¿Cuánto nos parecemos genéticamente a un plátano?

En internet se dice que los gemelos idénticos lo son al 100% y que todos los humanos somos genéticamente iguales en un 99,9%, pero que nos asemejamos a los chimpancés en un 99%. ¿Esto deja a cualquier otra persona solo un 0,9% más parecida a nosotros que un chimpancé? Es más, se dice que los humanos compartimos el 50% de nuestros genes con un plátano, pero un 50% con cada uno de nuestros progenitores. ¿Guardamos la misma similitud genética con nuestra madre que con un plátano? ¿Y más con esta fruta que con nuestra abuela, a quien nos parecemos solo en un 25%? Obviamente no es así; se están mezclando conceptos diferentes.

BBVA-OpenMind-Yanes-Cuanto nos parecemos geneticamente a un platano_1 Aún existe hasta un millar de genes similares entre humanos y bacterias, los seres más alejados de nosotros en parentesco evolutivo y a los que nos parecemos menos. Crédito:  Aaron E. Darling, István Miklós, Mark A. Ragan -  MA (2008). "Dynamics of Genome Rearrangement in Bacterial Populations". PLOS Genetics. DOI:10.1371/journal.pgen.1000128.. CC BY 2.5)
Aún existe hasta un millar de genes similares entre humanos y bacterias, los seres más alejados de nosotros en parentesco evolutivo y a los que nos parecemos menos. Crédito: Aaron E. Darling, István Miklós, Mark A. Ragan

Todos los seres vivos terrestres procedemos originalmente de un mismo antepasado, una forma de vida unicelular que vivió hace casi 4.000 millones de años y a la que se denomina LUCA (siglas en inglés de Último Ancestro Común Universal). Por tanto, todas las criaturas de este planeta compartimos una herencia genética de LUCA, y todas nos parecemos genéticamente hasta cierto punto, más cuanto mayor es nuestro grado de parentesco.

Fruto de esto es que aún existe quizá hasta un millar de genes similares entre humanos y bacterias, los seres más alejados de nosotros en parentesco evolutivo, aquellos a los que nos parecemos menos. Teniendo en cuenta que el genoma humano alberga unos 20.000 genes que codifican proteínas, no es un parecido desdeñable, y es una prueba —aunque no la única— de nuestro origen común.

Gemelos que no son tan idénticos

Pero los cambios genéticos desde LUCA hasta cualquier especie actual han sido inmensos, y por lo tanto también lo son las diferencias entre estas. Volviendo al caso de las bacterias, tienen solo un cromosoma muy simple, una única cadena de ADN circular, mientras que los humanos poseemos 23 pares de cromosomas de estructura muy compleja. Los chimpancés y el resto de los grandes simios tienen 24 pares de cromosomas.

BBVA-OpenMind-Yanes-Cuanto nos parecemos geneticamente a un platano_2 Los genomas de los gemelos comienzan siendo idénticos en el proceso embrionario, pero a medida que las células se dividen, pueden aparecer mutaciones espontáneas. Crédito: Michael Duerinckx/Getty Images. / Universal Images Group via Getty Images
Los genomas de los gemelos comienzan siendo idénticos en el proceso embrionario, pero a medida que las células se dividen, pueden aparecer mutaciones espontáneas. Crédito: Michael Duerinckx/Getty Images. / Universal Images Group via Getty Images

El mayor grado de similitud genética se encuentra en los gemelos idénticos; son clones naturales, por lo que sus genomas comienzan siendo dos gotas de agua. Pero esto es solo al inicio del desarrollo embrionario: a medida que las células se dividen, pueden aparecer mutaciones espontáneas que se transmiten a las células hijas. Un estudio de 2021 de los genomas de 387 pares de gemelos encontró que solo 38 eran calcos al 100%; el resto tenía una media de 5,2 mutaciones que los diferenciaban, y 39 parejas tenían más de 100.

Esto quiere decir que si se alinean los genomas de dos gemelos uno sobre otro, la secuencia de sus bases —las letras del ADN— será exactamente la misma excepto en esos puntos donde han aparecido mutaciones. Si se hace esto mismo para los genomas de dos personas cualesquiera, no emparentadas, se observa como promedio una diferencia cada 1.000 bases, o un 0,1%; de aquí se desprende que los humanos somos genéticamente iguales en un 99,9%. Aplicado a todo el genoma, con algo más de 3.000 millones de bases en cada juego de cromosomas (paterno o materno), significa que hay unos 3 millones de diferencias genéticas, o 6 millones en los 46 cromosomas.

El hecho de que recibamos dos juegos de cromosomas del padre y de la madre significa que un 50% de nuestro genoma procede de cada uno de ellos. Pero esto no se refiere a diferencias concretas en la secuencia. Cada gen, por ejemplo el que produce la insulina, puede encontrarse entre los humanos en múltiples variantes ligeramente distintas, o alelos. En los humanos el gen de la insulina está situado en el cromosoma 11. Tenemos dos cromosomas 11 y, por lo tanto, dos genes de la insulina. Pero es posible que ambos sean idénticos, si nuestro padre y nuestra madre tenían los mismos alelos.

¿Genes o proteínas comunes?

En cuanto a nuestra semejanza genética con otras especies, este es un caso distinto. Humanos y chimpancés somos tan parecidos que partes mayoritarias de ambos genomas pueden alinearse. En estas partes, si nos fijamos solo en los cambios puntuales en la secuencia de los genes, estos son idénticos en un 98,77%. Incluyendo los fragmentos diferentes se estimó una semejanza del 96%, aunque esta es una cifra discutida. Si nos fijamos en la secuencia de las proteínas que compartimos, solo el 29% de ellas son totalmente idénticas.

Los humanos nos parecemos entre nosotros en el 100% de nuestros genes y en el 99,9% de sus secuencias. Crédito: Peter Finch/Getty Images

Con respecto a las cifras que circulan sobre nuestro parecido con las moscas o los plátanos, hay una pequeña trampa. Aquí no se está alineando nuestro genoma completo con el de otra especie; si se intenta hacer esto, solo nos parecemos al ratón en un 32%, y al pez cebra en un 1%. En su lugar, lo que se hace es buscar los genes o las proteínas que tenemos en común, llamados ortólogos, para analizar cuánto se parecen. Como ejemplo, los humanos nos parecemos entre nosotros en el 100% de nuestros genes y en el 99,9% de sus secuencias.

Al hacer esta comparación entre humanos y plátanos, nuestras proteínas ortólogas se parecen en torno a un 40%; de aquí nacen las proclamas que se encuentran en internet. Pero en realidad esos ortólogos suman como mucho un 25% de nuestros genes. Y dado que los genes ocupan una parte muy pequeña del genoma, el 1-2%, combinando estas cifras en un cálculo que no pretende ser riguroso sino ilustrativo, obtendríamos el parecido de nuestro genoma y el del plátano: más bien en el orden de un 0,1%.