Nacho Aguado, la opción ciudadana en MORENA

Imelda Vélez Sánchez.

A pesar de haber sido el coordinador de campaña de Andrés Manuel López Obrador en el estado de Durango en las pasadas elecciones que llevaron a la presidencia de la República al tabasqueño, al joven político Ignacio Aguado se le sigue identificando como un perfil ciudadano. No es militante de Morena, sin embargo, por el aceptable papel que desempeñó en el proceso electoral de 2018, ha conseguido muchos adeptos dentro de este partido, tanto a nivel local como en la Ciudad de México, que es en donde se encuentra el corazón de este instituto y en donde también se decide el futuro de trayectorias como la de este exponente.

La carrera de Ignacio Aguado ha sido contraria a la de muchos políticos que de la vida partidista han buscado arribar a posiciones de poder por la vía independiente. Ignacio, mejor conocido como Nacho Aguado, inicia sus aspiraciones en las elecciones de junio de 2016 como el primer candidato independiente en la historia de Durango, contendiendo por la diputación local del distrito V, haciendo un papel decoroso.

Hoy, Nacho Aguado sale abiertamente a la pasarela política duranguense para buscar la candidatura del partido Morena a la alcaldía de Durango, y las ventajas que pudiera tener son precisamente esas: no ser militante de este partido ni haber participado activamente en otros, como por ejemplo el PRI, partido que ha suministrado de personajes verdaderamente sórdidos a Morena, que inclusive hoy ocupan curules y otros espacios en el Congreso de Durango.

Con el rechazo de la ciudadanía y militancia a perfiles priístas y panistas dentro de Morena, Nacho Aguado podría ser la alternativa ciudadana para competir por la alcaldía de Durango.

Con capacidades conciliadoras e incluyentes que precisamente practicó en la campaña electoral de 2018 para sumarle simpatías y votos al jerarca morenista López Obrador, Nacho Aguado puede ser esa opción ciudadana que siempre le ha hecho falta a este partido en Durango, pues, quiérase o no, es un político que no ha sufrido el desgaste de la corrupción, de la incompetencia o el repudio popular como algunos de sus posibles adversarios dentro de Morena y otros partidos en Durango.

Alejado de ex gobernadores y caciques priístas que se sabe tienen injerencia dentro de Morena en esta entidad norteña, Nacho Aguado ha venido modelando un discurso constructivo y propositivo dirigido a los de a pie, a los ciudadanos que realmente desean un cambio y no más simulaciones; y esto, de alguna u otra manera coincide o no choca con la postura del máximo representante del morenismo: Andrés Manuel López Obrador.

Decidido a romper esquemas, Nacho Aguado comentó recientemente a este medio informativo que de lograr obtener la aceptación ciudadana para asumir un cargo de elección popular como la alcaldía de Durango, “lo primero que haría sería suprimir muchas dependencias que no le sirven de nada a los ciudadanos, y terminaría con esa práctica aborrecible de condicionar la entrega de beneficios a cambio de apoyos políticos”.

Inclinado al trabajo intelectual como articulista y analista político en algunos medios de comunicación duranguenses, a Nacho Aguado se le identifica por su cercanía con personajes influyentes como el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y la diputada federal regiomontana, Tatiana Clouthier, y otros que pudieran darle un impulso tanto a su carrera política como a la capital duranguense; sin embargo, Nacho Aguado debe saber que los principales soportes políticos que puede y debe tener se encuentran en la militancia del partido Morena y en las calles de Durango, con la ciudadanía, instancias con las que ha venido logrando una conexión aceptable, además de su trabajo en redes sociales con su conocida campaña posicionando el lema #YoSéQuién.

Nacho Aguado, sin duda alguna, es un contrapeso para los políticos tradicionales y convencionales que se disputarán la candidatura a la alcaldía de Durango tanto en el partido Morena como en los demás institutos políticos que contenderán por esta importante demarcación en el proceso electoral que ya está en marcha.