Esteban Villegas, el exporro “presidenciable”
Fernando Miranda Servín.
Como alcalde de Durango, en 2016 su proceso de Entrega-Recepción fue declarado nulo por la cantidad descomunal de irregularidades y robos al erario que el equipo del alcalde entrante, José Ramón Enríquez Herrera, detectó. Sin embargo, Esteban Villegas Villarreal evadió las sanciones porque ha sido burdamente protegido por la Entidad de Auditoría Superior del Estado (EASE). Posteriormente, como diputado local, aparte de robar periódicos a los voceadores de la ciudad de Durango cuando en ellos aparecía una crítica en su contra que no era de su agrado, se dedicó a encubrir los saqueos del exmandatario José Rosas Aispuro, en su calidad de presidente de la JUCOPO.
Hoy, más tardó en rendir protesta como gobernador de Durango que en decepcionar al electorado, primero designando un gabinete de personajes corruptos y hasta ligados con grupos de la delincuencia organizada, luego brindándole impunidad y protegiendo hasta la ignominia al exgobernador ladrón José Rosas Aispuro, y después presentando su inconstitucional iniciativa para obligar a la ciudadanía a pagar por adelantado en 2023 el Replaqueo vehicular que estaba programado para ser cobrado en 2025.
Las consecuencias de estas torpezas cometidas durante el primer mes de su sexenio no se hicieron esperar y Esteban Villegas de inmediato se colocó como uno de los peores gobernadores de México en las mediciones realizadas por las principales empresas encuestadoras del país.
Sin embargo, con este equipaje de fracasos tempraneros, el exporro de la UJED, teniendo ya a su disposición recursos financieros, es decir, el dinero de los contribuyentes, ha echado a andar una campaña con medios de comunicación y “periodistas” o propagandistas locales para promocionar su persona como posible precandidato “presidencial” en 2024; esto, derivado de la participación que el cantante desafinado realizó en el foro llamado “Diálogos por México”, organizado el pasado 18 de octubre por la dirigencia nacional del PRI.
No cabe duda que este médico cirujano que jamás ha ejercido su profesión, aparte de ser mediocre es sumamente temerario, pues solo a él con semejante currículum se le ocurre entrar a una competencia en la que se enfrentaría a verdaderos pesos completos de la política nacional, como la tlaxcalteca Beatriz Paredes Rangel; el exsecretario de Turismo, Enrique de la Madrid Cordero; la senadora Claudia Ruiz Massieu; y el ex secretario de Economía Ildefonso Guajardo.
Y ahora, en el colmo, para tratar de “posicionarse” rumbo al 2024, el exporro de la UJED ha tenido a bien darle línea a medios de comunicación y “periodistas” duranguenses para que pregonen en sus páginas y redes sociales que tiene los tamaños suficientes para ser presidenciable. Es así como estos días hemos visto y escuchado un grotesco y estridente concierto de focas aplaudidoras, pagadas con el dinero de los contribuyentes, exhaltando las “cualidades” del cantante desafinado, repitiendo que efectivamente este político robaperiódicos tiene posibilidades de conseguir la candidatura del PRI para contender por la presidencia de la República en 2024.
Aparte de disparatado, este hecho es lamentable pues este gobernador de marras está echando mano de los pocos recursos públicos del gobierno que dejó en bancarrota el exmandatario saqueador panista José Rosas Aispuro. Un gobierno que debe cientos de millones de pesos a proveedores, a profesores y a los 39 municipios que conforman esta entidad, pero el médico que nunca ha ejercido prefiere utilizar el erario para promover su imagen personal, pues está convencido de que con su pésimo historial político y su habilidad para robar periódicos a los voceadores de Durango puede llegar al Palacio Nacional. ¡Uff!