Carlos López Moctezuma

De la redacción de razacero.

Carlos López Moctezuma Pineda, el villano por excelencia de la Época de Oro del Cine Mexicano, nació en la Ciudad de México el 19 de noviembre de 1909.

Al lado de Miguel Inclán y de Arturo Martínez es considerado como uno de los villanos más destacados de la cinematografía internacional, por sus brillantes interpretaciones en las que hacía gala de su recia personalidad.

Hijo del funcionario de Ferrocarriles Nacionales de México, José López Moctezuma, y de María Pineda, fue el último de los hijos de un total de 11, pues en aquella época era común que las familias fueran numerosas.

Carlos López Moctezuma como empleado de gobierno se pagaba sus estudios de actuación en la Escuela de Teatro y Actuación de Bellas Artes. Posteriormente a esta experiencia fue discípulo de Virginia Fábregas y de Fernando Soler, debutando en teatro en la obra “Antígona”, en donde conoció a quien sería la compañera de su vida, la actriz Josefina Escobedo. Fue ella quien pisó por primera vez los sets cinematográficos en 1937; López Moctezuma lo hizo un año después desempeñando un papel pequeño en la película “Dos cadetes”.

En esta compañía su maestro y después amigo, Fernando Soler, le recomendó aprovechar su impresionante físico, sus ojos claros de tigre y su personalidad para consagrarse en papeles de villano, traidor o desalmado.

La recomendación de Soler no pudo ser más acertada; desde su aparición en “Dos cadetes” (1938), de René Cardona, el eminente Emilio García Riera lo calificó como “un villano de lujo”. A partir de entonces nunca pudo desprenderse de dicho distintivo. Él era un villano y se convertiría en el más memorable de todos.

Ya consolidado en su carrera cinematográfica, López Moctezuma fue testigo del debut de María Félix en “El peñón de las animas” (1942), con quien compartiría, junto con Pedro Armendáriz, sus roles más sobresalientes en la industria, en los filmes “Maclovia” y “Río Escondido”, ambos estrenados en 1948. Estas dos cintas, con un equipo de ensueño encabezado por Emilio “El Indio” Fernández y “El mago de las nubes”, Gabriel Figueroa, se consideran referentes indiscutibles de belleza y calidad en el cine mexicano.

Su primer estelar Carlos López Moctezuma lo consiguió participando en el filme “Los millones de Chaflán”, comenzando su ascenso en la pantalla grande.

Conforme su estatus como figura del cine se consolidaba, también lo hacía su encasillamiento dentro de los personajes de villano, por lo que su fama creció aún más. No obstante, existen cintas en las que interpreta a personajes buenos e incluso bonachones, como en “Campeón sin corona”, pero el estigma de villano del cine mexicano prevaleció por siempre.

En “La rebelión de los colgados” (1954), bajo la dirección de Alfredo B. Crevenna y Emilio “El Indio” Fernández, compartió créditos con Pedro Armendáriz y Ariadna Welter, realizando una de sus más impresionantes actuaciones como villano.

Sus participaciones en diversos filmes nacionales le abrieron las puertas en el cine internacional, como en la cinta “Viva María!”, en 1965, película francesa donde actuó al lado de Brigitte Bardot; “Los orgullosos”, filme también francés, y películas rodadas en Nicaragua, Argentina y España.

Carlos López Moctezuma fue ganador del Premio Ariel en varias ocasiones. Su rostro recio le dio enorme prestigio entre las luminarias de aquel entonces, compartiendo escena con innumerables figuras del cine nacional e internacional, como Sarita Montiel, Domingo Soler, Pedro Armendáriz, Jorge Negrete, María Félix, Cantinflas y muchos más.

En teatro, López Moctezuma destacó en las puestas en escena de las obras “Luz de gas”, “Don Juan Tenorio” y “Los zorros”, siendo ésta una de sus últimas participaciones teatrales.

López Moctezuma también participó en los inicios de la televisión en el naciente género de la telenovela, pero consideró este género inferior al teatro y al cine por lo que sus apariciones fueron esporádicas.

La radio fue otro de los medios predilectos del actor, participando en radionovelas que contribuyeron a elevar su prestigio actoral. 

Para saber qué tan buena era su actuación como antagonista, existe una anécdota que él mismo contaba: estando en su casa, sus hijos veían en la televisión una película en la que él actuaba como villano. La película se presentaba en horario nocturno, por lo que mandó a dormir a los niños, y cuál sería su sorpresa cuando le respondieron en coro: “¡Déjanos ver cómo matan al villano!”. López Moctezuma contaba que la gente al verlo en la calle le rehuía y no lo saludaban o simplemente bajaban la mirada al pasar junto a él. Sin embargo, en su círculo de amistades y familiares se sabía que López Moctezuma era sumamente educado y bondadoso.

Don Carlos cambió su residencia del Distrito Federal a Aguascalientes, donde murió a consecuencia de un infarto agudo al corazón el 14 de julio de 1980, dejando un legado fílmico invaluable de más de 200 películas.