Fernando Reverte Granados no auxilió a comunidades dañadas por las lluvias, por lisonjear a Esteban Villegas en Segundo Informe
Juan Monrreal López
Prefirió viajar a Durango, que atender a las comunidades que aislaron los aguaceros
Mapimí, Durango. – Este 4 de septiembre mientras las lluvias destruían las pocas vías de comunicación que unen diversas comunidades y ejidos de esta municipalidad, los teléfonos de la presidencia municipal sonaron inútilmente una y otra vez, para comunicar el hecho; los timbrazos, tenían la intención de solicitar el auxilio de las autoridades, principalmente al alcalde morenista, Fernando Reverte Granados, que enterado de lo anterior, optó por viajar a la ciudad de Durango, para escuchar la retahíla de mentiras, ficciones, pésimo histrionismo y fantasías del gobernador priista, Esteban Villegas Villarreal, en lugar de emplearse en la solución de la destrucción de caminos y puentes que aislaron a un buen número de las comunidades, ranchería y ejidos de sus mandantes.
Así, mientras las comunidades se ahogaban en agua, y las corrientes derrumbaban los puentes y caminos de las rancherías más pobres, Fernando Reverte Granados, el presidente de la Cuarta Transformación en Mapimí, viajaba raudo en su camioneta de lujo rumbo a Durango, a escuchar las ficciones gubernamentales del porro priista, Esteban Villegas Villarreal, en el recinto de la Feria Nacional Francisco Villa,-degradado por este porro a recinto ferial-, donde se esforzaba por saludar a quien se le pusiera enfrente, como lo atestiguan videos y fotografías.
Perteneciente al grupo de la diputada federal plurinominal, ex candidata a la gubernatura del estado, la corruptaza, Alma Marina Vitela Rodríguez, hace que el presidente municipal, se siente intocable, pues “mi jefa, está colada hasta arriba (del gobierno federal), así que no me preocupa lo que se diga o haga en contra mía”, según dicen algunas fuentes que trabajan en la alcaldía.
Productor de melón y sandía en la región de Ceballos, en donde no todos los años van bien las cosechas para los productores de estas frutas, Reverte Granados, cosecha dinero a manos llenas en los 2 últimos años que ha ocupado la presidencia, aunque sus parcelas no produzcan óptimamente.
“Jamás, se había visto tanto progreso en el alcalde, que ahora, tiene nuevos vehículos, abrió nuevas tierras de sembradío, construyó nuevas viviendas propias e incluso, ahora maneja una camioneta de súper lujo, producto de un moche de empresarios”, la compra de esta troca, no se explica con las supuestas ganancias de las cosechas recogidas en sus ranchos, mucho menos con el salario de alcalde.
Esta bonanza, alcanza a toda la familia Reverte Granados, incluido su hermano Luis, quien es de hecho el director de aguas. Luis Reverte Granados, tampoco puede ocultar la bonanza por la que esta familia cleptócrata esta atravesando aunque los servicios e infraestructura del municipio se derrumbe por ser obras mal hechas.
Así pasó con el puente de Santa Librada, pasadero que no aguantó el empuje de la riada del pasado 4 de mayo.
La presión del agua, descubrió las obras públicas chafas de Fernando Reverte Granados. Las mismas no cumplen las normas, están convertidas en edificaciones de apariencia, en infraestructura peligrosa. Pero son las construcciones que más dinero dejan a los corruptos como el alcalde de Mapimí, Durango.
Por eso, el viaducto cedió a las primeras avenidas.
La pasarela, simplemente no tenía varillas. Sólo fue un armatoste de cemento, pero sin alma de acero.
Ese 4 de septiembre, ciudadanos desesperados, usaron las redes sociales, las aprovecharon para avisar de la caída de la pasadera de Santa Librada y Santa Inés; pero el presidente municipal morenista, ni por enterado se dio.
Él lo que quería era asistir al Segundo Informe de Ruindad en el Corazón, de Esteban Villegas Villarreal.
Que lo vieran los funcionarios estatales, -pues tiene pendientes varias denuncias en el Congreso estatal para removerlo del cargo, denuncias en la Fiscalía Anticorrupción, sentencias del Instituto estatal y Participación Ciudadana (IEPC), además de que su Cuenta Pública, presenta serios desvíos en su manejo-, por ello, las llamadas de las comunidades no mellaron su ánimo de ir a rendir pleitesía, aunque las rancherías estuvieran inundándose.
Allá en el recinto ferial, parecía el padre de la quinceañera.
Saludaba a todos, enfundado en su eterno traje negro que charoleaba en las solapas, mientras agitaba el sombrero oscuro que usa en los eventos que el considera de gala, cuando en realidad sean de estulticia.
Treinta y seis horas después de desplomado el puente, Fernando Reverte Granados, se apareció con el Ejército mexicano
Treinta y seis horas después te desplomado el puente, Fernando Reverte Granados, se apareció con el ejército mexicano al paso derruido por la energía del agua.
Veinticuatro horas antes, sin importarle la suerte de los ciudadanos que quedaron aislados por la caída del puente del ejido Santa Inés y Santa Librada, el irresponsable presidente municipal de Mapimí, Fernando Reverte Granados, se ubicó orondamente en las instalaciones de la feria de Durango, intentando por todos los medios que los funcionarios públicos y partidistas que dominan en el estado, lo vieran.
A toda esta ralea, buscó saludarlos. Le urgía tomarse las fotos de rigor que atestiguaran su lealtad incuestionable hacia el gobernador priista, Esteban Villegas Villarreal, mientras en las comunidades rurales, la preocupación por la crecida de los arroyos creaba un clima nervioso en los campesinos que de antemano sabían que no contaban con la ayuda de autoridad alguna; temían lo peor, pero también perder las pocas pertenencias de sus familias.
Así, mientras el presidente municipal levantaba el pulgar desde su asiento en el recinto ferial, durante el Segundo Informe de la Ruindad del Corazón, de Esteban Villegas Villarreal, en señal de qué todo marcha bien, las rancherías aisladas por la riada se dedicaron a salvar sus patrimonios; escasos de por sí.
Tuvieron que pasar 36 horas, para que Fernando Reverte Granados, se presentara en el lugar del desastre.
Hasta allí llegó acompañado por tropas del 72 batallón del Ejército mexicano,” para ayudar a los afectados y restaurar la normalidad en la zona”; sí, 36 horas después, de la situación de emergencia que tenían las comunidades, mientras él decidía marcharse a la ciudad de Durango, en la camioneta que ciudadanos de Mapimí, aseguran que es producto de los moches que Reverte Granados, recibe de empresarios que no pagan impuestos de conformidad a las tablas catastrales.
De acuerdo con Reverte Granados, esto,” demuestra su compromiso con la comunidad y su interés en ayudar a los afectados por las lluvias”, lo que evidencia su ignorancia como funcionario público. De acuerdo a la ley, él no ayuda, es su obligación, estar o permanecer con la población en situación de crisis.
Fernando Reverte Granados, no ha entendido aún, que él es un empleado de los ciudadanos de Mapimí, punto.
No hay que darle tantas vueltas.
Para el día 6 de septiembre, frente al enojo de los habitantes de la zona y las denuncias que corrían en las llamadas redes sociales, Reverte, reconoció que la situación era grave, además de triste.
Luego trató de justificarse, arguyendo que,” ante la fuerza de la naturaleza, no hay nadie que detenga lo devastador que puede ser una tormenta; y más cuándo es por muchos días seguidos”.
Lo que Fernando Reverte Granados, no asume, es que este puente fue construido por él en tiempos recientes, brincándose todas las normas de construcción.
La pasadera, fue levantada sin varillas, sin armazones de acero, sin apuntalamientos encajados en el suelo.
Todos en Mapimí, conocen lo trocho y chafas que son las obras públicas que este alcalde entrega a la población.
Por decreto, -como en la película La Ley de Herodes-, no se ajusta a las reglas de edificación; eso le deja más dinero, con el que, sin duda, está acumulando bienes como nunca antes, cuando sólo era agricultor que producía sandías y melones.
Como en los tiempos del PRI, -cuándo este partido, se sentía padre de todos los mexicanos-,este morenista tan corrupto como los ex alcaldes del PAN y del PRI, declaró a través de sus boletines que,” En una clara muestra de apoyo y solidaridad, el alcalde se dirigió a las familias que están pasando por esta triste situación, comprometiéndose a apoyarlos en todo lo que esté al alcance de su mano”, lo que retrata a un padre al rescate de sus hijos, en lugar de desempeñar institucionalmente el cargo de presidente municipal.
Luego, para justificar su corrupción, incompetencia y valemadrismo, al largarse a escuchar el Segundo Informe de estulticia de Esteban Villegas Villarreal.
Fernando Reverte Granados, dijo,” los habitantes de estas comunidades, están conscientes de qué ante estas graves y enormes fuerzas de la madre naturaleza, cualquier puente hubiera caído”, sin embargo, los hechos allí están.
El puente del ejido San Inés y Santa Librada, nunca cumplió con los estándares de construcción, realidad que probablemente se reflejó en los bolsillos de este alcalde.
Han pasado siete días, desde que esta plataforma fue arrastrada por el agua, ahora, Reverte Granados, ha dispuesto que maquinaria pesada limpie el lugar, no obstante, los daños a las propiedades de los campesinos ya están hecho.
Esta situación no la resarce las pequeñas despensas que ha entregado.
Queda patente, que la ruindad del presidente municipal de Mapimí, Fernando Reverté Granados, no tiene límites, pues aparte de saquear los bienes del municipio, abandona a su suerte a la población, para ir aplaudir al peor gobernante que ha tenido el Estado, el porro priísta, Esteban Villegas Villarreal, que sólo entregó fantasías, delirios de grandeza, en manifestar que tiene un destino manifiesto.
Fernando Reverté Granados, no debe olvidar, que no ha comprobado los gastos de la cuenta pública que la Entidad Auditora Superior del Estado (EASE) le detectó.
Tampoco debe echar en saco roto, las denuncias por corrupción que tiene en la Fiscalía Especial contra la Corrupción del estado de Durango (FECCED), así como la solicitud de remoción del cargo que existe en el Congreso estatal para removerlo de la presidencia municipal.
Además, sobre su cabeza, pesa la sentencia del Instituto Estatal y Participación Ciudadana (IEPC), por violencia de género, que hasta este momento no ha cumplido.
Fernando Reverte Granados, del partido Morena, es un corrupto más que llegó a la alcaldía para enriquecerse ilícitamente, aunque evidentemente dañe el desarrollo del municipio y sus habitantes.
Si la ley se aplicara en este estado, Fernando Reverte Granados, el morenista de la 4T, debería estar en la cárcel.
Mapimí, tiene su Juan Vargas, “Varguitas”, personaje central de la película La Ley de Herodes.
Definitivamente, Reverte Granados, tiene buen perfil…sólo que de presidio.
X: @jmonrreall
(Demócrata Norte de México)