Pompeo (jefe de la CIA) admite: actuamos con México y Colombia para derrocar al gobierno de Venezuela

Pedro-Echeverría-NEW

  1. Pobrecitos mexicanos por tener gobiernos arrastrados y cómplices de los EE.UU., en las guerras de agresión, si no evitamos esa mala compañía, en otros momentos pueden caer muchas bombas sobre nosotros. En todo el mundo se sabe que nuestra dignidad rueda por los suelos desde hace ya varias décadas y que en todos los conflictos apoyamos a los yanquis sin tener razón. Quizá convendría reivindicar a México como país pacifista, independiente y no intervencionista, que respeta el derecho ajeno. Lo contrario sería seguir a los EE.UU., y al ejército de la ONU retando a otras naciones a defenderse y provocando que otras se defiendan. ¿Cuánto tiempo pasará sin que el territorio de los EE.UU., se convierta en el centro de las guerras como ha sucedido con Europa y el Medio Oriente?
  2.  Escribe nuestro más grande informador de los sucesos mundiales, Julian Assange, de Wikileaks (asilado en la embajada de Ecuador en el Reino Unido desde el 16 de agosto de 2012, hace seis años), que “EE.UU., ha encontrado un nuevo Irak, es decir, Venezuela”; persigue a ese país desde hace décadas por los intereses que giran en torno a la producción petrolera. Por ello escribe que el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., Mike Pompeo, reconoce que actúan coordinadamente con México y Colombia para derrocar al gobierno de Venezuela. Del gobierno mexicano, lo sabe bien el mundo, dice: “es un cachorro de los EE.UU.”; pero muchos pensamos que Colombia, al firmar la paz hace unos meses con los FARC, se convertiría en progresista; pero no, seguramente seguirán las bases yanquis en su territorio.

    El presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray, vergonzosos sirvientes de la CIA.
    El presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray, vergonzosos sirvientes de la CIA.
  3.  Parece que ahora se la van a pelar la CIA y sus guaruras de México y Colombia porque el ejército venezolano está sólidamente unido con el presidente Maduro. ¿O tampoco el ejército es confiable en ninguna parte porque el dinero sigue siendo el rey? Me extraña que ese mismo ejército –bien pagado por los EE.UU., y los empresarios yanquis- le haya dado un golpe de Estado al mismo Chávez con origen militar. Aunque la respuesta me encantó: en unas cuantas horas el pueblo venezolano en las calles le devolvió a Chávez el gobierno. Por cierto, ¿los gobiernos que hoy están contra Maduro no son los mismos (con excepción de Argentina y Brasil) que apoyaron el golpe de 2002? El diablo los crea y dios los junta para apoyar en todo a su amo, los EE.UU. ¿O se dice al revés usando los mismos personajes?
  4.  Trump, a pesar de sus cincuenta asesores –todos ellos egresados de Harvard, Yale y otras universidades- no han podido medir lo que más le conviene al presidente: a) dar un golpe de Estado que provocaría cien mil protestas en todo el mundo fortaleciéndose con ellas los chinos, rusos, coreanos e iranís o, b) hacerse de la “vista gorda”, como si no pasara nada, reservándose para otra oportunidad. No ha sido muy fácil para Trump porque donde pone los oídos escucha protestas y maldiciones por los mil y un errores que ha cometido. Por ello México y Colombia, como agentes incondicionales de la CIA de los EE.UU., van a salir de esta aventura con la cola enlodada entre las patas. Y a pesar de los dos gobiernos de la derecha panista, parece ser que el gobierno de Peña saldrá mucho más embarrado.
  5.  Los problemas de los EE.UU., en Venezuela parecen estar al mismo nivel que las confrontaciones EE.UU.-Corea del Norte: en ambos lugares los EE.UU., persiguen el control de la zona y el saqueo de las riquezas de esos países, por eso lo primero que hacen es establecer sus bases militares de control. En lenguaje suave le llaman a los yanquis “los policías del mundo”, pero en realidad son mucho más que eso porque no solo vigilan y reprimen sino que llevan un siglo interviniendo, bombardeando e invadiendo naciones. México debe dejar de ser “dama de compañía” de ese imperio que por sus miles de fechorías está expuesto a ser bombardeado por los países que han sufrido sus agresiones. Por lo menos debemos salir a las calles a exigir al gobierno mexicano que no se siga involucrando.