La verborrea de Esteban y la impunidad de Aispuro, “El Hombrecito de Tamazula”
Fernando Miranda Servín.
Si por algo es conocido el gobernador constitucional de Durango, Esteban Villegas Villarreal (el gobernador de facto es Jorge Herrera Caldera), es por su demagogia o verborrea. Los habitantes de la Col. Laderas del Pedregal todavía recuerdan que en la campaña electoral de 2013, cuando este priista buscaba el voto para ser alcalde de Durango, les prometió pavimentar sus calles y, por supuesto, una vez que obtuvo la alcaldía no les cumplió. En lugar de eso, Esteban Villegas prometió llevarles pasteles a su colonia, pero terminó su trienio y el actual mandatario estatal de marras tampoco cumplió esa promesa.
Ayer, Villegas Villarreal declaró en La Laguna ante medios de comunicación que su antecesor, José Aispuro Torres, le dejó una deuda de 12 mil 500 millones a largo plazo y la misma cantidad a corto plazo: 25 mil millones en total. También, el gobernador Villegas informó que el gobierno estatal tiene una deuda con el SAT que asciende a mil 700 millones de pesos, que miles de maestros están en buró de crédito (porque Aispuro y su secretario de Finanzas, Arturo Díaz, se robaron las retenciones que debían depositar a financieras y aseguradoras), y que nunca antes ningún gobierno había adeudado (se había robado) las participaciones federales pertenecientes a los municipios.
En su alocución mediática, el exalcalde (también corrupto) Villegas Villarreal señaló enfático que “el gobierno federal no debe un solo peso al estado”, y remató diciéndole a los periodistas: “No vamos a ser tapadera de nadie, porque si no yo me vuelvo cómplice”.
Sin embargo, a 15 días de haber tomado posesión y con todos los elementos de prueba a su alcance, a Esteban Villegas y a su gabinete no se les ve intenciones de proceder legalmente en contra del exgobernador ladrón José Rosas Aispuro y de su séquito de saqueadores, entre los cuales destacan su esposa, Elvira Barrantes; su ex secretario de Finanzas, Arturo Díaz; su hermano putativo, el ex titular de la SEBISED, Jaime Rivas Loaiza; la excontralora Raquel Leila Arreola; el ex Consejero Jurídico, Galdino Torrecillas; y la ex directora de Comunicación Social, Verónica Terrones.
Hace un par de días, la flamante titular de la Contraloría, Tania Julieta Hernández, declaró ante los medios de comunicación locales que desde el año 2020 esta institución dejó de hacer auditorías a las dependencias estatales, lo que implica que a estas alturas ya debieron haber procedido legalmente contra la excontralora Raquel Leila Arreola, y de paso también contra la titular de la Entidad de Auditoría Superior del Estado, María de Lourdes Mora, pero lo único que ha hecho el gobierno encabezado por el exporro universitario Esteban Villegas es emprender una campaña mediática de declaraciones huecas, señalando a los saqueadores pero guardándoles celosamente su impunidad.
Esto, definitivamente le resta credibilidad y legitimidad al desafinado cantante vernáculo de San Juan del Río, quien ya ha perdido bastantes adeptos en los primeros días de su gobierno, en los que designó a un gabinete impuesto por su superior jerárquico, el exmandatario priista Jorge Herrera Caldera.
A la ciudadanía duranguense no se le puede engañar y ya sabe que Aispuro Torres y sus depredadores rompieron todos los récords de corrupción, por lo que cada minuto que transcurra sin que el médico cirujano (que jamás ha ejercido su profesión) les aplique la ley, este será señalado como cómplice del brutal saqueo perpetrado por “El Hombrecito de Tamazula” y su peligroso cartel de ladrones.