¿Conoces tus derechos sexuales? ¡Existen!

Lula Mor.

Las mujeres tenemos derecho a tener orgasmos durante una relación sexual, a disfrutar del sexo y a no sentirnos culpables por ello. Y muchas veces sacrificamos esos derechos por miedo a perder a una pareja o por prejuicios.

Pero además, hay derechos sexuales establecidos por la ley en algunos estados y en algunos países, que van más allá del placer sexual y abarcan áreas como la salud, la libertad de expresión, la reproducción y la maternidad. Estos derechos reconocen y reafirman que la sexualidad es un aspecto central del ser humano presente a lo largo de su vida.

Los derechos sexuales están relacionados con la posibilidad de recibir educación sexual, de defender los derechos reproductivos, de expresar la sexualidad sin ser objeto de discriminación o abuso y de tener una vida sexual saludable, sin violencia ni coerción.

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El derecho a la sexualidad (uno de los derechos sexuales) reconoce y defiende la libertad de orientación sexual de las personas. Es decir, nadie debe ser despedido de su trabajo, o no aceptado en un bar o negocio porque sea gay, o lesbiana o bisexual. Y este derecho es uno de los más conocidos.

Otra forma de hacer uso de los derechos sexuales es pidiendo y recibiendo información sobre la sexualidad y la reproducción y acceder a servicios de salud y a métodos anticonceptivos.

También es un derecho sexual el decidir si quieres o no tener hijos, y a qué edad quieres tenerlos.

Otro derecho sexual es el de poder tener una vida sexual saludable, placentera, sin sufrir discriminación, coacción ni violencia sexual (como mutilación genital femenina, embarazo forzado, aborto forzado, esterilización forzada y matrimonio forzado).

Los derechos sexuales también incluyen el acceso a educación sexual y una vida activa sexual protegida de enfermedades y de riesgos. Y también a tener sexo sin necesidad de que sea para reproducirse, entre otras cosas.

Muchas organizaciones trabajan desde hace años en defensa de estos derechos, que en algunos lugares son ignorados en forma constante o no aceptados como legítimos. En otros países no están ni aprobados siquiera y hay controversia permanente acerca de algunos puntos.

¿Conoces qué derechos sexuales tienes en el lugar donde vives?

(siempremujer.com).