¿Por qué debo preocuparme en cómo vestir bien?
El estilo es el ropaje del pensamiento; y un pensamiento bien vestido, como un hombre bien vestido, se presenta mejor.
Imagínate ir a pedir trabajo para un puesto ejecutivo en jeans y playera. O ir a la comida para la presentación de los papás de tu pareja en pans. ¿Verdad que no es tan conveniente? Bueno, pues el preocuparse por vestir de manera consonante con respecto a las responsabilidades inherentes al trabajo, a los estudios o a la actividad que se realice durante el tiempo libre va más allá de la simple aceptación y satisfacción personal. Más allá de un simple capricho estético, “el buen vestir es sinónimo de pertinencia”.
Ahora bien, por más tentadora que parezca la oferta de vestir pantalones de chándal durante todo el día, por el resto de la vida, es importante tener en cuenta que no siempre será una decisión apropiada; sin embargo, esto tampoco significa que vestir de traje en todo momento sea una decisión inteligente, pues las tendencias maniqueas no tienen cabida en cuanto a la apariencia personal.
Partiendo de la idea de que una imagen vale más que mil palabras, a continuación te menciono algunos factores que debes de tener en cuenta a la hora de darle importancia a la forma de vestir para proyectar de manera correcta el mensaje que quieres transmitir al resto del mundo.
Las primeras impresiones.- A pesar del pensamiento idealista en el que se espera que las personas se acepten las unas a las otras por quienes son, es inevitable que el cómo luce una persona sea un factor que se toma en cuenta a la hora de brindarle la oportunidad de entablar una relación social: básicamente, si una persona no le presta atención al modo en el que se viste, es más probable que sea asociada con un prejuicio negativo, a diferencia de alguien que cuide más su apariencia.
El entorno y la cultura.- El hecho de que una persona se preocupe por su manera de vestir no significa que sea aceptado socialmente de manera automática; sin embargo, sí quiere decir que es un buen comienzo para lograrlo. En este sentido, es importante evaluar el entorno dentro del cual se está y acoplarse a este sin salirse de los estatutos sociales establecidos por la cultura de cada región, de lo contrario, es probable agraviar las buenas costumbres de un lugar por no prestar atención a un detalle tan sencillo como lo es el modo de vestir.
La asociación al respeto.- Agarrada de la mano con la primera impresión, la asociación es otro de los factores importantes por los que es necesario que las personas cuiden el modo en el que se visten; independientemente del código de vestimenta y la imagen que se desee proyectar, las prendas siempre deben lucir limpias y en buen estado. De este mismo modo, es importante saber combinar los colores y las texturas de modo equilibrado para no parecer un chiste andante que pasea sobre las pasarelas de concreto.
Proyección, éxito y productividad laboral.- Dicen que una persona debe vestirse para el trabajo que desea y no para el que tiene, esto quiere decir que preocuparse por el buen vestir atrae cosas buenas en el ámbito laboral: verse bien es sinónimo de sentirse bien; sentirse bien aumenta la productividad; aumentar la productividad atrae el éxito.
Sobre el placer del buen vestir.- Finalmente, es importante mencionar que el hecho de que sea necesario cumplir con un código de vestimenta no significa que deba ser una situación aburrida a la que no se le pueda sacar provecho.
El estilo propio es un medio de expresión, por lo que siempre será bien recibido en la forma de vestir; lo verdaderamente importante es cumplir con la etiqueta de vestimenta pertinente a cada ocasión sin perder la identidad en el intento, y nunca olvidar también que igual de importante es tu higiene personal y el calzado.