Esteban Villegas nos engañó con su Tarjeta Madre | El PRI en Durango está resquebrajado | A AMLO le molesta la transparencia

  • Esteban Villegas, el gobernador del engaño.
  • Resquebrajado, el gobierno priista de Durango.
  • Opacidad, la rúbrica política de AMLO.

Ya son notorios y grotescos los intentos del gobernador demagogo de Durango, Esteban Villegas, de querer engañar a la ciudadanía publicitando en medios locales y hasta nacionales supuestas entregas de apoyos a algunos sectores sociales, cuando en realidad se trata de programas y recursos de carácter federal.

Esta simulación se ha dado sobre todo en actividades relacionadas con el campo duranguense, área en la que al exporro estudiantil que funge como gobernador no le ha ido nada bien por el rechazo que el campesinado duranguense ha manifestado a su política rapaz de exigir moches a cambio de las entregas de beneficios.

Otro engaño evidente del mandatario priista de marras y que ya se está convirtiendo en un sello de su personalidad estafadora es la ya famosa Tarjeta Madre, cuya entrega de recursos a las mujeres duranguenses se ha venido posponiendo indefinidamente. Ahora, el cantante desafinado sanjuanero alega que no será posible activar las Tarjetas Madre porque el gobierno federal descontó mil 400 millones al gobierno de Durango “por adeudos del anterior gobierno al SAT”.

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El gobernador priista demagogo, Esteban Villegas Villarreal, su Tarjeta Madre hasta el momento ha sido una estafa electoral.

Mientras esto sucede, el gobierno de coalición priista-panista-perredista se resquebraja desde adentro pues las inconformidades con el exporro estudiantil comienzan a aflorar, provenientes del sector sindical duranguense y desde su propio partido, el PRI.

Y fue la lideresa del sindicato de los Tres Poderes, Carmen Villalobos, quien ha sido parte activa de los gobiernos corruptos priistas de esta entidad, la que reclamó abiertamente ante los medios de comunicación locales la falta de pago de prestaciones a los trabajadores del gobierno estatal.

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Carmen Villalobos, la lideresa del sindicato de los Tres Poderes, exhibió al gobierno priista del exporro estudiantil Esteban Villegas.

“El único discurso que maneja la secretaría de Finanzas es que no hay dinero, no hay dinero y no hay dinero. No se ha pagado a las aseguradoras, no se ha pagado a las financieras, no se ha pagado el seguro institucional. No se les ha pagado a los trabajadores sindicalizados que se jubilan, no se les han pagado los tres meses 17 días (a los que tienen derecho), no se les ha pagado ningún finiquito. Ya son 7 meses de esta administración y no se han hecho esos pagos”, manifestó de manera enérgica la lideresa sindical.

Por otro lado, el demagogo sanjuanero estaría enfrentando otra ruptura con un sector de políticos priistas inconformes por la manera en que el exporro estudiantil está llevando las cosas y que lo han colocado permanentemente en los últimos lugares de aprobación a nivel nacional en las principales empresas encuestadoras del país.

A la par que esto sucede, el fantasma de la revocación de mandato sigue merodeando en el espectro político duranguense, pues el sanjuanero mentiroso simplemente no se pone a la altura de las expectativas ciudadanas.

Y otro político que tampoco llena los zapatos de la honestidad y transparencia es el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien a toda costa está tratando de anular al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), boicoteando el nombramiento de nuevos comisionados, por lo que este instituto no ha podido sesionar.

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El presidente Andrés Manuel López Obrador, su opacidad se remonta a sus viejos tiempos como jefe de gobierno del Distrito Federal.

López Obrador ya es viejo lobo de la opacidad, pues desde que era jefe de gobierno de la Ciudad de México se caracterizó por obstruir el acceso a la información pública generada en su administración, al grado de ordenar el encriptamiento ilegal de los gastos realizados en las obras del segundo piso del Periférico y al extremo de vetar en 2002 la Ley de Transparencia del Distrito Federal, para evitar rendir cuentas en su gobierno.

Sean de izquierda o de derecha, nuestros políticos traen en su ADN los genes de la simulación, la mentira, la estafa y la opacidad.

Hasta aquí nuestra Tarde de perros con gobernadores boquiflojos y timadores, y presidentes de la República zafios y tramposos.