Benditas redes sociales
“Los de la mafia del poder controlan en lo absoluto a los medios convencionales de información y ahora pretenden censurar a las redes sociales”.
—AMLO, abril de 2014.
Hace casi un año la pandemia nos transformó (nuestro país ocupa el tercer lugar a nivel mundial en cuanto a fallecidos por COVID-19, resultados preocupantes derivados de una pésima estrategia encabezada por el gobierno federal), la forma en la que demostrábamos cariño era mediante un abrazo y para demostrar educación se hacía con un fuerte saludo de manos, pero ahora demostramos ese afecto a través de una pantalla.
Esta tragedia nos cambió hasta el “modito” de caminar, y no tendría que ser diferente en estos tiempos electorales, por lo que las campañas tradicionales prácticamente han quedado en el pasado. Ahora las redes sociales, que a nivel mundial reúnen a tres mil doscientos millones de usuarios, siendo Facebook la red más utilizada, se han convertido en el medio más eficaz para promocionar, comunicar y dar a conocer la estrategia de cualquier tipo de campaña, por lo que los candidatos y candidatas que busquen un puesto de elección popular tendrán que adecuarse a las redes para dar a conocer su propuesta.
Lamentablemente en las próximas elecciones la boleta de votación parecerá portada de revista de espectáculos chafa, por todos esos postulantes que jamás han participado en política y buscan el voto, llámense actores, luchadores, cantantes, actrices, deportistas, imitadores, empresarios, y bueno, hasta violadores.
Cuando tuve la oportunidad de contender por una diputación independiente me di cuenta de que lo principal para tener una presencia exitosa haciendo campaña en redes sociales es:
- Conocer la marca. Es fundamental que conozcan los principios y objetivos del partido que representan, para que no salgan a decir como la cantante “Paquita la del Barrio” que “desconoce para que está ahí”, misma sugerencia también va para quienes de un momento a otro cambian de partido porque ya no coinciden sus intereses personales.
- Para comenzar a trabajar y posicionarse en redes sociales se debe contar con un equipo de expertos que administren las cuentas del candidato, creando contenido diario, pero sobre todo que respondan cualquier tipo de comentarios, sean buenos o malos.
- Otro punto importante y fundamental es comprender a los usuarios para saber qué redes frecuentan y así conocer sus necesidades. Esto sirve para formar grupos de ciudadanos que compartan tu mismo objetivo y a la vez ayuden a conseguir más votos.
- Así como ha sido importante la separación de la iglesia con la política, también es importante tener cuentas independientes, por lo que el candidato debe crear exclusivamente una para su campaña y otra para sus intereses personales.
- Evita a toda costa errores gramaticales y ortográficos. Debes revisar con lupa lo que se va a publicar, ya que si tu mensaje tiene algún error empobrecerá la imagen del candidato en vez de aumentar su presencia y lo único que vas a lograr es que la atención y el interés se disperse.
- Es vital que los mensajes publicados sean fáciles de entender y directos, por lo que siempre deben ir acompañados de una imagen llamativa y una frase creativa. No publiques siempre lo mismo en todas las redes sociales ya que los usuarios son distintos en cada plataforma, por lo que el contenido debe ser diferente, dirigido precisamente a ese sector.
Para los partidos y cada uno de los candidatos y candidatas el uso de estos medios será básico y fundamental para posicionarse.
En el pasado muchos actores políticos se sirvieron de estas redes y las enaltecieron con frases como: “Benditas redes sociales”, y hoy pretenden callarlas por no convenir más a sus intereses, proponiendo leyes “mordaza”, que no son otra cosa más que una amenaza real a la libertad de expresión y han marcado en algunos países el inicio de regímenes autoritarios.
Para la mayoría, lo que se lee en las redes sociales no tiene por qué estar en duda, pero te recuerdo que una mentira por mucho que se repita no deja de ser una mentira, por lo tanto es nuestra obligación como ciudadanos responsables conocer quiénes son y qué han hecho los candidatos y candidatas de todos los partidos, poniendo siempre en primer lugar el bien de nuestro país, dejando de lado cualquier “transformación”, idolatría y fanatismo, por muy esperanzador que pueda parecer.