El 70% de las relaciones sexuales que se tienen bajo síntomas de estrés son poco o nada satisfactorias

La falta de concentración, poca atención o el tiempo son algunas de las razones que llevan al desastre sexual en la pareja

Un estudio sobre el sexo y el estrés realizado a 1,000 parejas en territorio español por los centros Nascia, especialistas en estrés y ansiedad, ha revelado que el 70% de las relaciones sexuales bajo los efectos del estrés son poco o nada satisfactorias.

Los motivos por los que no se disfruta del sexo cuando uno o los dos miembros de la pareja están bajo los efectos o síntomas del estrés son varios.

A nivel físico los dolores de cabeza (40% de los consultados), el cansancio generalizado (80%) y la tensión muscular (50%) son causa del descenso de la libido, tal y como cuentan las personas consultadas. También la insuficiencia de erección (55%), ausencia de secreción vaginal (60%) o eyaculación precoz (20%) son aspectos que convierten al sexo en algo poco atractivo y de difícil disfrute.

Por otro lado, la falta de concentración y la poca atención (75% de los consultados) en el transcurso de la relación hace que la experiencia sea muy poco satisfactoria. El cambio en el carácter, el humor, la irritabilidad y la tensión son características que acompañan a todo lo anterior.

Según el informe, un 65% de las parejas con estrés reconoce no disfrutar plenamente de sus relaciones sexuales, mientras que un 35% habla de mala experiencia.

Y es que la frustración suele ser el denominador común cuando la ausencia de deseo está presente, y se suma otro de los efectos del estrés, que es la anorgasmia o la imposibilidad para alcanzar el orgasmo.

Desde el punto de vista fisiológico, se produce un descenso en los niveles de andrógenos y estrógenos cuando se está bajo los efectos del estrés. De hecho, la impotencia es una de las consecuencias relacionadas con los cuadros de estrés por lo que es preferible, si no se quiere añadir más carga negativa, no intentar tener relaciones.

Este estudio indica que también el sexo puede provocar estrés en los casos en los que se convierte en un objetivo y una meta en lugar de un disfrute en pareja. La búsqueda de un embarazo, vencer rápidamente una mala experiencia previa o tratar de eliminar el estrés con el sexo pueden ser un motivo más de carga en la mochila del estrés.

(abc.es).