La autoestima de la mujer y su influencia en la sexualidad
Ezequiel López Peralta.
Master en Sexología.
Cuando tenemos baja autoestima solemos contar con “conspiradores internos” que nos boicotean en la vida, y claro que también en la cama. Los resultados traducidos a comportamientos pueden ser muchos: olvidarnos de nuestro placer y centrarnos en el disfrute del otro, no poner límites cuando algo no nos gusta, tener una conducta sexual pasiva, tolerar situaciones violentas, rechazar el encuentro íntimo, descuidar nuestra imagen, tener conductas “matapasiones”, entre otras.
En general esperamos que las relaciones de pareja fortalezcan nuestra autoestima, pero eso no siempre ocurre, y muchas relaciones en realidad lo que hacen es profundizar un autoconcepto negativo. De todos modos pienso que las características de nuestra autoestima son las que nos llevan a elegir un cierto tipo de relación de pareja, más sana o más patológica. Luego, el resto son círculos viciosos que quizás con claridad mental y orientación podemos superar.
Veamos ahora cuales son los principales determinantes en la construcción de una autoestima sólida o débil. Los hombres centran su autoestima en el rendimiento sexual: el tamaño de su pene, la rigidez de sus erecciones, el control de su eyaculación, el manejo de posturas sexuales acrobáticas, la capacidad para conquistar y complacer a muchas compañeras sexuales. Las mujeres, en cambio, se preocupan mucho más por su estética: el tamaño o forma de los senos, la tonicidad de los glúteos, las curvas pronunciadas de su cuerpo, la reducción de gorditos y celulitis.
Finalmente, ¿cómo trabajar sobre una autoestima dañada? Es importante saber que la autoestima es el producto de múltiples factores y experiencias vividas. Entonces, detectando creencias erróneas, construyendo pensamientos alternativos y propiciando experiencias positivas podemos reconstruirla, muchas veces con el apoyo de una psicoterapia.
(latam.discoverymujer.com).