Alejandro von Humboldt
De la redacción de razacero.
Friedrich Wilhelm Heinrich Alexander Freiherr von Humboldt, o simplemente Alejandro de Humboldt, es considerado como el padre de la geografía moderna universal.
Nació en Berlín, Alemania, el 14 de septiembre de 1769, y fue especialista en geografía, botánica, astronomía, química, geología, meteorología, anatomía, oceanografía y astronomía. Fue hermano menor del lingüista y ministro Wilhelm von Humboldt.
Alejandro von Humboldt fue un naturalista fuera de serie, tanto que después de su desaparición no volvió a existir otro que se le pareciera.
Sus viajes de exploración lo llevaron desde Europa a América del Sur y del Norte, hasta Asia Central. Alejandro von Humboldt también dominó otras áreas de la ciencia como la etnografía, antropología, física, zoología (especialmente ornitología), climatología, mineralogía, vulcanología y humanismo.
Recibió educación en el castillo de Tegel, Berlín, y se formó intelectualmente en Fráncfort del Oder y Gotinga. Durante su adolescencia quiso ser militar, pero no lo logró.
Realizó su primer viaje formativo en 1790 por el río Rin hasta Holanda, y de allí a Inglaterra; así fue que comenzó a pensar en navegar a otros continentes. Además de viajar por todo el mundo conocido en ésa época, Humboldt realizó un importante viaje a México el 22 de marzo de 1803, llegando en una fragata española de Guayaquil, Ecuador, a Acapulco, México.
El 29 de marzo recorrió Chilpancingo y Taxco hasta la Ciudad de México. Humboldt descifró la Piedra del Sol o Calendario Azteca, que había sido descubierto en la Plaza Mayor (hoy Zócalo de la Ciudad de México) el 17 de diciembre de 1790.
Alejandro de Humboldt visitó las minas de Pachuca, Real del Monte, Morán y Guanajuato, y los alcantarillados de la ciudad en Huehuetoca, hoy Estado de México. Subió el 19 de septiembre de 1803 a la cumbre del Jorullo, en Michoacán. Sus historias sobre el volcán se difundieron rápidamente en Europa y atrajeron a aventureros para experimentar lo descrito por Humboldt. El Jorullo se volvió el volcán más conocido por los científicos de esa época.
En enero de 1804 Humboldt regresó a las alcantarillas de Huehuetoca y escribió sobre su penosa construcción; lamentó sobre todo las inhumanas condiciones de trabajo de los indígenas. También se preocupó de las circunstancias que se vivían en las minas coloniales; escribió un amplio informe sobre las minas de Guanajuato e intercedió a favor de los trabajadores. En enero de 1804 fue a Veracruz. Durante su viaje midió los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, y escaló el Cofre de Perote. La medición de los volcanes fue prioridad en su viaje, en particular el del Pico de Orizaba, que Humboldt midió solo de lejos; esto tuvo mucha importancia para los navegantes que se acercaban a la costa mexicana. También visitó Puebla y Xalapa.
Especies biológicas, elementos geográficos, parques y reservas naturales; localidades, calles, buques, universidades, institutos y colegios llevan su nombre en su honor, y su figura ha sido reproducida en sellos y billetes de incontables países del mundo.
Tras cinco años (de 1799 a 1804) y más de diez mil kilómetros recorridos a través de todo el continente americano, Humboldt y su compañero de expediciones, Aimé Bonpland, regresaron a París, donde tuvieron una recepción entusiasta. Habían explorado y documentado la geografía, flora, fauna y etnografía latinoamericanas en la expedición científica más ambiciosa realizada hasta entonces. Entre 1804 y 1827, Humboldt vivió en París recopilando el material recogido en su expedición, publicado en treinta y tres volúmenes que llevan por título “Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente”.
En 1827, Humboldt recibió la nacionalidad mexicana por parte del primer presidente de México, Guadalupe Victoria. En ese mismo año publica su “Ensayo Político sobre la Isla de Cuba”.
En 1848, luego de realizar expediciones por Asia Central, publica su libro “Cosmos. Bosquejo de una Descripción Física del Mundo”.
Se atribuye a Humboldt la invención de nuevas expresiones, como isodinámicas, isotermas, isóclinas, jurásico y tempestad magnética. Desarrolló las bases de la geofísica y la sismología. Demostró que no puede haber conocimiento científico sin experimentación verificable.
El 6 de mayo de 1859 Humboldt muere a los 90 años y es sepultado en el panteón de Tegel, en Berlín. El 29 de junio de ese mismo año, el presidente mexicano Benito Juárez lo declaró Benemérito de la Patria.
Alejandro von Humboldt es uno de los grandes científicos en la historia de la humanidad.