Reencarna el Lic. Varguitas en San Juan del Río, Durango
De la redacción de razacero.
En San Juan del Río, Durango, ya reencarnó el Lic. Juan Vargas (Varguitas), aquél personaje nefasto de la película de Luis Estrada, filmada en 1999, La Ley de Herodes, protagonizado por el genial actor Damián Alcázar. Y es que no son pocos los ciudadanos de este municipio los que se quejan de las tropelías que está cometiendo el presidente municipal priísta, Víctor Hugo Ramírez Ramírez.
Hoy le está tocando a la señora María Teresa Meraz Gallegos sufrir las ocurrencias de este personaje ya detestado por los habitantes de esta demarcación.
“En el 2016 fui candidata del partido Morena a la alcaldía de este municipio, fui adversaria política del señor Víctor Hugo Ramírez y perdí las elecciones; sin embargo, acepté mi derrota de buen modo y seguí con mis actividades de trabajo de manera normal”, comenta María Teresa Meraz vía telefónica con la redacción de razacero.
“Yo superé eso de inmediato, pero al parecer el presidente municipal Víctor Hugo Ramírez no ha hecho lo mismo. Yo tengo una tienda de abarrotes, y al igual que todos los propietarios de negocios saco parte de mi mercancía a la banqueta, pero resulta que solamente a mí me sanciona el presidente municipal”, relata la señora Meraz Gallegos.
“Hace unos días vinieron a mi negocio los policías del municipio a llevarse mi mercancía por órdenes de Víctor Hugo Ramírez, y muy apenados me dijeron que el presidente municipal los había amenazado, que si no cumplían esa orden los despedía de sus empleos, y se llevaron mi mercancía. El regidor Carlos Rodríguez vende tacos y ocupa hasta dos banquetas, pero el presidente municipal no le dice nada”, finaliza María Teresa Meraz.
Como esta hay otras historias que denuncian los habitantes de San Juan del Río, una de ellas es el marcado nepotismo de Víctor Hugo Ramírez Ramírez, quien mantiene en la nómina del municipio a su hija, Erika Ramírez, en la dirección de Obras Públicas; a su cuñada, Gloria González, como encargada del programa Prospera; a su sobrino, Antonio Ramírez, como su secretario particular, y a su hermano Enrique Ramírez, que no tiene ningún cargo pero realiza funciones fácticas y “manda igual que el presidente municipal”, señalan empleados de este municipio que por temor a perder sus empleos solicitan el anonimato.
Así están las cosas en San Juan del Río, Durango, y en casi todos los municipios de esta entidad, en la que ni el Congreso local ni el gobierno estatal hacen absolutamente nada para frenar los latrocinios que cometen presidentes municipales saqueadores y corruptos como este.