Mauricio Garcés

De la redacción de razacero.

Mauricio Férez Yázbek, fue el nombre real del eterno galán de México, Mauricio Garcés, que nació en Tampico, Tamaulipas, un 16 de diciembre de 1926; fue un actor mexicano, de origen libanés, recordado especialmente por su representación satírica en varias películas del galán seductor, maduro y sofisticado de alta sociedad. Es conocido por sus ocurrentes frases en tono solemne pero con peculiar gracia, tales como: “¡Las traigo muertas!”, “¡Debe ser horrible tenerme y después perderme!”, “¡Te voy hacer pedazos!”, “Yo no soy vanidoso, ¡y bien sabe Dios que me sobran motivos para serlo!”, entre otras, para describirse a sí mismo y jactarse de su relación con las mujeres.

Mauricio Garcés fue un hombre que representaba el estilo y el deseo para muchas mujeres cada vez que lo veían actuar en la pantalla, un ícono del cine mexicano que puso en alto la caballerosidad y el porte.

El origen de su nombre artístico se debió a que recibía burlas por su apellido, decían que Férez era un error ortográfico del registro civil, y en el afán de componer su nombre optó por el apellido Garcés, así la G sería, según relataba, un amuleto por los actores que admiraba, como Clark Gable, Gary Cooper y Cary Grant, y le traería buena suerte.

Algunos críticos de la época de los años 60 y 70 del siglo pasado dudaron de sus tendencias sexuales, sobre todo porque siempre fue soltero y cuidaba su imagen en extremo, por lo que es considerado como uno de los primeros metrosexuales de la pantalla grande.

Garcés fue el Don Juan-Casanova mexicano, cuyo personaje de conquistador con apariencia de playboy apareció en la pantalla en una época de transformaciones socioculturales importantes en nuestro país.

Encarnó al galán-narcisista que vivía en una zona de clase alta, millonario, con cierto parecido a Clark Gable, que sólo tenía tiempo para conquistar a cualquier escultural dama, sin importar si eran modelos, bailarinas, cubanas, gringas, casadas, solteras o viudas.

Fue en 1966 cuando por primera vez realizó el personaje de galán otoñal, elegante y mundano que lo hizo tan famoso.

La gran oportunidad se la dio la productora Angélica Ortiz, madre de la actriz y cantante Angélica María, quien lo contrató para estelarizar Don Juan 67, primera de una serie de filmes en los que interpretó su gran personaje alter ego, “Mauricio Galán”.

Mauricio Garcés compartió créditos con las más hermosas actrices de las décadas de los 60 y 70, como Maura Monti, Zulma Faiad, Silvia Pinal, Elsa Aguirre, Irlanda Mora e Isela Vega, entre otras, e interpretó filmes únicos en su género como “El matrimonio es como el demonio” (1967), “Click, fotógrafo de modelos” (1968), “El criado malcriado” (1968), “Departamento de soltero” (1969), y el mayor de sus éxitos cinematográficos, “Modisto de señoras” (1969), película con la que se ganó la simpatía del pueblo mexicano.

Hasta los años 80 continuó trabajando en obras de teatro, programas de televisión y esporádicos filmes.

En la última década de su vida, su salud se vio afectada por su adicción al tabaco, muriendo a los 62 años de enfisema pulmonar el 27 de febrero de 1989. Perdió grandes cantidades de dinero por su afición a las apuestas en carreras de caballos y juegos de azar, situación que complicó los gastos del tratamiento de su enfermedad, por lo que varios amigos y figuras destacadas del medio artístico se solidarizaron con él.

En contraste con sus interpretaciones de galán conquistador de mujeres, Mauricio Garcés era de personalidad tímida y retraída. Permaneció soltero a lo largo de toda su vida, a pesar de haber cortejado a algunas de las más bellas actrices del cine mexicano.