Mitos sexuales masculinos

Psicóloga Concepción Granados.

[quote_box_center]Uno de los grandes retos en nuestros días es aclarar a los jóvenes sus dudas sobre sexualidad, con el objetivo de mantener y llevar una vida más sana.[/quote_box_center]

Hoy se habla mucho de la disfunción eréctil (DE) y la mayoría de los jóvenes considera que esto sólo le pasa a los viejitos y que ellos no tienen por qué saber del tema; este es el primer error, ya que hoy más que nunca debemos tener la información para evitar que en el futuro nuestra vida sexual sea de mala calidad. A continuación se describen varios mitos sobre disfunción eréctil, a fin de informar a los jóvenes:

Mito: la disfunción eréctil sólo afecta a adultos mayores.

Realidad: la incapacidad de tener erección firme para sostener una relación sexual satisfactoria se puede presentar en personas jóvenes; incluso se estima que 10% de los hombres entre 18 y 40 años presenta algún grado de DE.

Mito: la disfunción eréctil es porque no me interesa el sexo.

Realidad: el varón puede estar muy excitado y desear un encuentro íntimo, pero su organismo no es capaz de responder a este estímulo.

Mito: la masturbación causa disfunción eréctil.

Realidad: esta práctica es normal y no ocasiona DE, pero puede representar un problema cuando sustituye a las relaciones sexuales con la pareja.

Mito: todo está en la cabeza.

Realidad: si bien algún trastorno emocional serio, como depresión, puede causarla, la gran mayoría de los casos se originan a partir de alguna enfermedad crónica (de larga duración) no controlada, como diabetes mellitus o hipertensión.

Mito: se cura sola.

Realidad: cuando un hombre presenta disfunción eréctil, no basta con “echarle ganas” para recuperarse, pues necesita asesoría médica a fin de encontrar la causa que la genera e iniciar el tratamiento adecuado.

Mito: los fármacos para la disfunción eréctil son afrodisiacos.

Realidad: a los afrodisiacos se les atribuye la propiedad de elevar el deseo sexual, pero no es el caso de estos fármacos, ya que su función consiste en mejorar la circulación de sangre al pene para lograr la adecuada erección que permita una relación sexual satisfactoria.

Mito: su efecto es inmediato.

Realidad: el cuerpo tarda algunos minutos en responder a la acción del fármaco.

Mito: basta tomarlo para lograr el propósito.

Realidad: el varón necesita recibir estimulación sexual, pues el uso del medicamento no es suficiente para lograr la adecuada firmeza del pene.

Los mitos son peligrosos porque ocultan la realidad y, en el caso de la disfunción eréctil, retrasan su tratamiento. Por ello, cuando el hombre presenta problemas de erección, lo más apropiado es consultar al médico, quien indicará la terapia a seguir.

(saludymedicinas.com.mx).