El ocaso de un gobernador criminal
Fernando Miranda Servín.
En la entrevista a modo que el comunicador local duranguense Víctor Hernández le hace a José Aispuro Torres, se puede ver a este gobernador corrupto descompuesto y desencajado, defendiendo a capa y espada al empresario Mauricio Gorjón, acusado por su ex esposa Mónica Peyro por haber abusado sexualmente de sus hijas.
Para este dictadorzuelo que durante todo su sexenio ha tenido bajo su control total al Poder Judicial de Durango, su palabra es absoluta. Él es juez y parte en todo proceso que involucre a sus amigos, sobre todo a aquellos que le financiaron su campaña electoral para ser gobernador de esta entidad norteña.
El caso Mónica Peyro ha exibido a nivel nacional la podredumbre del sexenio de Aispuro, un mandatario de comportamiento criminal que no solo ha puesto a instituciones públicas como la Fiscalía y el Poder Judicial de Durango al servicio de sus amigos agresores sexuales sino también les ha ordenado perseguir judicialmente a las víctimas.
Mónica Peyro ha sido la víctima más notoria con la que este gobernador de marras se ha ensañado de manera especial. Primero obstruyendo desde el DIF estatal, en complicidad con su esposa corrupta Elvira Barrantes, las acciones pertinentes para salvaguardar los derechos e integridad física y emocional de las pequeñas hijas de Mónica Peyro, a quien querían quitarle de manera ruin la custodia de estas; luego, practicando un tráfico de influencias infame en la Fiscalía para que esta “representación social” desestimara las pruebas del abuso sexual sufrido por las hijas de Mónica Peyro. No conforme con eso, Aispuro también ordenó a su compadre, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Durango, Ramón Guzmán, proteger a su amigo el agresor sexual vinculando a proceso a Mónica Peyro por el delito de “violencia familiar”, por haber reclamado justicia para sus hijas en las redes sociales de internet.
Hoy, este asunto ha dado un giro pues este fin de semana Mónica Peyro ganó el amparo que solicitó ante las graves violaciones a sus derechos que sufrieron ella y sus dos pequeñas hijas.
Así las cosas, un juez federal ha ordenado al Poder Judicial de Durango que acepte todas las pruebas que dolosamente rechazó para proteger al agresor sexual de las hijas de Mónica Peyro, incluyendo los informes de la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas, en los que las víctimas describen la violencia sexual que sufrieron.
En esta resolución, el juez federal señala todas las violaciones al proceso perpetradas por el Poder Judicial de Durango en agravio de Mónica Peyro y sus hijas.
Quizá por esto el gobernador corrupto Aispuro Torres ha estado más nervioso que de costumbre, metiendo las manos al fuego por su amigo, el empresario Mauricio Gorjón, e intentando desprestigiar a la valiente Mónica Peyro, quien ha denunciado en el Senado de la República su desaseada actuación en este asunto.
Es por demás decir que el gobierno federal, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene la obligación legal y moral de investigar y castigar los delitos que por acciones y omisiones ha perpetrado el gobernador duranguense José Rosas Aispuro Torres, no solo los que ha cometido en el caso de Mónica Peyro, sino también en muchos otros casos de los que este mandatario ha tenido conocimiento y ha permanecido indiferente, beneficiando lo mismo a agresores sexuales que a secuestradores y despojadores de tierras.
Es indiscutible que José Rosas Aispuro Torres por sus saqueos millonarios y sus crímenes de lesa humanidad debe ser encarcelado.
Fragmento de la entrevista a Aispuro, entorpeciendo el caso Mónica Peyro. https://www.facebook.com/Razacero.periodismo/videos/756363602172257