Astor Piazzolla

El pasado 8 de junio se llevó a cabo el homenaje a Astor Piazzolla, a los 25 años de su ausencia física por la Orquesta de Cámara del Instituto de Bellas Artes UJED.

Las Salitas del alacrán

Dr. Salvador Salas Ceniceros.
drsalas_22@hotmail.com

“El tango es un sentimiento que se baila”, Jorge Luis Borges.

Cuando Borges, de una manera por demás simplista, definió al tango de esa manera, evidentemente se refería al origen de la aportación africana al arte. La palabra tango es un apócope de Tangamao, que en lenguaje africano significa “Lugar donde se baila y se canta”.

Durante la compra de esclavos negros por los conquistadores españoles, la palabra, por añadidura, se comenzó a usar como lugar de compra de esclavos, que se usaron en Latinoamérica, especialmente en Argentina, para los trabajos más peligrosos e insalubres; fueron ellos quienes trajeron a América el ritmo con percusiones para amenizar sus ceremonias de iniciación sexual, poco a poco los tambores y otras percusiones fueron enriquecidas con instrumentos melódicos, y sobre todo con  letras que originalmente eran alusiones a actos sexuales y menciones de los órganos sexuales, por lo que a los europeos les pareció obscenidades y vulgarización del lenguaje, y por eso empleaban el Lunfardo, idioma paralelo al castellano hablado por las clases bajas, el que desde luego acompañaba a las coreografías que hacían alusión a coitos (el “perreo” actual es una manifestación similar). Poco a poco el sentido del origen del tango como manifestación coreográfica borgiana fue decantándose y refinándose hasta el tango actual que ha ganado mucho en sensualidad, perdiendo lo que tenía de obsceno y de francas alusiones coitoideas y ganando profundamente en erotismo, el cual, ciertamente, es la metáfora del sexo.

En Cuba el tango se enlentece y se convierte en “Habanera”, ritmo verdaderamente seductor por su origen y conquista de regreso a los músicos europeos, escuche  por ejemplo el aria de la ópera Carmen, de Georges Bizet con letra de Ludovic y Henri Meilhac (El amor es un pájaro rebelde, en francés: “L’amour est un oiseau rebelle”). No es  casual que las mujeres que bailan el tango se vistan de rojo (Pasión) y que los movimientos de sus vestidos permitan por lado entrever por segundos su espléndida anatomía, y que por otro lado la falda pase a simbolizar un oleaje de mar embravecido o enardecido de pasión.

En añadidura de lo expresado por Borges, podemos decir que con Piazzolla asistimos a la revaloración de la gran aportación de la cultura africana, y que ciertamente el tango es un sentimiento que se baila, pero además es un sentimiento que se “siente” en lo más profundo de nuestra esencia humana originada en África; de ahí salió el Homo Sapiens y se extendió a todo el mundo, cambiando su fisonomía de acuerdo al medio ambiente donde se estableció.

Astor tuvo la gran osadía, para nuestro gusto, de aprovechar la esencia del tango, que es el ritmo, para injertarle o adicionarle melodías y letras capaces de llevarnos a la gran nostalgia de “caer en el olvido”, como en su pieza Oblivion, pasando por Libertango, donde manifiesta su “libertad de expresión”, para ofrecernos lo que él entiende por tango, siguiendo por el desconcertante Romance del diablo y llevándonos en seguida hasta la gran tristeza de Adiós a Nonino, que nos  hace verter lágrimas.

Mención especial se merece Nimbe Salgado (del latín nimbus, aureola de las imágenes sagradas) cuya sólida preparación y dominio técnico nos enloqueció a todos: “Loca ella y locos todos”, con Balada para un loco. Mi sincera felicitación, esperando que esa aureola que la corona, continúe por muchos años para nuestra felicidad.

Las cuatro estaciones del Maestro Astor son un ejemplo de lo que se llama obra maestra. Comparables a las de Vivaldi, pero con el plus del trasfondo rítmico del tango.

Todos los arreglos para ser tocados por la Orquesta de cámara son del maestro Miguel Ángel Burciaga Díaz, que una vez más nos ha demostrado su incuestionable preparación como pianista, director, arreglista y gran conocedor de la armonía y las posibilidades de la orquesta; precisamente por eso, que no se nos olvide, él ganó la medalla de oro en su escuela de música de la universidad católica de Argentina, misma que no se entregaba por falta de méritos desde 2009, y esto es un gran orgullo para Durango.

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Miguel Ángel es un experto en la difícil tarea de “interpretar” lo que los autores quisieron trasmitirnos a los diletantes. Sabe, con generosidad, dirigir a los jóvenes integrantes de la orquesta para que entiendan el lenguaje espiritual implícito en cada parte de las obras, los momentos de gran ternura alternando con una gran emoción en otras, pero no solo eso: sabe muy bien “dirigir” los sentimientos de los diletantes de la música, cosa ésta aún más difícil.

Durango es un lugar muy proclive a las artes, especialmente a la música, no tiene caso mencionar a nuestros grande genios, lo que sí tiene caso es decir que el Maestro Miguel Ángel es uno de nuestros más dignos seguidores de ésta gran herencia musical de Durango, mi sincera felicitación y mi profundo convencimiento de que su actividad seguirá in crescendo para deleite y felicidad nuestra.

  • Hace 25 años Astor Piazzolla falleció para entrar finalmente al Olimpo de la inmortalidad.

  • En 2009 la UNESCO declaro al tango como Patrimonio Cultural de la Humanidad.