Lo que nunca debe pasar de moda

Para saber quién eres trata de mirar hacia dentro de ti… porque, a pesar de cualquier circunstancia, vale la pena vivir.

¿En ocasiones sientes que eres menos que los demás, poco atractivo o interesante, inseguro e incapaz de acercarte a la gente y huyes evitando relacionarte? Para sentirte inferior no necesitas tener un defecto, sino creer que lo tienes. Tal vez piensas que eres físicamente poco interesante, que careces de simpatía, que tienes un origen social modesto, que te cuesta expresarte, que tienes poca cultura… pues déjame decirte que eso solo existe en tu mente. Generalmente tenemos una percepción errónea de nosotros mismos, la autocrítica que nos hacemos es un enemigo interior que va siempre con nosotros, nos tortura y no nos permite ser felices. Este síntoma, por llamarle de alguna manera, se manifiesta cuando hemos idealizado a otras personas y las creemos mejores que nosotros, y esto ocasiona que distorsionemos la percepción que tenemos de nosotros mismos, viéndonos muy distinto de lo que somos en realidad.

Cuando no nos aceptamos, nos creamos muchos inconvenientes, nos cuesta trabajo relacionarnos, se nos dificulta manejar la angustia y la agresividad, nos volvemos conflictivos, complicamos nuestras relaciones, demostramos insatisfacción, pero sobre todo destruimos nuestro bienestar emocional, y esto ocasiona que los demás pierdan interés en nosotros. ¿Cuántas veces engrandecemos a los amigos, a los artistas y a la pareja, valorando mejor las capacidades que creemos tienen ellos y que nosotros carecemos, creyendo que si las tuviéramos seríamos más felices y todos nos aceptarían? Sin embargo, debemos aprender y entender que lo que determina nuestro bienestar y nuestra felicidad no es lo que tenemos, sino la forma en que percibimos lo que tenemos. La mayoría de las veces la percepción distorsionada que tenemos de nosotros no tiene nada que ver con la realidad, y la desaprobación que nos hacemos se debe a varias razones:

1.- Tenemos baja autoestima y nos quejamos de nosotros para que los demás nos digan que estamos equivocados y nos hagan halagos, ¿cuántas veces nos han dicho “te tiras para que uno te levante”?, y eso es lo que nos gusta, sentir que por ese momento somos aceptados y que importamos.

2.- Tenemos y sentimos una gran necesidad de ser aprobados por todos y una idea poco realista de que debemos ser queridos y aceptados por todos.

3.- Llegamos a creer que para valer debemos ser perfectos, y que si las cosas no nos salen bien los únicos responsables somos nosotros.

4.- Probablemente en la infancia nuestros padres fueron muy exigentes y nos crearon la sensación de que ‘’no damos el ancho’’ como hijos, y ya de adultos este hecho se convirtió en una constante insatisfacción con nosotros mismos.

5.- Intentamos ocultar el sentimiento de inferioridad adoptando una falsa superioridad o siendo indiferentes ante los demás, porque en realidad somos muy susceptibles a las opiniones ajenas, ya que hieren fácilmente nuestra sensibilidad e influyen en nuestra autoestima.

6.- No nos relacionamos bien con los demás, y aquí es donde surgen los problemas porque tenemos dificultades para ser sinceros, mostrarnos tal y como somos, y usamos una máscara enorme para ocultar nuestra vulnerabilidad y miedo de ser criticados, y cuando los hay surgen o resurgen la angustia y el sentimiento de inferioridad.

¿Cómo podemos solucionar lo anterior?

1.- Una de las técnicas más sugeridas es que sin temor hagas una lista de tus cualidades y defectos, y si gustas (es lo más recomendando), que también involucres a tus familiares y amigos. Cuando termines repásala, valora tus atributos y acepta tus fallas; piensa que puedes cambiar para bien, tanto como tú quieras.

2.- Háblate a ti mismo con un lenguaje positivo, realzando tus logros y minimizando tus errores.

3.- Elimina toda opinión injusta de ti, comprobando que estas equivocado (a), cambia tus pensamientos negativos y distorsionados por otros más realistas y menos críticos, no seas tan duro contigo mismo.

4.- Jamás te compares con otros, es un error pensar que los demás son mejores que tú.

5.- Lo más importante, muéstrate tal y como eres, manifiesta tus cualidades y lo que quieres para ti.

6.- No intentes gustarle a los demás si no te gustas a ti mismo. Recuerda siempre que el sentido de la vida es aquél que tú le quieras dar, por lo que jamás tiene que pasar de moda que te sientas bien contigo mismo.