Políticos mexicanos son socios de petroleras extranjeras (Parte ll)
Jesús Ramírez Cuevas.
El gobierno de Enrique Peña Nieto, el PRI, el PAN y sus aliados privados, nacionales y extranjeros, han lanzado una campaña para convencer a los mexicanos de las bondades de aprobar la reforma energética. Sin embargo, no hablan una palabra del tráfico de influencias y de la corrupción que aquejan a Pemex.
Las empresas petroleras extranjeras que pretenden apoderarse del petróleo y el gas de México, tienen buenos aliados en nuestro país. Además de Peña Nieto y su gabinete, hay ex funcionarios públicos, antiguos directores de Pemex y titulares de Hacienda y de Energía de los gobiernos de Salinas, Zedillo, Fox y Calderón que trabajan para las trasnacionales y bancos de inversión en negocios del sector energético. Ellos impulsan y cabildean a favor de la reforma de los artículos 27 y 28 constitucionales, de la apertura total del sector y de la venta de activos de Pemex.
Las empresas petroleras extranjeras en las que trabajan ex funcionarios mexicanos del PRI y del PAN, están metidas hasta la médula en las labores de Pemex y de la CFE. Aprovechando sus relaciones como servidores públicos, fueron contratados por empresas privadas del sector petrolero y energético. Estos personajes cabildean y acuerdan licitaciones y contratos de Pemex y la CFE a modo. Tienen contactos en áreas estratégicas del sector energético.
Los nombres de ex directores de Pemex y ex secretarios de Energía como Jesús Reyes Heroles y Luis Ramírez Corzo, Georgina Kessel, Juan José Suárez Coppel, así como de Pedro Aspe Armella, aparecen en informes del mercado energético como “nuevos agentes financieros” y “jugadores clave” en la “apertura” del sector a la inversión extranjera.
Son cabilderos con información privilegiada, socios de empresas, empleados de trasnacionales y traficantes de influencias que logran contratos y licitaciones a modo para que se los otorguen a las empresas extranjeras para las que trabajan.
Juan José Suárez Coppel, director de Pemex de 2009 a 2012. Antes fue coordinador de asesores del secretario de Hacienda, tesorero corporativo de Televisa, funcionario de Banamex para derivados y vicepresidente del Grupo Modelo. Suárez Coppel no esperó ni un año de finalizar su gestión para ser reclutado por la empresa del sector energético Jacobs Engineering Group, a la que él mismo había otorgado un contrato. Esta empresa que tiene sede en Houston, Texas, obtuvo contratos con Pemex para construir 18 plataformas en el yacimiento Ku-Maloob-Zaap, por un monto de 2 mil 500 millones de dólares.
Siendo director de Pemex, fue responsable de grandes pérdidas en Pemex por la compra irregular de acciones de la petrolera española Repsol. En octubre de 2011, sin autorización del consejo de administración de Pemex, Suárez Coppel decidió incrementar la tenencia accionaria de la paraestatal en la trasnacional Repsol con el argumento de que era un negocio rentable. La operación significó una pérdida para el erario por 10 mil 125 millones 912 mil pesos.
Respaldado por el presidente Felipe Calderón y la secretaria de Energía, Georgina Kessel, en 2011 Suárez Coppel autorizó la contratación de deuda para que Pemex comprara acciones en Repsol. En enero de 2013, Pemex reportó una pérdida de cerca de 920 millones de dólares, incluyendo los intereses sobre el crédito adquirido para comprar las acciones de Repsol-YPF. Éste es un ejemplo de la mala administración de Pemex y del mal uso de los recursos públicos del país.
Como director de Pemex, Suárez Coppel creó una “tesorería paralela”. A partir del 27 de mayo 2010 estableció una compleja ingeniería financiera entre las subsidiarias de la paraestatal que derivó en la creación de una “tesorería centralizada paralela a la de Pemex”, controlada por la subsidiaria PMI Holdings BV, con sede en Ámsterdam, de acuerdo con información de la Auditoría Superior de la Federación.
En los últimos años, Pemex realizó importantes operaciones financieras internacionales a través de la constitución de empresas filiales y figuras de fideicomiso no reguladas por estar radicadas en el extranjero. Así por ejemplo, el vehículo financiero “Pemex Project Funding Master Trust”, con sede en Delaware, Estados Unidos, fue utilizado por la paraestatal para la emisión de los principales montos de deuda contingente asociados con los proyectos Pidiregas (Proyectos de Inversión de Infraestructura Productiva de Largo Plazo). La deuda contratada por este Fideicomiso se benefició de la garantía irrevocable e incondicional de Pemex y de sus organismos subsidiarios: Pemex Exploración y Producción, Pemex-Refinación, y Pemex-Gas y Petroquímica Básica. Los proyectos Pidiregas fueron financiados fuera del presupuesto y no se sometieron a las reglas presupuestarias establecidas en el Presupuesto de Egresos de la Federación cada año. Estas operaciones son irregulares porque fueron realizadas fuera de la norma y de la ley.
En el caso de la compra del 5% de acciones de Repsol en 2011, la tesorería paralela de Pemex aportó inicialmente los recursos para incrementar las acciones de Pemex hasta casi 10%. Pemex contrató un préstamo otorgado por el banco francés Crédit Agricole. Con esa operación aumentó la deuda de Pemex al tiempo que disminuyó el valor de las acciones por la crisis de la empresa española. Fueron pérdidas por partida doble.
Desde la administración de Calderón, Pemex Exploración y Producción se ha convertido en mera administradora de contratos. En la gestión de Suárez Coppel las empresas trasnacionales como Schlumberger, Halliburton y Weatherford concentraron el mayor número de contratos otorgados por licitaciones internacionales por un monto de más de 200 mil millones de pesos.
La estadounidense Weatherford ganó 25 contratos con valor de 22 mil 978 millones de pesos. Uno solo de los contratos es por más de 646 millones de dólares para perforar y terminar 500 pozos petroleros en Chicontepec. Consentida del panismo, la francesa de servicios Schlumberger, que encabeza en México el ex director de Pemex, Adrián Lajous, ganó 216 contratos por cerca de 97 mil 736 millones de pesos. A su vez, a la estadounidense Halliburton, vinculada con el ex vicepresidente de Estados Unidos Dick Cheney, se entregaron 128 contratos con un valor de 80 mil 485 millones de pesos.
Pese a que los contratos más cuantiosos se concentran para la explotación en Chicontepec, la región apenas contribuye con 2% de la producción total del país. Es decir, es un negocio solo para las petroleras extranjeras y un desfalco para México.
Otra empresa también beneficiada por Suárez Coppel, con 10 contratos, fue Global Drilling Fluids, dirigida por Alfredo Coppel Salcido que, según versiones periodísticas, está vinculada con el ex director de Pemex.
Georgina Kessel Martínez es economista por el ITAM y doctora por la Universidad de Columbia. Fue secretaria de Energía y directora de Banobras en el gobierno de Felipe Calderón. En 2013 se integró al Consejo de Administración de la compañía española Iberdrola, con grandes inversiones en nuestro país en materia de energía. Como en el caso de Suárez Coppel, Kessel violó la Ley de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos al incorporarse a trabajar en empresas vinculadas al sector donde fue funcionaria pública, lo que prohíbe la ley si no ha pasado por lo menos un año de dejar el cargo.
Como titular de Energía y presidenta del consejo de administración de Pemex, de diciembre de 2006 a enero de 2011, participó en la adjudicación de los mayores contratos a Iberdrola por más de mil millones de euros. Iberdrola es una de las empresas privadas que ha incursionado como productor independiente de energía y le vende a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El 11 de noviembre de 2008, una vez aprobada la reforma energética impulsada por Calderón, Kessel declaró que “70% de las actividades de Pemex en exploración y producción ya las realizan otras empresas”. Después Iberdrola la contrató. Favor con favor se paga.
Adrián Lajous Vargas. En tiempos de Zedillo, Adrián Lajous fue director de Pemex (1994-1999), y siguiendo los mismos pasos del ex presidente, ahora participa en la junta directiva de la petrolera trasnacional Schlumberger. Después de estar al frente de la paraestatal, Lajous logró ser incluido en el consejo de ocho multinacionales, tan exitosas que en conjunto lograron contratos por 73 mil millones de pesos con Pemex.
Desde 2001, Adrián Lajous también ha sido el principal asesor de energía de McKinsey, presidente de Petrométrica, consultora de energía, y director de Translation y Ternium, S.A., empresa dedicada a la producción y distribución de productos de acero.
Actualmente, Lajous es director de Schlumberger, empresa de servicios petroleros, suministro de tecnología y gestión de proyectos para la industria de aceite y de gas. Ha sido uno de los principales impulsores de la reforma energética, sobre todo para modificar los artículos 27 y 28 de la Constitución y aprobar licencias y permisos a petroleras extranjeras para explotar el petróleo y el gas.
Entre las contratistas más favorecidas por Pemex hay cinco vinculadas a Adrián Lajous, que entraron al círculo de la información privilegiada: la consultora McKinsey, Schlumberger, la minera y acerera Ternium, la fabricante Trinity Industries y la proveedora de petroquímicos Beta.
Desde su salida del gobierno en 2000, Lajous se convirtió en consultor privado del banco Morgan Stanley que ahora respaldará financiamientos para los nuevos negocios que esperan la reforma energética.
Hay denuncias contra Lajous por divulgar información estratégica para beneficiar a empresas privadas nacionales y extranjeras en licitaciones de contratos millonarios con Pemex. Apenas un mes después de finalizar su gestión en Pemex, Lajous fue contratado en Texas por la consultora McKinsey and Company, con sede en Houston. Trabajó ahí hasta septiembre de 2012. Dos meses antes de que Lajous dejara la compañía, Pemex Exploración y Producción le otorgó un contrato por adjudicación directa a McKinsey por 330.7 millones de pesos.
El contrato fue para que Pemex actualizara la “planeación estratégica y la implementación y seguimiento de sus objetivos estratégicos para 2012”, cuyo diseño había hecho McKinsey un año antes y que le dio acceso a los planes de exploración y explotación de Pemex hasta 2015; por la elaboración de la Estrategia Nacional de Energía, la empresa estadounidense ganó 85.9 millones de pesos.
En 2007, cuando el director de Pemex era Jesús Reyes Heroles, McKinsey ganó el proyecto de aplicar el programa estratégico de PEP para el periodo 2007-2015, por el que le pagaron 75 millones de pesos. También prestó “servicios especializados” en los proyectos de aguas profundas y Chicontepec. A su vez, actualizó el proceso de incorporación y reclasificación de las reservas de Pemex.
Es tal la intervención de McKinsey en Pemex que dos ex empleados de la empresa se incorporaron a la paraestatal: Carlos Murrieta Cummings, quien pasó de ser representante en México de McKinsey a fungir como director corporativo de operaciones de Pemex, donde todavía continúa, y Esteban Levin Balcells ejecutivo de McKinsey, quien en 2009 fue nombrado director de finanzas de Pemex.
La otra empresa favorecida por Pemex donde participa Adrián Lajous, es Schlumberger que, en 2010, ya se ostentaba como la contratista más importante de la petrolera mexicana. Las filiales de Schlumberger en México han firmado 322 contratos con Pemex PEP, 26 con el Instituto Mexicano del Petróleo, ocho con la Compañía Mexicana de Exploraciones, cuatro con la Comisión Federal de Electricidad y tres con Pemex PMI Comercio Internacional.
En junio de 2008, Schlumberger obtuvo un contrato por 9 mil 938 millones de pesos para operar pozos en Chicontepec y otro para la operación del laboratorio de campo Agua Fría por mil 487 millones de pesos. Schlumberger se convirtió en la compañía a quien Pemex confiaba los contratos de mayor envergadura en exploración, producción y obtención de información de los pozos petroleros.
A la llegada de Peña Nieto al gobierno esta relación continuó. De acuerdo con el ingeniero petrolero Francisco Garaicochea: “Schlumberger tiene en exclusividad la concesión de tomar, procesar y analizar los registros geofísicos de cada pozo que se perfore, con lo que dispone, de primera mano, de la información fundamental que se utiliza para calcular las reservas de hidrocarburos del país”.
Entre febrero y agosto de 2013, Schlumberger ha ganado contratos que suman 7 mil 628 millones de pesos solamente con Pemex Exploración y Producción. Algunos de estos contratos han sido adjudicados de manera directa, sin licitación.
Durante el último sexenio, Adrián Lajous formó parte de otras tres compañías que tienen negocios con Pemex. De acuerdo con la revista Forbes, en 2011 Lajous obtuvo ganancias anuales por su participación en dos de estas compañías por 571 mil 867 dólares, sin contar las otras cuatro empresas de las que forma parte.
Accidentes, Minas y tubos
Grupo Technit, de origen argentino-italiano, ha celebrado con Pemex contratos por casi 65 mil millones de pesos. En 2006, Lajous se incorporó al consejo de administración de Ternium de la acerera de Techint.
El Grupo Techint ha realizado inversiones millonarias en México a través de tres de las subsidiarias de su petrolera Tecpetrol, la fabricante de tubos Tenaris y la acerera Ternium, que tiene minas de hierro en Jalisco, dos en Colima y una en Aquila, Michoacán.
En julio de 2013, la planta de Ternium en San Nicolás de los Garza, Nuevo León, tuvo una explosión que dejó 10 trabajadores muertos. Se exoneró a la empresa. Un mes más tarde, la minera fue acusada de haber influido en la detención de las guardias comunitarias del municipio de Aquila.
A pesar de las acusaciones en Michoacán y la explosión de su planta, en septiembre de 2013, Enrique Peña Nieto inauguró el Centro Industrial Ternium en el municipio de Pesquería, en Nuevo León, con una inversión de mil 100 millones de dólares. Días antes, anunció la inversión de otros mil millones de dólares para construir una central termoeléctrica alimentada con gas natural en Nuevo León.
El mismo presidente de Techint, Paolo Rocca, dijo que “la reforma energética recientemente anunciada, contribuiría al éxito de esta importante inversión”.
Pero aún sin reforma energética a Techint le va bien. En abril de 2010 la filial Burgos Oil Services, de Tecpetrol, ganó un contrato con Pemex por adjudicación directa de 976 millones de pesos para operar un laboratorio de campo en el yacimiento de Chicontepec. Tubos de Acero de México (Tamsa), en los últimos años ha ganado con Pemex otras adjudicaciones directas para suministrar tubos de acero y tubería de perforación para pozos. Tres de los contratos más onerosos se firmaron entre agosto de 2010 y 2012, y sumaron 60 mil 495 millones de pesos.
En 2009, otra de las filiales de Tecpetrol, Norpower, ganó un contrato de 3 mil 441 millones de pesos por el “aseguramiento de la integridad y confiabilidad del sistema de transporte de hidrocarburos por ducto de Pemex Exploración y Producción”.
Lajous también es director del Grupo Petroquímico Beta, empresa mexicana fundada en 2005 para “producir especialidades químicas y petroquímicas para uso industrial”. La planta de Beta en Coatzacoalcos ha firmado con Pemex varias adjudicaciones directas y contratos por 182.1 millones de pesos.
Pero la trayectoria de negocios de Adrián Lajous no parece tener límites: en 2006 se integró a la compañía Trinity Industries, con sede en Dallas, Texas, fabricante de raíles, barcazas para navegación, tanques y autotanques, que opera en México con el nombre Tatsa. Según la revista Forbes, en 2011 Lajous ganó con ellos 231 mil 836 dólares. Pero lo más importante para Trinity no han sido los contratos oficiales, sobre todo con la CFE, sino que Pemex Refinación le otorgó un contrato de franquicia y venta de primera mano, para que Tatsa opere sus propias gasolineras en el norte de México.
Publicado originalmente en La Voz de la Prole.com
(http://impunemex.com).