Cambios en gabinete bananero de Durango | La Contralora, antigua cómplice de corruptelas del gobernador Villegas | AMLO, de estadista a dictador

 

 

  • Cambios en gabinete bananero de Durango.
  • La Contralora, antigua cómplice de corruptelas del gobernador Villegas.
  • AMLO, de estadista a dictador.

Este fin de semana se anunciaron más cambios en el gabinete del gobernador bananero priista duranguense, Esteban Villegas Villarreal. Hace unas semanas, el sátrapa sanjuanero movió de su cargo al exsubsecretario de Administración de la secretaría de Finanzas, Erick Gómez, para enviarlo a la campaña electoral que ya está en puerta, aunque en los hechos este personaje sórdido continúa desempeñando su puesto de facto, en la secretaría de Finanzas.

Hoy fue el secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Ricardo Navarrete, quien renunció a su cargo o lo destituyeron por aparentes diferencias con el gobernador de marras Esteban Villegas (tal vez pelearon por algún moche mal repartido).

El lugar de este exfuncionario ya lo ocupa un amigo cercano del mandatario saqueador sanjuanero: Jesús López, quien a su vez era el director de Desarrollo Rural en el municipio de Durango.

Ricardo Navarrete, por supuestas diferencias con el gobernador bananero priista Esteban Villegas, este fin de semana presentó su renuncia como secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del gobierno del estado de Durango.

Esta dirección de Desarrollo Rural del municipio de Durango quedó en manos del también priista Manuel “El Meño” Herrera, famoso por sus deudas a prestadores de servicios durante sus campañas electorales.

Estos cambios en el gobierno estatal lejanamente impactan en el bienestar de la ciudadanía duranguense, pues, en los hechos, no son más que acomodos de cuadros políticos que intervendrán en la contienda electoral que se viene, para mantener parcelas de poder.

Y es que la irrupción del ahora expanista Jorge Salum en la escena política duranguense como candidato a la senaduría bajo la bandera de Movimiento Ciudadano, tambaleó la zona de confort en la que se encontraba el prianismo acomodaticio de esta entidad, pues es inminente que con la salida de Jorge Salum del PAN otros cuadros y personajes políticos también abandonarán las filas de este partido. Con el PAN resquebrajado y Movimiento Ciudadano reforzado con los salumistas, el “carro completo” que esperaba obtener el “jefe político” y exmapache electoral Esteban Villegas ya se ve muy difícil de conseguir, a reserva de que el partido Morena elija perfiles deplorables como candidatos a diputados locales.

Por otro lado, el reparto de candidaturas que estamos presenciando tampoco beneficia a la ciudadania, pues los perfiles propuestos por todos los partidos políticos son los mismos de siempre, los que una y otra vez han demostrado ser corruptos y servir a intereses particulares y de grupo. Así, estos partidos se han convertido en meras agencias de colocaciones para darle empleo a los hijos, hermanos, papás, sobrinos y tíos de quienes ostentan el control de estos institutos políticos, convirtiendo la fiesta de la democracia en un espectáculo realmente grotesco.

El exporro estudiantil Esteban Villegas, ya ha removido a un par de integrantes de su gabinete, pero sigue manteniendo en su cargo a su compadre saqueador, Víctor Hugo Hernández, director de Comunicación Social del gobierno del estado de Durango que le da contratos publicitarios a su papá.

Algo que también es grotesco y ofensivo para la ciudadanía es tener servidores públicos deshonestos e impresentables, y más cuando el papel de estos funcionarios es el de sancionar los actos de corrupción de otros servidores públicos.

En el sexenio pasado, los duranguenses tuvieron a una titular de la secretaría de la Contraloría realmente corrupta: Leila Arreola, que solapó y encubrió todos los saqueos que se perpetraron durante buena parte del sexenio aispurista. Ahora, para no perder la costumbre, los ciudadanos tienen a Tania Julieta Hernández como flamante secretaria de la Contraloría del gobierno del estado de Durango.

Pero, ¿quién es Tania Julieta Hernández?

De acuerdo con vecinos del fraccionamiento Colinas del Saltito, Tania Julieta Hernández “es la misma que era contralora del municipio de Durango en el trienio 2013-2016, cuando Esteban Villegas fue alcalde. En 2014 le presentamos varias denuncias porque el entonces director de Servicios Públicos, Luis Alberto Escajeda, venía con vehículos oficiales del municipio, traía empleados del municipio a laborar como albañiles en el predio de Circuito Ferrería Núm. 132, en donde construyó su casa y además obstruían el paso a las cocheras de los vecinos, por lo que acudimos a la Contraloría municipal a poner nuestra denuncia, pero nunca nos atendió”.

La contralora corrupta del gobierno del estado de Durango, Tania Julieta Hernández, antigua tapadera de los saqueos perpetrados por colaboradores cercanos del exalcalde de Durango y actual gobernador, Esteban Villegas.

Tania Julieta Hernández fue tapadera de este y otros descomunales saqueos cuando el actual gobernador fue alcalde del municipio de Durango, imagínensela ahora que es la secretaria de la Contraloría estatal. Y para muestra solo ponemos un botón: el director de Comunicación Social del gobierno del estado de Durango, Víctor Hugo Hernández Fuentes, denunciado en la Fiscalía Anticorrupción por darle contratos a su papá, que ascienden a más de dos millones de pesos. Este saqueador continúa en su cargo, sin que la Contraloría estatal intervenga para sancionarlo e inhabilitarlo.

¿Cuántos otros pillos habrá que estén robando a manos llenas en el gobierno estatal de Durango bajo la protección de esta contralora corrupta?

Y el que ya se pasó de corrupto y violador de todo tipo de leyes es el presidente “izquierdista” Andrés Manuel López Obrador, quien luego de revelar en su Mañanera el número telefónico de la periodista del New York Times, Natalie Kitroeff, como una especie de vendetta por haber publicado un reportaje poco consistente en el que supuestamente se revelan vínculos de los hijos de López Obrador con el crimen organizado, desató una andanada de críticas adversas que llegaron a su climax cuando el fin de semana la periodista Jessica Zermeño, de Univisión, cuestionó al tabasqueño diciéndole que “una de las normas para quienes participan en la conferencia matutina del presidente, habla sobre la protección de datos personales”, a lo que el macuspano respondió: “Por encima de la ley de Protección de Datos Personales, está la dignidad del presidente”.

Fuera de sí, López Obrador se erige por encima de la ley en el ocaso de su sexenio, uno de los peores en la historia contemporánea de nuestro país.

No es la primera vez que este personaje pretende erigirse por encima de la ley, al estilo de los gobernantes bananeros. Ya antes lo ha hecho con sus famosas frases: “Al diablo las instituciones”, “No me vengan con que la ley es la ley” y “Yo tengo otros datos”.

Lo anterior, con sus encuestas a modo y la vulgaridad y poca estatura intelectual de buena parte de su círculo cercano es lo que hacen de López Obrador el “estadista” que no fue y el dictadorzuelo que quiso ser.

El sexenio ya acabó y López Obrador no le llegó ni a los talones al socialista (este sí auténtico) Lázaro Cárdenas. Por el contrario, termina su período repudiado por amplios sectores de la población y con signos fehacientes de acciones y omisiones que beneficiaron sobremanera al crimen organizado, como el abandono de la vigilancia de las carreteras del país y la pasividad para combatir a los grupos delincuenciales en buena parte de las entidades federativas de la nación.

En lo económico todo sigue tan igual o peor que al final del sexenio peñanietista.

Hasta aquí nuestra Tarde de perros con mandatarios estatales que juegan al gobiernito; contraloras facilitadoras de la corrupción y dictadores frustrados.