La pérdida del deseo sexual, el problema número uno de las parejas
Fausto Ramírez.
No cabe duda que la falta de deseo es el problema sexual mayor al que las parejas de hoy en día tienen que hacer frente. De hecho, está en el centro de las consultas a los sexólogos. Pero, ¿qué podemos hacer para recuperar nuestra vida sexual?
El sexo, importante para mantenerse
Cuando una pareja va a consulta hay dos problemas que suelen plantear: un desfase entre las ganas de uno y las del otro, con la consiguiente frustración que se sigue, o la rutina que termina por minar su sexualidad.
En la mayoría de los casos no se encuentran dentro de la norma para su edad, y tienen miedo de que su relación pueda romperse. Y esto con razón, puesto que el sexo, dentro de la vida de pareja, y a pesar de que no es lo único, tiene su lugar específico. No cabe duda de que se trata de un valor seguro para que la vida de pareja dure más tiempo.
Por el contrario, ninguna o pocas relaciones sexuales dentro de la pareja puede fragilizar la relación. Está demostrado, en efecto, que dejar de compartir la vida íntima favorece a la larga el desarrollo de ciertas reacciones agresivas.
Una hormona del amor
Dormir juntos y tener relaciones sexuales favorece una relación armoniosa y tranquila. Una hormona secretada por el cerebro, la oxitocina, tiene una gran influencia. De hecho, se le llama la hormona del amor…
Ciertos estudios han demostrado que la tasa de oxitocina alcanza su máximo durante las relaciones sexuales y, por supuesto, en el momento del orgasmo. Así se comprende mejor por qué, tras haber hecho el amor, la persona se siente más en calma, distendida y más amorosa.
Aprender a controlar la pasión
En cualquier caso hay que estar tranquilos, cuando se vive juntos la disminución del deseo es perfectamente normal. Tras unos comienzos donde la pasión electriza el cuerpo, todas las parejas deben hacer frente a un cambio pasional. Se estima que, en general, la disminución del deseo comienza a sentirse al cabo de un año y medio de vida en común, dos años como máximo.
Hay que aceptar, y sobre todo aprender a controlarlo. Y es que toda sexualidad puede ser feliz, a condición de tomarse tiempo para seducirse, intercambiar, prestarse atención, tener ocupaciones y gustos compartidos. Y claro, en no relegar el sexo al último lugar de las preocupaciones, lo que suele ocurrir en una vida cotidiana, normalmente bastante llena de actividades.
El deseo se cuida
En materia de sexualidad, como en otros campos, el hombre y la mujer juegan un papel importante. La interacción tendrá éxito si el que tiene más deseo acepta gastar algo de energía para dar vida al otro.
La seducción es la clave de una relación amorosa exitosa. Pero como el hombre suele ser el que más sexo solicita, entonces debería ser él quien tendría que despertar las ganas en la mujer… y por supuesto, la mujer debería también entrar en ese juego.
¿Has sufrido la pérdida del deseo sexual en tu pareja? ¿Cómo han solucionado el problema?
(vix.com).