Marx nos enseñó que en el capitalismo la única clase realmente revolucionaria es el proletariado, es decir, la clase obrera de la industria; ella había nacido con el capitalismo y sería la que en la lucha social contra la explotación sepultaría a la clase explotadora. Los campesinos, aunque mucho más pobres y más numerosos, no eran producto del capitalismo sino de una sociedad anterior; además de que no chocaban directamente con los capitalistas, sino con los terratenientes. Años después, Lenin diría que no se trataba de cualquier obrero, sino del proletario de la gran industria capitalista cuyos obreros eran experimentados y fogueados.
Estudiando la gran industria europea capitalista en Inglaterra, Alemania y Francia, Marx y Engels no estaban planteando cualquier revolución, lucha o levantamiento; ellos hablaban de una revolución anticapitalista que enterraría para siempre la explotación de la clase trabajadora y construiría una nueva sociedad igualitaria, que entonces le llamaron comunista. Lo que sucedió después es que no hubo en Europa revolución obrera alguna, que la Comuna de París de 1871 fue aplastada y, después de su muerte, hasta 1983 triunfó la Socialdemocracia en la Segunda Internacional, que planteaba la “reforma económica” en lugar de la revolución.
¿Qué pasó con la clase obrera que enterraría al capitalismo? ¿Coincidió ese último cuarto del siglo XIX con el desarrollo del imperialismo mundial, la preparación de guerras, la sustitución de las ideas revolucionarias por la lucha por la paz y el incremento de la persecución contra líderes radicalizados? Al parecer los triunfos de los Berstein y Kaustki, partidos socialdemócratas europeos, dieron un cambio de rumbo a lo que se conoció como el marxismo revolucionario. Aquella clase obrera de mediados de siglo, de los estudios de Marx y Engels, de los anarquistas de Bakunin que confluyeron en la Primera Internacional (1864-76) perdieron el rumbo.
Luego, en el siglo XX aparece Lenin, que durante el zarismo “feudal”, a falta de desarrollo fabril y clase obrera en Rusia, se ve obligado a crear su partido bolchevique con “intelectuales obrerizados” y campesinos. Con ellos hace la revolución en 1917, en medio de tropiezos que lo obligan a cambiar políticas económicas “por atraso y falta de desarrollo capitalista”. La clase obrera rusa fue muy secundaria en la revolución; sin embargo, con el prestigio alcanzado por Lenin y la revolución, se crea en 1919 la Tercera Internacional con el objetivo de extender las ideas a todos los demás países y al mismo tiempo construir partidos de apoyo a la única revolución.
Si la Primera Guerra (1914-1919) maduraría las condiciones para el triunfo de la Revolución Rusa, la Segunda Guerra (1939-1945) creará las condiciones para que unos 10 países más -sin revolución- se transformen en “zonas de influencia” de la Rusia stalinista; además de la Revolución China –encabezada por Mao y sus campesinos- que se impone a los japoneses y promete la construcción del socialismo. Esta revolución asiática -aunque no había un proletariado industrial desarrollado-, se hizo en nombre del marxismo y la clase obrera, pero la realidad es que la vanguardia y retaguardia fue de campesinos miserables y sin tierra.
Todas las demás revoluciones: la yugoslava, la cubana, la nicaragüense, asiáticas o africanas, se harían sin el predominio de la clase obrera. Incluso en México, donde la clase obrera fundó la Casa del Obrero Mundial (1912) (traicionada en 1915); creó la CROM en 1918, traicionada luego por Morones y el callismo; creó en 1921 la CGT anarquista, perseguida y desaparecida 10 años después; creó la CTM (1936), que llegó a tener más de tres millones de afiliados con poderosos sindicatos como de los ferrocarrileros, electricistas y mineros, no destacaron líderes revolucionarios, aunque si dieron batallas sindicales y económicas importantes.
¿Será que por falta de clase obrera los partidos políticos jamás dejaron de ser pequeños-burgueses o clase medieros? ¿Es por falta de clase obrera organizada por lo que no ha habido una revolución socialista en el mundo? ¿Por qué en los sesenta y setenta chistosamente buscábamos que en nuestros partidos militaran obreros e incluso queríamos que estuvieran en el comité central? Por ello también es importante hacer una revisión de lo escrito por el filósofo Marcusse en los sesenta y por todas las corrientes críticas acerca de la clase obrera que dicen se acomodó subordinada al sistema capitalista, así como el papel de los estudiantes, las mujeres y los marginales.