La lucha por el poder en el sindicato de la Secretaría de Salud del estado de Durango
Fernando Miranda Servín.
La alternancia por fin llegó a Durango con la dramática caída del casi nonagenario régimen priísta y el triunfo del ex senador José Rosas Aispuro Torres, personaje más ligado a la ciudadanía que a cualquier partido político. Por ende se entiende que las cosas en el quehacer político deberán de desarrollarse de manera completamente diferente a la que los duranguenses han testimoniado durante los 87 años que el PRI ejerció un detestable cacicazgo totalitarista en esta entidad.
Y esta interpretación del cambio que ya se dio en las urnas se está proyectando en todos los espacios de la sociedad duranguense, esos espacios que todavía se encuentran asfixiados por el dominio priísta, pero con lo sucedido el pasado 5 de junio se espera que en breve se vayan liberando de esa terrible opresión.
Y uno de esos cotos de poder es el sindicato de la secretaría de Salud del estado de Durango, siempre puesto por sus líderes bajo el sometimiento de los gobiernos locales en turno.
Hoy, al igual que esta última administración priísta del Dr. Eduardo Díaz Juárez pasó a los registros como la peor en toda la historia de Durango, el liderazgo sindical también se caracterizó por ser el más entreguista y menos eficaz con el Dr. Guillermo Burciaga Alvarado.
“El Dr. Guillermo Burciaga hizo todo lo que criticaba de la anterior líder, Bernarda ‘Narda’ Pérez Moreno, ya que defendió más los intereses del gobierno estatal y los del secretario de Salud, Dr. Eduardo Díaz Juárez, que los intereses de sus compañeros”, manifiestan trabajadores entrevistados que piden omitir sus nombres por temor a represalias.
“El periodo del Dr. Burciaga Alvarado terminó desde el 30 de marzo de 2015 y apenas hasta hoy 28 de junio sacaron la convocatoria para elegir al nuevo secretario del sindicato. Durante un año tres meses violentaron los estatutos y la democracia”, expresan y continúan:
“Al momento, más de 4 mil trabajadores de la secretaría de Salud hemos firmado un documento exigiendo la destitución inmediata del Dr. Burciaga y no estamos dispuestos a permitir que el grupo que ostentó el poder durante todo este sexenio nos imponga nuevamente a un líder sindical manipulado, como pretenden hacerlo el Dr. Burciaga Alvarado y el secretario de Salud, Dr. Eduardo Díaz Juárez, promoviendo ya al Dr. Rocha Acosta para ocupar la dirigencia de nuestro sindicato.
“Con el Dr. Burciaga los pagos de aguinaldo, gratificaciones y vales de despensa siempre se pagaron a destiempo y los trabajadores formalizados, regularizados y homologados no pudieron escalafonar para obtener mejores códigos pues este fue un privilegio que solamente fue dado a los recomendados del Dr. Díaz Juárez y su séquito cercano; los sueldos de los trabajadores administrativos no fueron incrementados y en la formalización de plazas valieron más los ‘dedazos’ que la antigüedad”, acusan los trabajadores de Salud.
También, denuncian, otra corriente sindical de no tan gratos recuerdos está buscando la primera posición en el sindicato, como la encabezada por el Dr. José Luis Martínez Prado, quien fue líder de este gremio a principios de la década de los años 90. “El Dr. Martínez Prado quiere imponer al Dr. Jesús Ramos como secretario general del sindicato”, señalan los trabajadores.
“El Dr. Martínez Prado tiene antecedentes de corrupción como ex líder sindical, pero sigue teniendo influencia en el gobierno estatal, actualmente su hermano, Jesús Martínez Prado, cobra un sueldo como cocinero en el Centro de Salud Núm. 2, pero en este centro ni siquiera hay cocina”, denuncian.
Y otra protagonista ya harto conocida en el sector Salud también quiere, de nueva cuenta, ser secretaria del sindicato, se trata de la temida enfermera Bernarda “Narda” Pérez Moreno, quien respaldada supuestamente por algunos personajes cercanos al gobernador electo de Durango, José Rosas Aispuro Torres, pretende volver a las andadas.
“Bernarda ya fue líder sindical durante dos períodos de tres años, y uno de 4 años (2008-2012) sumando 10 años en el cargo. A ‘Narda’, aparte de los vicios que impuso en el sindicato como la asignación de plazas de manera turbia y sus actitudes prepotentes y déspotas, se le recuerda por el escándalo de las 25 enfermeras ‘patito’ que metió a trabajar a la secretaría poniendo en riesgo la vida de los pacientes pues ninguna de ellas contaba con la preparación para desempeñar ese cargo; la hermana de ‘Narda’, Irma Pérez Moreno, tiene una plaza de enfermera sin serlo”, acusan los trabajadores indignados.
Ante este panorama de candidatos sórdidos, solamente dos aspirantes parecen llenar las expectativas de los trabajadores del sector Salud: el popular Dr. Martín Rocha Hernández, más cercano a los trabajadores y que conoce ampliamente las problemáticas que viven, y el Dr. Juan Ramón Sifuentes, quien ha sido fuerte crítico del dirigente sindical, Dr. Guillermo Burciaga.
A estas alturas del sexenio totalitario priísta que está a punto de terminar ya se siente la influencia del gobernador electo José Rosas Aispuro, el gobernador ciudadano, el gobernador de verdad, como el mismo se ha definido, por lo que la mayoría de los trabajadores de la secretaría de Salud esperan que con esta convocatoria tan esperada para renovar a su sindicato se realicen elecciones libres en las que los dados no estén cargados hacia esos grupos de poder ya de sobra conocidos por su alta nocividad.
En este contexto de auténtica apertura democrática, cualquiera de los doctores antes mencionados, Martín Rocha Hernández o Juan Ramón Sifuentes podría ser el futuro secretario general del sindicato de la Secretaría de Salud. La última palabra, por supuesto, la tendrán los trabajadores de este sector el próximo 18 de julio, día en que acudirán a las urnas para elegir a sus representantes.