La reunión Sheinbaum-Villegas y la farsa electorera en Durango | Más propiedades del clan Villalobos | La jueza voraz de Canatlán
- La reunión Sheinbaum-Villegas y la farsa electorera en Durango.
- Más propiedades del clan Villalobos.
- La jueza voraz de Canatlán.
Esta semana trascendió en Durango la reunión “discreta” que tuvieron en la Ciudad de México la candidata presidencial del partido Morena, Claudia Sheinbaum, y el gobernador bananero priista, Esteban Villegas Villarreal, a instancias del presidente Andrés Manuel López Obrador; esto, enmedio de la polémica desatada por la publicación de la lista de candidatos a diputados locales de esta entidad, realizada por el partido Morena.
Este encuentro refuerza la especie que se ha ventilado dentro y fuera de la sede del partido Morena en Durango, respecto a un inminente arreglo o negociación con el corrupto mandatario estatal priista, Esteban Villegas, para que el partido Morena designara a perfiles totalmente desconocidos, sin arraigo y sin ninguna fuerza política, con el objetivo de que pierdan fácilmente en el próximo proceso electoral y el Congreso de Durango quede bajo el control absoluto del exporro saqueador priista, Villegas Villarreal. De otra manera, ¿cuál habría sido la razón para que una candidata izquierdista como Claudia Sheinbaum se reuniera con un gobernador priista corrupto como Esteban Villegas?
Hoy, la farsa electorera ya está en curso y los electores deben saber este tipo de enjuagues que se hacen desde las altas cúpulas del poder para repartirse puestos y botines presupuestales, negándole a la ciudadanía mejores opciones para votar.
Así las cosas, sabiendo las componendas sucias que ha hecho el prianismo con el morenismo, la opción menos peor que le queda a los sufragantes duranguenses es la del partido Movimiento Ciudadano, que si bien sabemos que también son corruptos y presentan candidatos intrascendentes, de menos los electores le darían una buena lección al prianismo y al morenismo de esta entidad.
Lo anterior, por supuesto, solo podría realizarse con una votación masiva.
El prianismo ha demostrado con creces ser desleal en extremo al pueblo duranguense y el morenismo ha sido cómplice de este; luego entonces, ¿por qué seguir otorgándoles el beneficio de la duda a estas opciones ya probadas como fuerzas políticas corruptas y fracasadas cuando detentan el poder?
El teatro ya está puesto y depende de los electores si quieren participar y aplaudir esta obra mal montada o negarse a entrar en esa carpa maloliente y votar por la opción menos perjudicial.
Y quienes no sufren ni se acongojan son los integrantes de la familia imperial Villalobos, enriquecida bajo la sombra de la cacique sindical Carmen Villalobos Valenzuela, lideresa vitalicia del Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Tres Poderes del Estado de Durango.
La semana pasada exhibimos algunas propiedades millonarias de la impresentable lideresa sindical, pero ampliando la búsqueda nos tropezamos con más propiedades, ahora de sus hijos: Fernando y Mario Alan Díaz Villalobos, quienes el mismo día, 30 de noviembre de 2020, adquirieron dos terrenos.
Fernando Díaz Villalobos compró un terreno de 112 metros cuadrados ubicado en la calle Paseo de los Laureles, sin número, en el exclusivo fraccionamiento Los Alamitos.
Mario Alan Díaz Villalobos, por su parte, adquirió un terreno de 189 metros cuadrados en la misma calle Paseo de los Laureles, sin número, del mismo fraccionamiento Los Alamitos.
Llama la atención en los documentos encontrados en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio del Estado de Durango que el valor de operación de estas transacciones es de ¡200 pesos por cada terreno!
Y por si fuera poco, el vendedor de estos inmuebles fue el Licenciado en Filosofía Francisco Esparza Hernández, quien realizó estas ventas en su carácter de director general de la dirección de Pensiones del estado de Durango, durante el sexenio del panista saqueador José Rosas Aispuro Torres.
Hoy, en estos predios los hermanos Díaz Villalobos han edificado un par de lujosas residencias.
Y mientras el clan Villalobos está en jauja y el pueblo de Durango sobreviviendo a duras penas, la jueza municipal de Canatlán, Patricia Yadira Ávila, está imparable realizando embargos ilegales en este municipio.
En esta burda trama, la protagonista principal es una usurera de nombre Guadalupe Galindo, quien presta dinero con un interés leonino del 8%, pero cuando los deudores se atrasan en el pago de los intereses, esta usurera y su hijo Samir los obligan a pagar 150 pesos diarios de “penalización”, por lo que las deudas aumentan estratosféricamente y los deudores, al no poder pagarlas, son demandados de inmediato.
“El despacho jurídico que esta usurera utiliza para demandar a sus deudores pertenece al primer regidor de Canatlán, Andrés Vázquez, cuyos abogados, en contubernio con la jueza municipal Patricia Yadira Ávila, agilizan los embargos que son ejecutados de manera ilegal, despojando a los deudores de bienes con valor muy superior a lo que adeudan”, denuncian ciudadanos de Canatlán.
“Patricia Yadira Ávila ya tiene 14 años ocupando el cargo de jueza municipal, actúa como juez, actuaria, notificadora y secretaria de acuerdos. Dice que es juez del Poder Judicial, pero esta institución no la reconoce como tal. En los hechos, es el municipio de Canatlán el que le paga su sueldo a esta jueza”, detalla una de las personas afectadas.
Patricia Yadira Ávila ya fue denunciada en la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, por el delito de robo, pero esta fiscalía, fiel a su costumbre, se negó a proceder.
Así las cosas, no hay poder humano en Durango que le ponga un alto a este cartel de la usura que opera a sus anchas en Canatlán, un municipio gobernado por el Partido Verde “Ecologista” y cuya ex alcaldesa, Angela Rojas, hoy anda en campaña electoral pidiendo el voto como suplente de la nefasta senadora morenista Margarita Valdez, quien obtuvo la candidatura de su partido para reelegirse en este importante cargo.
Y hasta aquí nuestra Tarde de perros con políticos cochuperos; familias sindicales en permanente auge; y juezas municipales rapiñosas e imparables.