Más corrupción en salud
De la redacción de razacero.
Al desabasto de medicina por el millonario adeudo que la Secretaría de Salud del Estado de Durango tiene con la empresa Soriana, le siguen muchos actos de corrupción que los directivos de esta dependencia cometen, así como maltrato a los trabajadores y derechohabientes, quienes coinciden en señalar al Dr. Eduardo Díaz Juárez, titular de esta dependencia, y a la directora de Administración C.P. María de Lourdes Eugenia Díaz Herrera, como los principales responsables de las anomalías graves que cotidianamente suceden en este sector y que perjudican directamente a la ciudadanía.
Hoy, esta carencia de capacidad e interés por mejorar la calidad y atención a los derechohabientes se refleja en el Consejo Estatal para la Prevención y Asistencia de las Adicciones en Durango, en donde el pasado 22 de septiembre fue nombrado como su comisionado el Dr. Adrián Guadiana González, cuyo más relevante mérito curricular es ser el amigo íntimo del anterior comisionado, el Dr. Cuitláhuac Hernán Valenzuela Corral.
“El CEPAAD está en manos de una especie de comuna o cofradía en la que el jerarca es el Dr. Cuitláhuac Hernán Valenzuela. Ahora funge como comisionado su incondicional, Adrián Guadiana González, y este a su vez ha metido a trabajar a su esposa, Nidia Páez Pérez, como directora del Centro de Atención Primaria a las Adicciones (CAPA Norte)”, denuncian trabajadores de la Secretaría de Salud.
Este matrimonio, según la fuente, utiliza los recursos de este Consejo para uso personal, como por ejemplo los vehículos oficiales que usan hasta los fines de semana.
Aparte de este acto de nepotismo, los trabajadores denunciantes revelan que la ex directora de Administración del CEPAAD, Laura Reyes Sánchez, “hizo mal uso del presupuesto de las partidas federales para la ejecución de programas de combate a las adicciones y del Programa Nacional de Prevención del Delito ya que al menos en un par de ocasiones le otorgó contratos a su esposo, Armando Aguilar Rodríguez, quien ahora funge como asistente de Nidia Páez Pérez, directora del CAPA Norte”.
Lo peor de todo, comentan los trabajadores de Salud, es que “tanto el psicólogo Adrián Guadiana González como su esposa, Nidia Páez Pérez, no tienen la preparación ni la experiencia suficiente, así como ni la trayectoria o currículum para ocupar semejantes cargos”, concluyen.