La escolaridad, si no es crítica y liberadora, es domesticación. ¿Para qué sirven los profesionistas?

1No confundo educación con escolaridad. En la sociedad capitalista muy poco se valora la educación -que es espontánea- y se otorga un papel preponderante a la escolaridad, que se justifica con papeles, certificados, calificaciones, títulos y todo para demostrar hasta qué grado hemos sido domesticados para tener derecho a formar parte del sistema. Hoy en México hay profesionistas en todos los campos, obedientes de las órdenes de quien manda en el sistema de explotación y opresión. Se propaga que a mayores estudios mayor capacidad de liberación; pero no, al contrario: a mayores títulos más grandes privilegios y mayor subordinación.

2Se ha visto en más de 50 años el crecimiento de la escolaridad con millones de estudiantes, decenas de miles de escuelas y maestros, la multiplicación de las clases medias y su pobreza económica; pero también el agigantado crecimiento de una economía que sólo ha beneficiado a un millar de familias propietarias de todo. La sociedad mexicana en vez de caminar hacia el igualitarismo, producto del enorme crecimiento de la educación escolarizada, ha seguido sufriendo la extrema e injusta desigualdad. La escolaridad, en vez de indignarse y protestar ante nuestra realidad, ha preferido adaptarse a la clase dominante.

La escolaridad para la libertad y el progreso, no para seguir siendo servidumbre de los dueños del capital, el reto que tendrá el próximo gobierno lopezobradorista.

3Sí, es indudable, para que un pueblo sea libre necesita educación. Espero que López Obrador, su futuro secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, los maestros de la CNTE, el SNTE y seguidores de la Gordillo, entiendan que el “Plan Educativo” no puede consistir en enterrar la vieja reforma peñanietista o hacerle algunos cambios para que todo siga igual. Se necesita una reforma libertaria que enseñe a los alumnos a investigar y ser críticos -“con todo respeto”-, en primer lugar del autoritarismo del maestro, de los padres, del cura, del gobierno, de los patrones y de los libros de texto. Que maestros y estudiantes investiguen antes de adoptar un juicio o una posición.

4Los estudiantes y sus maestros aparte de aprender a pensar y planear tienen que salir de su salón de clases, de sus escuelas, de su comunidad, para estar en contacto con otras personas, con la vida misma. ¿Para qué carajos sirven a la sociedad estudiantes y profesionistas que no difunden sus pensamientos, sus experiencias, sus necesidades, sus demandas, creciendo con temores y miedos a la autoridad y al poder? Conozco más de 100 títulos sobre educación y libertad, pero por su sencillez y claridad he recomendado mucho leer a Ivan Illich sobre la escolaridad, a S. Neill sobre la libertad y a Paulo Freire sobre educación y poder.

5¿Para qué se requieren más días y más horas de clase a la semana o al mes si se busca solamente adaptar a los estudiantes al sistema autoritario de explotación capitalista? Necesitamos otra educación; no más conocimientos inútiles que no ayuden a pensar, investigar o analizar. ¿Para qué carajos nos sirve la historia, biología o matemáticas como enseñanzas memorísticas o repetitivas si no es para transformar el mundo? Pienso que de por sí hay personajes pusilánimes, pero hasta estos entran en movimiento y acción cuando se apropian del pensamiento crítico y libertario. ¿Para qué más profesionistas con pensamientos y acciones acomodaticias?

6Pienso que el gobierno lópezobradorista debe ser vigilado para que no sea más de lo mismo. La CNTE ha demostrado durante casi 40 años que está muy lejos de cualquier oportunismo, que lo ha combatido de manera consecuente; pero puede caer en el sectarismo al tomar de antemano el rechazo a otras posiciones que podrían romper con el estancamiento tan dañino a casi 4 décadas de lucha permanente. Por allí tiene que trabajar para discutir y analizar propuestas que podrían ayudar a fortalecer las batallas magisteriales. Para alcanzar la libertad también los maestros sindicalistas debemos batallar contra el autoritarismo externo e interno.