El proselitismo delictivo del gobernador bananero Esteban Villegas | Durango, adiós al prian | Campaña trágica a nivel nacional
- El proselitismo delictivo del gobernador bananero Esteban Villegas.
- Durango, adiós al prian.
- Campaña trágica a nivel nacional.
Muy activo anduvo este fin de semana el gobernador bananero priista duranguense Esteban Villegas Villarreal, violando tranquilamente la veda electoral ante la mirada indiferente de las autoridades competentes.
Al exporro saqueador se le vio en el municipio de Cuencamé repartiendo cientos de costales de maíz molido a los ganaderos priistas de la región. El pretexto fue la entrega de apoyo “para el Plan Emergente Contra la Sequía”, pero resulta que la entrega de estos “apoyos” fue organizada por los funcionarios de la secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural en coordinación con los representantes del PRI y del PAN de la zona sur del municipio de Cuencamé.
“Los campesinos simpatizantes de Morena, PT y del Verde Ecologista fuimos relegados de esta entrega”, denuncian los lugareños.
Este acto ilegal fue cometido el pasado sábado 25 de mayo. Y esta fue la constante del mandatario bananero priista, Esteban Villegas, quien también anduvo manifestando durante la campaña electoral la supuesta entrega de recursos de la Tarjeta Madre, bandera apócrifa que también retomaron los candidatos prianistas.
En los hechos, el prianismo duranguense no tuvo nada nuevo que ofrecer al electorado, más que mentiras y corrupción, mucha corrupción, de la que han formado parte y con la que sus principales protagonistas han hecho pequeñas y enormes fortunas.
Sin duda alguna, el fracaso más aparatoso fue la campaña fallida de la fórmula prianista al Senado, compuesta por la panista Gina Gerardina Campuzano y la priista Gabriela Hernández López.
Esta dupla se derrumbó por las manifestaciones clasistas de la panista, quien tildó de “güevones” a los campesinos que reciben apoyo de los programas del gobierno federal.
La priista, por su parte, realizó una campaña simplona y no conectó con el electorado, independientemente de su parentezco con el exgobernador Ismael Hernández Deras, recordado por los desastres que ocasionó en materia de seguridad, finanzas y desarrollo social, cuando fue mandatario de esta entidad en el sexenio 2004-2010.
En general, el prianismo participó en esta jornada electoral con candidatos sumamente impresentables, que ya han demostrado de sobra su deslealtad con la ciudadanía cuando han ocupado cargos públicos.
Los más sonados de este desfile de repudiados fueron Fernando Rocha Amaro, Gabriela Vázquez Chacón, Sughey Torres, Londres Botello, Susy Torrecillas, Verónica Pérez Herrera, Daniela Soto, Patricia Jiménez y el perredista David Ramos Zepeda. Es por demás decir que los candidatos de esta coalición cargaron con la pesada losa de corrupción del exgobernador panista José Aispuro Torres y del actual mandatario priista, Esteban Villegas Villarreal.
Esta campaña ha sido una de las más violentas y trágicas de los últimos tiempos, aunque el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, diga que todo va bien en el país. El saldo hasta el momento es de 36 candidatos asesinados.
En 28 de estos 36 homicidios ha participado el crimen organizado. La finalidad de estos grupos delincuenciales es ejercer un poder de facto y apoderarse de los recursos públicos de bastas regiones del país. Hasta el momento, la respuesta de los representantes del Estado mexicano, principalmente los del gobierno federal, ha sido pasiva, hecho que ha generado alerta en organismos internacionales como la ONU.
Hasta aquí nuestra Tarde de perros con gobernadores delincuentes electorales; candidatos apestados; y presidentes de la República pusilánimes.