada al no imputarle al agresor de Lucía Isabel el delito de hostigamiento sexual por la jerarquía laboral que este tenía con su víctima, y solicitar su vinculación a proceso por el delito de acoso sexual, cuya pena es mínima y no obliga al delincuente sexual Gamaliel Ochoa a repararle a Lucía Isabel los daños laborales que le ocasionó, es decir, pagarle una fuerte indemnización económica por haberla despedido injustificadamente cuando esta se negó a ir a un hotel para tener relaciones sexuales con él. Considerando que los hechos ocurrieron desde el 12 de agosto de 2019, la UJED tendría que pagarle a Lucía Isabel Álvarez Ramírez la indemnización correspondiente y sueldos caídos desde esa fecha.
Pero un personaje cuya actuación en este asunto simplemente es vergonzosa es el rector de la Universidad Juárez del Estado de Durango, C.P. Rubén Solís Ríos, quien el 1 de octubre de 2019 emitió un comunicado a los medios locales duranguenses negando categóricamente la relación laboral que Lucía Isabel Álvarez Ramírez tuvo con esta casa de estudios como empleada de la Librería UJED.
En entrevista televisiva con el periodista Heber García Cuéllar, director del Canal 12 local, llevada a cabo el pasado jueves 18 de febrero, la víctima Lucía Isabel Álvarez, exclamando indignada: “¡¡Rector miserable!!”, exhibió ante las cámaras su gafete de trabajadora de la Librería UJED, su tarjeta bancaria de nómina y fotografías en las que aparece en el interior de la librería UJED laborando, al lado de sus compañeros de trabajo.
Esta sucia actitud del rector de la UJED, C.P. Rubén Solís Ríos, que debe ser sujeta a una sanción severa, solo acaba de desprestigiar aún más a esta administración que supuestamente “rescató la autonomía” de esta casa de estudios en un clásico “quítate tú para ponerme yo”, resultando este rector y sus secuaces muchísimo más corruptos que sus antecesores.
La protección a ultranza que Rubén Solís Ríos ha hecho de connotados acosadores y hostigadores sexuales de la UJED, la discrecionalidad en las asignaciones de plazas de tiempo completo, la opacidad total de los recursos obtenidos por el cobro de los fraudulentos “semestres cero”, el cúmulo de contrataciones anómalas de “trabajadores de confianza” y la ausencia de pagos de becas a estudiantes de escasos recursos son solo la punta del iceberg de la enorme corrupción y desastre administrativo que existen en la UJED.
Gracias Lucía Isabel Álvarez Ramírez, por haber tenido la valentía de enfrentarte a un sistema político vil como el que padece Durango y exhibir a estos personajes como lo que son: simplemente escorias que como titulares de estas instituciones denigran a la sociedad duranguense.