Mujeres y hombres organizando casquillos en la fábrica de llenado en Chilwell
Trabajadora el ferrocarril descargando víveres.
Manejando una grúa.
Mujeres de la Women Royal Naval Service armando una mina.
Probando una mina mediante presión de aire.
Operando las señales de ferrocarril.
Limpiando la locomotora.
Un par de pintoras dan color a un avión en una fábrica cerca de Birmingham.
En una fábrica de latón.
Dos mujeres llenando costales con asbesto en Lancashire.
Una trabajadora le da forma a una llanta.
Operando una extrusionadora de caucho en una planta de llantas.
Llenando un contenedor con nitrado de sodio.
Pintango vigas de acero.
Trabajadoras ensamblan casquillos para artillería.
Construcción y acabado de alas para avión.
Pintando vehículos militares.
Apilando madera en un aserradero.
Retirando la tierra para la instalación de bombas hidráulicas.
Una trabajadora especializada en motores eléctricos.
Trabajadoras en una planta de goma en Lancashire, hacen la pieza bucal de las máscaras de gas.
Mujer soldando una pieza para el marco de un avión militar.
Laborando en un laboratorio químico.
Una operaria retirando un lote de nitrato de amoniaco del secador, en una planta química.
Cargando carretillas con cal.
Trabajadoras de la curtiduría recogen cuero de la pila de cal.
Trabajadoras de la curtiduría.
Una instructor de la Royal Navy da indicaciones a las nuevas reclutas.
Tejiendo redes con minas dentro.
Operadora de una grua de 20 toneladas.
Manufactura de arneses eléctricos.
Trabajadoras hacen partes para calentadores y condensadores de agua.
Preparando los moldes para un barco de concreto.
Operadoras de torno.
Operando una sierra circular.
Preparando la estructura de un avión.
Trabajadoras en una curtiduría.
Enrique R. Luna.
Cuando Gran Bretaña entró a la Primera Guerra Mundial en 1914, miles de mujeres se unieron a la batalla como fuerza laboral, ocupando las vacantes que los hombres enviados al frente dejaron atrás.
Además de tomar el control en el transporte público, bancos, policía y bomberos, las mujeres dominaron la industria manufacturera contribuyendo a ganar la guerra.
Las féminas llenaron los pisos de las factorías produciendo artillería pesada, máscaras de gas, tanques, barcos, aviones, minas y diferentes municiones.
Cientos murieron por las condiciones inseguras e insalubres del ambiente. Sumado a un entorno laboral extenuánte, difícil y arriesgado, la alta exposición a químicos precursores del TNT generaba daños en la piel de las trabajadoras, tornándola de color amarillo, razón por la cual las obreras del sector eran apodadas “canarias”.
La paga, significativamente menor a la de sus homólogos hombres, las llevó en 1918 a organizar una huelga por un salario igualitario. Centenas de mujeres paralizaron las paraestatales del transporte público, poniendo en pausa los servicios de autobus, tranvía y metro de Londres.
Terminado el conflicto, muchas de ellas fueron despedidas para dar cabida a los veteranos que regresaban de las trincheras.
Esta galería de fotografías, ofrecida por la Universidad de la Columbia Británica, muestra a las mujeres que tomaron el control de la clase obrera durante el conflicto mundial que modificó las fronteras de Europa y sacudió al mundo por primera vez.