Silvestre Revueltas

De la redacción de razacero.

Silvestre Revueltas Sánchez, compositor, violinista y director de orquesta mexicano nacido en Santiago Papasquiaro, Durango, el 31 de diciembre de 1899, es considerado uno de los máximos y más influyentes representantes de la corriente nacionalista. Formado como violinista y director de orquesta en esta su tierra natal y en los Estados Unidos, empezó a componer relativamente tarde, a la edad de 31 años, seguramente influido por el ejemplo de Carlos Chávez, de quien fue director asistente entre 1929 y 1935 en la Orquesta Sinfónica de México.

PÁG. 12 (2).Compositor autodidacta, su producción musical es muy escasa, aunque valiosa, con títulos como “El renacuajo paseador”, de 1933, y las obras orquestales “Ocho por radio”, de 1933; “Redes”, 1935; “Homenaje a Federico García Lorca”, 1935, y “La noche de los mayas”, en 1939.

Destaca entre sus obras “Sensemayá”, compuesta en 1938, su partitura más conocida dentro y fuera de México. Un profundo conocimiento de la música mexicana y la primacía absoluta del ritmo otorgan a estas páginas de Revueltas un singular atractivo.

Silvestre Revueltas fue el mayor de cuatro hermanos que cultivaron diferentes disciplinas artísticas (José fue escritor; Fermín, pintor, y Rosaura, bailarina y actriz). Desde muy joven manifestó interés por la música. En 1913 ingresó al Conservatorio Nacional y en 1917 viajó a Estados Unidos para perfeccionar sus estudios de violín.

En los años veinte y treinta difundió la música de concierto en toda la República Mexicana, ocupó la subdirección de la recién creada Orquesta Sinfónica Nacional (1928-1935) y dirigió la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios.

Movido por sus convicciones políticas viajó a España, donde apoyó la causa republicana durante la Guerra Civil Española, de 1936 a 1939. De regreso a México continuó desarrollando su labor docente. El devenir de la Guerra Civil, sin embargo, le había sumido en una profunda melancolía que no hizo sino aumentar una destructiva adicción al alcohol que acabó prematuramente con su vida.

Silvestre Revueltas formó parte de un grupo de autores nacionalistas que buscaba la renovación de las formas recuperando los valores de la música indígena y el pasado prehispánico, acercándose al mismo tiempo a los lenguajes de la vanguardia europea para, a partir de ésta, obtener una auténtica expresión nacional. En el marco de esta corriente nacionalista, la música dionisiaca y vital de Revueltas ofrece novedades en todos los sentidos. Revueltas aprovechó todos los recursos instrumentales, dio a las cuerdas papeles percutivos y a los metales un énfasis melódico que recuerda el sonido de las bandas pueblerinas. Su obra abarca desde piezas para dotaciones pequeñas, como es manifiesto en “Ocho por radio”, hasta obras para gran orquesta, como “Sensemayá”, de 1938, título que hace referencia a una serpiente tropical y que es la obra más conocida de Silvestre Revueltas. Para el cine elaboró partituras que han seguido interpretándose en forma independiente, como “Redes” (1935) y “La noche de los mayas” (1939). Sus composiciones fueron numerosas, entre ellas destacan, los poemas sinfónicos “Cuauhnáhuac” (1930), “Esquinas” (1930), “Ventanas” (1931) y el ballet “El renacuajo paseador” (1933).

Silvestre Revueltas murió en la ciudad de México el 5 de octubre de 1940 a la edad de 40 años.

La música de Revueltas ha despertado el interés musicológico internacional, fenómeno que no se observó hasta 50 años después de su muerte. Las diferentes investigaciones lo han perfilado como un compositor cuya importancia lo coloca dentro de los creadores más originales de la música del siglo XX.