La UJED: Corrupción hasta en el postgrado de la Facultad de Derecho
Martín Alberto Hernández González.
La corrupción es un problema que se da a nivel nacional, y tiene diversas aristas y formas de realizarse; esto, dicen los empresarios, genera pérdidas del 1% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, y en algunas familias de escasos recursos llega a costar hasta el 30% de los ingresos familiares.
Lo anterior, de entrada, es lamentable en la sociedad, pero ¿qué se puede decir cuando esta se da en lugares como la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Juárez del Estado de Durango?, lugar en donde precisamente se enseña Derecho y se habla de cosas como cultura de la legalidad, respeto y aplicación de las leyes.
Para esto, es importante resaltar que el primer acto de corrupción que comete un maestro es cobrar por una clase que no imparte, como pasa en el Postgrado de la Facultad de Derecho, en este caso hablamos del Dr. Enrique Cásares Nieto, quien no imparte para nada en el Doctorado la clase de Filosofía del Derecho y falta mucho en una diversa llamada Teoría Jurídica Contemporánea.
Lo anterior es posible debido a lo que tradicionalmente se conoce como compadrazgos o amiguismos de altos funcionarios de la Universidad, pues incluso el Doctor en comento se dice amigo del rector y altos mandos de la facultad donde imparte clase y, según él, se siente orgulloso de que lo apoden El alacrán puma.
Esto tal vez no parecería tan grave si se diera en otras facultades o instituciones, pero en Derecho, donde se rige por normas y entre conocedores de la materia jurídica, es increíble, como también es increíble que para que se cumpla con los reglamentos se les pregunte a personas como este pseudo maestro si los quiere acatar y si quiere cumplir con su obligación de tener un programa, que obviamente no tiene.
Y es precisamente esto lo que le dijo la Dra. Emma Garibay al profesor, en oficio de fecha 18 de abril de 2015, en donde respondía a una solicitud de que el profesor cumpliera con su obligación de entregar un programa de cada materia impartida y a la cual, como sólo puede pasar en nuestro México bonito, se respondió que se haría del conocimiento del profesor el que un estudiante solicitaba que cumpliera con su obligación en base a una ley universitaria.
Este hecho en sí mismo ya deja mucho que desear, pero sin embargo a este profesor, que incluso es suplente, se le permite por ser amigo de altos funcionarios de la Universidad y de la misma facultad.
Así, la Universidad gasta una buena cantidad de dinero proveniente de los recursos públicos en contratar a personas que no cumplen con impartir sus materias, pues recordemos que la UJED recibe dinero de todos nosotros, dinero que se usa inclusive para pagar viajes de personas que las mismas autoridades de la Universidad saben que no hacen su trabajo.
Esto se afirma pues el distinguido catedrático ni siquiera se molesta en dar calificaciones para cada una de sus materias, sino que al estilo flojo, y porque se lo permiten en la División de Estudios de Postgrado de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, únicamente entrega una calificación, que es repetida, en sus dos materias que debería impartir y no lo hace.
El problema real radica en que mientras se permita que esto pase en lugares donde se enseñan valores como la Justicia y estén solapados actos de corrupción como los antes señalados, en la sociedad seguirá permeando la idea de que “con el sistema no se puede” y que es mejor dar una mordida o ser parte de la corrupción, como dar dadivas o mordidas a funcionarios, maestros, etc.
Y las preguntas obligadas aquí son: ¿Por qué se permite esta corrupción en la casa de formadores de Justicia como la FADER? ¿Qué intereses existen en esta facultad para pagar por cosas que no se hacen? ¿De quién hay que ser amigo para cobrar en la Universidad sin trabajar?
La institución no puede decirse ajena de desconocer esta situación, pues el mismo Doctor lo ha hecho de su conocimiento en escritos dirigidos a la Directora del Postgrado, así como a la Secretaria Administrativa del mismo y al Encargado de Servicios Escolares de esta división, como fue en escrito de fecha 2 de octubre del presente año.
Por esta razón hoy nos preguntamos: ¿si esto pasa en “Derecho” qué más no pasará en el resto de la Universidad? Y ya no con titulares de materias sino, lo grave, con simples suplentes como el “Dr.” Enrique Cásares Nieto, quien incluso en un consejo de entre pares fue avalado de hacer dichas prácticas que pueden ser tachadas de ilegales e inclusive fraudulentas al cobrar por algo que no hace y que sus jefes están enterados y no hacen nada al respecto porque es amigo de quien sabe quién.
De este tamaño esta la corrupción en la máxima casa de estudios de Durango, específicamente dentro de la División de Estudios de Postgrado de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.