Reloj, ¿en la mano derecha o en la mano izquierda?
“Reloj no marques las horas, porque voy a enloquecer…”. Roberto Cantoral.
Aunque en la actualidad y con los teléfonos celulares ya poco se usa el reloj para ver la hora, este accesorio es uno de los complementos favoritos de la mayoría de los hombres a la hora de vestir, pero siempre ha habido una duda… ¿en qué mano debe colocarse un reloj de pulsera?
El reloj es uno de los elementos que ayudan a embellecer y mejorar la imagen de un hombre ya que es una forma de “complementar” el vestuario y el aspecto general de una persona. Pero en el caso del reloj surge la pregunta: ¿en qué muñeca debe lucirse, en la derecha o en la izquierda?
Es curioso comprobar cómo después de “bucear” por libros de estilo y protocolo, en ninguno se ha podido encontrar una buena explicación sobre el lado correcto de llevarlo. ¿Pero entonces, por qué en la mano izquierda? Atendiendo a la costumbre, podemos indicar que el reloj se luce desde tiempos inmemoriales en el brazo contrario a la mano “útil” de una persona. Es decir, una persona diestra debería colocarse el reloj en la muñeca izquierda, y una persona zurda lo debería lucir en la muñeca derecha.
¿Cuál es la razón? Colocarse el reloj en la muñeca contraria a la “mano útil” era una forma de proteger este objeto de posibles golpes, tropezones, enganchones, etc. El uso más intensivo de la mano con la que se hacen todas las tareas aumentaba la probabilidad de que este complemento sufriera algún desperfecto o estorbara para escribir o trabajar. También, los relojes en sus inicios no eran automáticos y había que darles cuerda varias veces al día, lo que suponía que hacerlo con la mano izquierda, siendo diestro, no era nada fácil. Igualmente, los relojes tampoco eran tan precisos como ahora y era habitual tenerlos que “poner en hora” con cierta frecuencia, con la consiguiente incomodidad si se tuviera que hacer con la mano izquierda, en el caso de los diestros. Incluso a la hora de “funcionar” socialmente es más práctico llevarlo en el lado contrario a la mano que se utiliza para escribir, para tomar una copa, etc.
No haga la prueba pero si alguien le pregunta ¿qué hora es? o ¿qué hora tiene, por favor? con una copa en la mano, es muy recomendable que cambie la copa de mano antes de girar su muñeca para ver las manecillas de su reloj. También, si se fija algún día, observe cómo un policía escribe una hoja de sanción o multa; mira la hora en su mano izquierda mientras escribe con su mano derecha.
Hay otras curiosas “explicaciones” o leyendas urbanas sobre este tema. Una de las más conocidas es la del reloj que se colocaba en la muñeca izquierda porque era la muñeca que tenía pulso, y había muchos relojes que funcionaban con el movimiento, aunque algunos creyeran que funcionaban con el pulso -estos relojes eran los relojes automáticos que se “cargaban” con el movimiento de la mano-. Está claro que aunque se cargaran con el pulso, todos tenemos pulso en las dos muñecas. Posteriormente, la importante influencia de la moda en este tipo de complementos comenzó a mostrar a algunos de sus modelos con un reloj en la mano derecha, cosa que pronto caló entre el público. Era una forma de darle algo más de protagonismo a este aparato y de lucirlo de una forma mucho más destacada delante de los demás, lo que tocaba la vanidad y las ganas de presumir de muchas personas. Incluso, tanto en los modelos de hombre como en los de mujer, se empezaron a fabricar relojes de un tamaño considerable para ser más vistosos y llamar bastante más la atención.
También hay quienes consideran un poco “burdo” el llevar el reloj en la mano derecha siendo diestro. Al final, no deja de ser una cuestión de gusto personal el usarlo en una mano o en otra.
Te recuerdo que próximamente en Durango: “Y tu papá también”.