¿El amor y el sexo van de la mano?

Siempre ha existido esa idea romántica de que el amor está fuertemente ligado al sexo y, para la mayoría de las sociedades, que el sexo debe desarrollarse dentro de un matrimonio monogámico. La historia, la tradición y muchos otros factores nos han infundido esta idea, y en muchos casos no funciona más que como un tabú. Pasar toda una vida con la misma persona puede sonar aburrido para muchos, pero lo cierto es que aunque en realidad para tener sexo no se necesita de amor (y ni siquiera de otra persona), la ciencia ha demostrado que existe una enorme conexión cerebral entre el sexo y el amor.

La neuroendocrinóloga C. Sue Carter comenzó sus estudios en 1990, en un grupo de ratones que se caracterizan por una unión sexual monogámica, la cual dura toda sus vidas. La doctora Carter, sospechando que este extraño comportamiento en animales estaría fuertemente relacionado con cuestiones químicas, supuso que podía tener mucho que ver con un compuesto llamado oxitocina. Con sus estudios, pudo determinar que la oxitocina, de cierto modo, es la sustancia neuroquímica “del amor”, la cual participa fuertemente en la relación madre-hijo, el enamoramiento y, además, en las relaciones sexuales.

En 1998, Carter descubrió que la dopamina y la oxitocina trabajan en conjunto durante las relaciones sexuales. Este importante descubrimiento significa que las sensaciones de amor profundo y de unión, que por ejemplo caracterizan la protección de una madre hacia sus hijos, trabajan de la misma manera en el placer y la satisfacción sexual. Así, el sentimiento de amor y la sensación del placer sexual se unifican perfectamente.

Interesante y divertido, ¿no te parece? ¿Ya conocías algunos de estos descubrimientos? Sin duda han sido muy importantes para la humanidad, y aún quedan muchas cosas por descubrir. Hay quienes señalan que aún hay determinados aspectos del sexo que la ciencia aún no puede y jamás podrá explicar, ¿qué opinas al respecto?

(http://www.ojocientifico.com).