Esteban Villegas, mundialmente corrupto
Fernando Miranda Servín.
La grave crisis de meningitis en Durango, provocada por actos de corrupción y negligencia cometidos en el sector salud, le ha estallado en la cara al gobernador priista Esteban Villegas Villarreal y ya es un escándalo internacional.
Hasta el momento, 68 casos han sido confirmados por las autoridades sanitarias duranguenses y 18 personas han fallecido, en su mayoría mujeres jóvenes a las que les fue suministrado en media docena de hospitales privados de la ciudad de Durango el anestésico llamado Bupivacaína durante sus trabajos de parto.
Desde el mes de marzo pasado se habrían presentado un par de casos fatales de meningitis en hospitales privados, que debieron de haber encendido las alertas en las autoridades de Salud estatales, pero no hicieron lo necesario para prevenir el tsunami mortal que se venía.
Lo que ya se sabe, de acuerdo a teorías de expertos y médicos que laboran en el sector salud duranguense, es que el anestésico Bupivacaína habría sido sustraído ilegalmente (robado) de las instalaciones de la secretaría de Salud para ser vendido en los hospitales privados de Durango, que dicho medicamento habría sido mal manejado, habría estado caducado o habría sido adulterado.
De manera soterrada, se sabe que a más de 200 personas les fue aplicada la Bupivacaína que les provocó la meningitis mortal.
Así las cosas, entre julio, agosto y septiembre pasados ni el gobierno saliente del panista José Rosas Aispuro Torres ni el entrante del priista Esteban Villegas Villarreal hicieron absolutamente nada para aplicar los protocolos debidos que hubieran evitado que esta tragedia alcanzara las dimensiones que hoy tiene, a pesar de que en el proceso de Entrega-Recepción el equipo del priista Esteban Villegas debió haber tenido la información de que recibía una secretaría de Salud totalmente erosionada por la corrupción.
El gobierno de Esteban Villegas decidió proteger la corrupción e ineptitud aispurista y en la euforia del triunfo electoral no aplicó los protocolos para detener el brote de meningitis que ya había tumbado a patadas las puertas de la ciudad de Durango. Se vino la ola de casos de esta enfermedad con su cascada de muertes y su respectiva dosis de impunidad, pues el priista Esteban Villegas, en lugar de promover una rápida investigación para identificar a los responsables de esta catástrofe sanitaria, se dedicó a dilatar la acción de la justicia secundado por su Fiscal criminal Sonia Yadira de la Garza (la misma que fue vinculada al crimen organizado en los informes de la SEDENA hackeados por Guacamaya Leaks) quien con su personal ha intimidado y extorsionado a los familiares de las víctimas mortales para que retiren las denuncias de homicidio a cambio de entregar los cuerpos de los fallecidos.
Este encubrimiento atroz de los responsables del brote asesino de meningitis que el gobierno del priista Esteban Villegas ha estado llevando a cabo y su total carencia de operatividad política fueron los detonantes que provocaron los fuertes reclamos que el gobernador de marras recibió en la manifestación multitudinaria de ayer, en la que cientos de ciudadanos y familiares de las víctimas (fallecidas y las que están agonizando) llegaron a las puertas del Centro Cultural y de Convenciones Bicentenario, sede del gobierno estatal, para señalar a gritos al mandatario estatal priista como cómplice de los responsables del brote de meningitis que ya mató a 18 personas, tiene al borde de la muerte a 68 más y a 7 con muerte cerebral, hechos que ya trascendieron las fronteras de nuestro país.
En la marcha y manifestación que la ciudadanía duranguense realizó el día de ayer, ni el gobernador Esteban Villegas ni su brillante equipo de asesores tuvieron la inteligencia de acercarse a los manifestantes y dolientes para invitarlos al finalizar su marcha a la sede del gobierno estatal, a su casa, a la casa del pueblo, para que sintieran el apoyo y la empatía de su gobernador. Por el contrario, los cientos de ciudadanos manifestantes y familiares de las víctimas fallecidas fueron recibidos con un portazo en la cara, pues Esteban Villegas le dio la espalda al problema y se encerró a piedra y lodo en su oficina.
En respuesta al desaire, ciudadanos y familiares de víctimas gritaron enardecidos al mandatario priista: “¡Esteban, amigo de los asesinos!”, “¿¡Querías ser gobernador?!”, “¡Sal a dar la pinche cara, como cuando andabas en campaña!”, desahogándose de esta manera del enorme dolor que tienen por haber perdido a sus seres queridos, que en su mayoría eran jóvenes mujeres que han dejado en la orfandad a sus pequeños hijos.
Al exporro de la UJED ya se le agotó el poco capital político que tenía, pues las imágenes de la manifestación de ayer son dignas de cualquier final de sexenio en que los ciudadanos se muestran hartos de su gobernante.
Esteban Villegas lleva 77 días en el poder y por su Replaqueo vehicular ilegal, su protección a los saqueadores del sexenio pasado, su gabinete de criminales e ineptos y su protección velada a los responsables del brote de meningitis ya es repudiado por un amplio sector de la ciudadanía duranguense, por lo que debería contemplar irse a su casa antes de que la ciudadanía lo saque a empujones de su oficina, ubicada en el Centro Cultural y de Convenciones Bicentenario.