Morena con gorgojo en Durango
La decadencia de un santón “izquierdista”
Fernando Miranda Servín.
Con cientos de acarreados que no alcanzaron a llenar la principal plaza del centro de la capital de Durango, la Plaza del IV Centenario, y bajo un sol abrazador, el ya eterno candidato presidencial de la “izquierda” mexicana, Andrés Manuel López Obrador, llegó el pasado sábado 24 de junio a esta entidad para firmar a las 11:30 de la mañana el “Acuerdo de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México”. Solo que este “acuerdo” no lo firmó con las amas de casa ni con los obreros de las maquilas o los auténticos campesinos duranguenses sino con una fracción de personajes que representan a lo peor de la política en este estado norteño, y que inclusive sirvieron fielmente a la última dinastía corrupta de la dictadura priísta que gobernó a Durango durante los últimos 90 años.
Así, en el templete destacaban sobremanera la ex panista Nancy Vázquez Luna, ex candidata a la gubernatura por el partido Encuentro Social, financiado en las pasadas elecciones por el gobierno priísta con el único fin de restarle votos a la coalición PAN-PRD. Como se recordará, en los dos debates que llevaron a cabo los candidatos a la gubernatura del estado de Durango, Nancy Vázquez Luna se caracterizó por atacar y denostar únicamente al candidato de la coalición PAN-PRD, José Rosas Aispuro Torres, sin cuestionar para nada al candidato priísta, Esteban Villegas Villarreal. Ahora, Andrés Manuel López Obrador firma su acuerdo con esta política repudiada socialmente, al grado de que al estar firmando dicho acuerdo fue abucheada hasta por los mismos militantes morenistas.
Otro político que también estaba en el templete, ahí junto a Nancy Vázquez, fue Alfredo Martínez Nuñez, ex diputado del PVEM que también estuvo al servicio de la dictadura priísta duranguense. Alfredo Martínez Nuñez tiene antecedentes de saqueador en la secretaría de Educación estatal en donde desvió recursos para construir una casa en el fraccionamiento Santa Teresa, ubicado a la salida a El Mezquital, con materiales y trabajadores dedicados a la reparación de aulas, como así lo denunció el medio informativo Durango al día el 12 de diciembre de 2013. Este ex diputado “protector de la fauna y flora” fue uno de los que aprobaron las corridas de toros en Durango.
Otros personajes nefastos que también sirvieron a la corrupta dictadura priísta que más férreamente saqueó a Durango en el sexenio pasado también estuvieron presentes ahí junto a Andrés Manuel López Obrador, atendiendo su invitación para firmar su “Acuerdo de Unidad”, como el misógino ex regidor priísta Karol Wojtyla Martínez, imposibilitado para ejercer funciones públicas en marzo de 2015 luego de ser destituido de manera vergonzosa como subsecretario de Desarrollo Social por publicar una fotografía vulgar y ofensiva en las redes sociales de internet; el ex regidor también priísta, Salvador Quintero, encargado de desviar programas sociales a favor de su partido, el PRI; la ex panista Sandra Amaya, quien también estuvo bajo las órdenes del priísmo en las pasadas elecciones para golpear a la coalición PAN-PRD como militante del partido Encuentro Social.
Otro político cuya presencia en este acto no dejó de ser decepcionante fue el ex candidato independiente a diputado por el V distrito electoral de Durango, José Ignacio “Nacho” Aguado Hernández, quien en las pasadas elecciones declaró a este medio informativo: “los candidatos independientes deben de ser reales, auténticos, y no deben de estar ligados a grupos de poder ni mucho menos a partidos políticos”. Nacho Aguado ha financiado los dos viajes que el conocido activista regiomontano Gilberto Lozano (crítico acérrimo de Andrés Manuel López Obrador) ha realizado a Durango; sin embargo, ahora Nacho Aguado deja a un lado sus principios independientes y, a invitación expresa, firma el “Acuerdo de Unidad” con el santón “izquierdista”.
Fernando Ulises Adame de León, ex priísta y ex candidato “independiente” a la alcaldía de Lerdo; César Aguilar Palacio, ex diputado local del PRI, y José Trinidad Porras Campuzano, ex regidor panista, también estuvieron en este templete ignominioso firmando el “Acuerdo de Unidad” con el santón tabasqueño.
La presencia en este acto de otros personajes poseedores de cierta trayectoria política, como el Dr. Santiago Dávalos Rodríguez, Antonio Rafael Jiménez, representante de la CNTE en la sección 12 del SNTE, y Crescencio Galindo de la Cruz, representante del pueblo indígena de El Mezquital, entre otros, indudablemente se vio opacada por esta pléyade de políticos que hasta hace unos cuantos meses pertenecían a la mafia del poder, esa que tanto dice odiar el santón hipócrita López Obrador, lo que confirma lo que era un secreto a voces y ya no podían ocultar más: el alquiler por parte de López Obrador de la franquicia de Morena a la última dinastía priísta corrupta que gobernó Durango.
Al final de este acto “protocolario” tomó la palabra Andrés Manuel López Obrador pronunciando un discurso convencional: “El problema de México tiene que ver con el predominio de una mafia que son los que se creen amos y señores del país, el problema de México se produce arriba en la cúpula del poder económico y el poder político, no abajo.
“Aumentaron las gasolinas porque es un negocio que tiene la mafia en el poder”.
“Tenemos tres postulados: No mentir, no robar y no traicionar al pueblo. Todo depende de acabar con la corrupción, vamos a acabar con la corrupción, no se va a disminuir la corrupción, la vamos a cortar de tajo”, dijo López Obrador mientras a su lado estaban los delegados de Xochimilco y Tláhuac, Avelino Méndez Rangel y Rigoberto Salgado Vázquez, respectivamente; el primero, Avelino Méndez, con infinidad de denuncias en su contra en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, por actos de corrupción e ineficacia para gobernar pues desde que tomó posesión de su cargo se han disparado los índices de inseguridad como nunca antes en la historia de esta delegación; y el segundo, Rigoberto Salgado Vázquez, señalado ya como saqueador voraz del erario tlahuaquense y recientemente denunciado a nivel nacional por los contratos millonarios que le ha otorgado a familiares directos que “donaron” dinero al partido Morena.
¿Qué va a hacer el santón “izquierdista” con estos delegados extremadamente corruptos, amigos suyos, los va a encarcelar si llega a la presidencia de la República luego de que están financiando su campaña saqueando el erario de las delegaciones Xochimilco y Tláhuac?
Este acto burdo, grotesco, desangelado y lleno de rechiflas de los asistentes hacia los repudiados invitados de López Obrador no fue más que el reflejo de la mediocre dirigencia estatal impuesta por López Obrador en su partido Morena en Durango, cuyo “presidente” estatal, Rosendo Salgado, es hermano del corrupto delegado tlahuaquense, Rigoberto Salgado Vázquez, y el segundo de a bordo, Iván Ramírez Maldonado, es uno de los principales testaferros políticos del anterior gobierno priísta.
Lo sucedido el pasado 24 de junio no deja de ser un presagio de lo que pasará en el 2018 por la testarudez ya muy conocida del santón “izquierdista”, que en lugar de hacer alianzas y acuerdos con los ciudadanos de a pie, realiza sus actos carperos firmando “acuerdos” con mafiosos de quinta categoría.
Así las cosas, Andrés Manuel López Obrador, decadente, se asemeja más a un pirata del caribe que a un auténtico político estadista; un pirata del caribe que busca el poder por el poder, preparándose para el asalto acompañado de lo peor: de bandoleros, aventureros, oportunistas y mercenarios de la politiquería mexicana.