La religiosidad depende del cerebro

Amilcar Chan.
(Médico cirujano egresado de la Universidad Autónoma de Tlaxcala).

Todos hemos oído hablar de experiencias religiosas, sensaciones espirituales y estados de religiosidad en unas personas más que en otras, y esto se ha dado desde los orígenes del hombre.

Las experiencias  numinosas, divinas o de trascendencia ligadas a la religiosidad han sido estudiadas y entendidas a tal grado de poder afirmar a nivel científico que dichas sensaciones son el resultado de una hiperactividad eléctrica y química llevada al cabo en el  sistema límbico.

Desde hacía ya varios años se sabe que unas estructuras del cerebro llamadas sistema límbico o “cerebro emocional” son las responsables de las emociones, entre otras cosas.  El sistema límbico es un sistema formado por varias estructuras cerebrales que gestionan respuestas fisiológicas ante estímulos emocionales. Está relacionado con la memoria, atención, instintos sexuales, emociones (por ejemplo placer, miedo, agresividad), personalidad y la conducta. Está formado por partes del tálamo, hipotálamo, hipocampo, amígdala cerebral, cuerpo calloso, septo y mesencéfalo.

46919_N_25-10-11-22-30-45Históricamente, en la medicina se sabe del síndrome de Gastaut-Geschwind, el cual es un síndrome interictal, con síntomas que aparecen entre ataque y ataque, y su nombre se debe a que estos dos autores, uno francés y el otro norteamericano, llamaron la atención sobre estos síntomas que son fundamentalmente trastornos de la función sexual, hiperreligiosidad, hipergrafía, preocupaciones filosóficas exageradas e irritabilidad. Aparte de los trastornos de los instintos fisiológicos, como la sexualidad, la agresividad y el miedo, en estos pacientes aparecen «intereses intelectuales nuevos» con una preocupación por los temas religiosos, morales y filosóficos.

Esta hiperactividad, realizada sobre todo en el lóbulo temporal, es la que desencadena dichos estados y sensaciones religiosas, eso si, siempre relacionadas a la religión del grupo al que se pertenece y nunca hacia algún otro, por lo que se sospechaba que dichas experiencias eran sólo el resultado de una alteración química y/o eléctrica a ese nivel.

Experimentos realizados en Suiza, en el laboratorio de neurociencia de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne, dirigido por el neurólogo Olaf Blanke han podido demostrar que realmente es así. En el experimento se localizaron áreas del lóbulo temporal y regiones límbicas, y se estimularon con campos magnéticos focalizados dando como resultado “experiencias religiosas”.

A la vista de estos hechos, lo que llamamos espiritualidad son experiencias en las que determinadas estructuras de nuestro cerebro se encuentran muy activas (aunque algunos digan que presumiblemente se entra en contacto con supuestos seres espirituales).

A lo largo de la historia, el ser humano ha vivido siempre en dos mundos: el mundo natural y el llamado mundo sobrenatural. El hombre ha buscado siempre evadirse del mundo natural y buscar el ámbito que ha llamado sobrenatural, en el que pretendidamente se reúne con dioses, demonios, antepasados o familiares fallecidos.

Desde el punto de vista neurocientífico, el ámbito de lo sobrenatural no es un mundo que existe fuera de nosotros mismos, sino que es un producto de la actividad de nuestro cerebro.

El neurólogo estadounidense Kevin Nelson, dice lo siguiente: “Lo místico está antes del lenguaje, residiendo en estructuras cerebrales arcaicas que tienen que ver con nuestra supervivencia darwiniana. Mi fuerte corazonada es que las experiencias místicas existieron mucho antes de que el lenguaje llegara a nuestra especie. Esto es un pensamiento bastante sorprendente. Significa que otros animales aparte de los seres humanos pueden haber tenido sentimientos místicos”.

Muchos animales también buscan flores, lianas, plantas y hongos que contienen sustancias enteógenas para experimentar esos estados alterados de consciencia, por lo que podrían entrar en un éxtasis parecido al de los humanos, de hecho algunas drogas como la Ayahuasca pueden simular estos estados de manera importante, razón por la cual es buscada por curiosos que quieren tener una experiencia “cercana a su Dios”.

(sabersinfin.com).