Elvira Barrantes, un Quinto Informe desesperado

La Reflexiva

“Si algo puede salir mal, saldrá mal”.

Históricamente, las parejas de los gobernantes suman en su labor política. Al final del sexenio de José Rosas Aispuro Torres, su esposa Elvira Barrantes presenta el Quinto Informe de actividades al frente del DIF estatal, institución que presidió con mano dura y férreo control desde su llegada.

Haciendo un recuento, durante la campaña del actual gobernador su esposa se vio ausente de toda actividad, el argumento fue que tenía un delicado estado de salud, algunos otros decían que no le abonaba nada positivo su participación, pues tenía fama de ser dura y directa y que le podría afectar al güero más que ayudarle. 

De esta manera inicia la construcción de la imagen de uno de los elementos más controversiales del primer sexenio panista en el estado de Durango. Elvira inició labores sexenales con numerosos despidos, siendo que uno de los videos más difundidos durante la campaña política fue el de Aispuro argumentando que no iba a correr a nadie que trabajara en el gobierno. Mal augurio: a pocos días de tomar protesta, cientos de personas fueron despedidas. De esta forma por demás insensible y desafortunada llegó esta señora a controlar no solo DIF estatal sino las finanzas de todo gobierno del estado a través de familiares ubicados estratégicamente en el control financiero de secretarias y dependencias.

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Elvira Barrantes, su deplorable papel al frente del DIF estatal y sus evidentes acciones invasivas en secretarías sensibles del gobierno estatal duranguense marcaron de manera negativa el sexenio del panista José Aispuro.

Los números y la publicidad gubernamental de este publicitado y desesperado Quinto Informe no convencen, cuando en la opinión pública el personaje más cuestionado es precisamente Elvira Barrantes. Se ven lonas en cruceros argumentando los 5 años de atención a las personas de la tercera edad, cuando en la realidad la atención a este sector ha estado limitada; los programas alimentarios en otros sexenios muy cuidados y difundidos, no se han visto por ningún lado, pero sí las declaraciones carentes de toda sensibilidad social al referirse a la muerte de una menor de 7 días de nacida en una comunidad del municipio de Mezquital como procedente de los usos y costumbres y no como el resultado de una severa crisis económica y una falta de atención a esta zona de parte precisamente de esta dependencia de gobierno. 

DIF estatal es la dependencia que hace puente con las secretarias para atender temas sensibles socialmente y durante este sexenio ha brillado por su ausencia, se ha visto un incremento de indigentes en las calles, niños pidiendo limosna e indígenas bailando y haciendo malabares. Temas como la salud mental en las que el DIF tenia programas y conferencias tampoco se difundieron, incluso en estos últimos dos años donde los suicidios se dispararon por encima de su máximo histórico, no hemos visto a la principal figura sensible del gobierno tocar esta temática. 

Por esta razón es que al final podemos decir que en Durango nos quedamos esperando el rostro amable y sensible del gobierno y tuvimos en cambio un personaje duro, controlador e intrusivo, cuando es un cargo meramente honorario y que debiera ser de apoyo, no decisivo ni un lastre. Por esta razón abramos los ojos en las próximas elecciones y veamos como duranguenses que no votamos solo por el rostro que aparece en las boletas electorales, sino también por la pareja, y aguas porque la pareja es un reflejo y complemento.  

Al final, el titular del deslucido informe fue “5 años de servir y abrazar a los más vulnerables”, cuando en realidad fueron 5 años de servirse y olvidarse de los más vulnerables, puesto que se les dejó de lado en el momento histórico más crítico.

Avanzan los días y se suman cada vez más personajes a la larga lista de precandidatos a la gubernatura del estado, casi como si fuera un juego o tema ligero; sin embargo, pocos son los que ameritan figurar y mucho menos los que podrían con tan importante responsabilidad.

El Consejo Nacional de Morena votó y seleccionó a dos mujeres: Marina Vitela y Maribel Aguilera, y a dos hombres: José Ramón Enríquez y Santiago Fierro. Anuncian que podrán sumar dos aspirantes más para ir a la selección por encuesta. La realidad es que son más que evidentes los personajes que cuentan con simpatía entre la ciudadanía duranguense y aventurándose podría uno especular que entre Marina Vitela y el Dr. Enríquez se encuentra el próximo gobernador o gobernadora, esto partiendo de que la alianza PAN-PRI-PRD nomás no termina de cuajar y el sexenio panista ha estado marcado por la corrupción y la falta de resultados, lo que ahora los deja sin credibilidad ni personajes verdaderamente posicionados en el gusto del electorado, pero esto no se acaba hasta que se entregan las actas de mayoría y todo puede pasar. La realidad cambia de un día para otro, los intereses se mueven y los ciudadanos cambian de opinión, así que ya veremos.

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Marina Vitela, su corrupción como alcaldesa de Gómez Palacio y la notoria cercanía que ha tenido con personeros del gobierno panista de Durango ponen en entredicho sus aspiraciones a la gubernatura de esta entidad norteña.

Gansteril el proceso electoral de la FEUD en la UJED, todo un tema digno de analizar. Y como el poder quiere hasta las últimas cuotas, en esa ambición “se les fueron las patas” al rector opaco Rubén Solís, al mismo gobernador y a su caricaturesco “consejero jurídico, Galdino Torrecillas, con sus pésimas actuaciones queriendo favorecer al hijo de este último. Al final el tema como muchos otros se les fue de las manos e hicieron el ridículo.

Durango a obscuras, si ha transitado por la Avenida 20 de Noviembre en el camellón central no encienden las luminarias, si pasa por diferentes bulevares de igual manera no están encendidas, la ciudad una verdadera boca de lobo, ¿y la seguridad de la ciudadanía?