Cinismo histórico
De la redacción de razacero.
Con un cinismo sin precedente en la historia política del estado de Durango, El Alcalde Opaco de la capital de esta entidad, José Ramón Enríquez Herrera, se registró el pasado 26 de febrero como precandidato a la alcaldía del municipio de Durango por el partido Morena, con la intención de reelegirse. Entre gritos de repudio de cientos de militantes morenistas duranguenses, este personaje sórdido llegó al Hotel Florida, ubicado en el centro de la capital, para solicitar su registro argumentando que, al igual que cualquier otro ciudadano, tenía derecho a participar en este instituto político.
Como se sabe, este político altamente corrupto ha recorrido prácticamente todos los partidos políticos ocupando cargos en los que solo ha beneficiado a su persona y al séquito que lo acompaña.
Apenas en las elecciones del año pasado, Enríquez Herrera fue candidato a senador representando a la coalición PAN-PRD-MC, siendo derrotado por el candidato petista Gonzalo Yáñez, sin embargo logró obtener la senaduría por la vía de la primera minoría, dejando de inmediato su curul a su suplente, el panista Juan Quiñones Ruiz, para regresar a la alcaldía de Durango.
Como dirigente estatal de la franquicia de Movimiento Ciudadano, Enríquez Herrera ha sido incapaz de posicionar a este intento de partido en las simpatías de los duranguenses, razón por la que ahora de manera más que burda invade al partido Morena en Durango (en el que ni siquiera ha participado repartiendo un solo volante ni mucho menos es militante) con la complacencia obvia de la dirigencia nacional del instituto lopezobradorista.
¿Cuántos millones habrán sido repartidos a los principales dirigentes nacionales de Morena para que permitieran que un “político” con las características del Alcalde Opaco de Durango se integrara a su plantilla con la certeza sobreentendida de ungirlo como candidato a la alcaldía de Durango?
Cabeza de un gremio de directivos detestados por amplios sectores de la ciudadanía duranguense, que van desde defraudadores hasta hostigadores sexuales y violadores de derechos humanos, el oftalmólogo José Ramón Enríquez se ha ganado a pulso el rechazo popular, sobre todo por incumplir la mayoría de sus promesas de campaña y exonerar a los saqueadores de la administración priísta anterior, algunos de los cuales forman parte de su gabinete.
Rechazado por el partido que lo llevó al poder en la capital duranguense, el PAN, instituto en el que provocó serias fracturas y divisiones, El Alcalde Opaco ahora con su llegada a Morena también ha causado rupturas, como la alianza natural que Morena-Durango tenía con el PT, pues al confirmar los tratos oscuros que la dirigencia estatal y nacional de este partido hicieron con el conocido edil duranguense, los principales dirigentes petistas de esta entidad norteña de inmediato emitieron un comunicado anunciando que, debido a la inclusión de Enríquez Herrera como virtual candidato de Morena a la alcaldía de Durango, no harán alianza con este partido en estas elecciones y presentarán un candidato propio.
Lo anterior, sin lugar a dudas, representa la derrota anunciada de Morena en la capital de Durango, tomando en cuenta que el voto duro del PT representa en este municipio una cifra de 30 a 35 mil sufragios.
Por lo anterior, no las tiene todas consigo El Alcalde Opaco José Ramón Enríquez Herrera, pues, aparte, el adquirir por los medios que sean la candidatura de Morena a la alcaldía de Durango no le garantiza para nada el triunfo electoral, precisamente por el enorme rechazo social que este político carga sobre su espalda por ser cabeza de un gabinete extremadamente delincuencial, sumado el hecho de que ahora el santón “izquierdista” Andrés Manuel López Obrador no estará en las boletas electorales, por lo que el voto de cascada que se dio en el proceso electoral de 2018 difícilmente se repetirá.
Por otra parte, están por verse las reacciones de los demás precandidatos que se inscribieron para contender por la candidatura para la alcaldía de Durango representando a Morena. Al saber que el registro inusual del nefasto emecista como precandidato de Morena a la alcaldía de Durango no fue más que la confirmación de negociaciones turbias para ungirlo desde ya como virtual candidato, ¿tendrán la dignidad de renunciar a este instituto político corrupto o formarán parte de ese juego perverso?
Lo positivo de todo esto es que ante este inminente fraude social la ciudadanía duranguense sabrá perfectamente qué hacer el próximo 2 de junio cuando tenga en sus manos las boletas electorales para elegir a sus representantes, y lo más seguro es que escoja las opciones menos fétidas.