La vergüenza de pertenecer al Poder Judicial de Durango
Fernando Miranda Servín.
“Si el presidente es corrupto, también lo serán gobernadores y alcaldes”, dijo López Obrador en enero de 2018, durante su gira por el estado de Morelos como precandidato a la presidencia de México. Esta atinada frase le queda como anillo al dedo al Poder Judicial de Durango: Si el presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado de Durango es corrupto, también lo serán sus jueces, magistrados y consejeros de la Judicatura.
Con la renuncia del Secretario Ejecutivo del Pleno, Carrera Judicial y Disciplina del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial de Durango, Lic. Julio César Piña Gritssman, se ha desatado una polémica en los corrillos políticos y en las redes sociales de esta entidad norteña, en la que se han especulado diversos motivos que pudieron haber provocado la renuncia de este alto funcionario. Uno de ellos, surgido de las oficinas del mismo Poder Judicial duranguense, es la supuesta inexistencia del título profesional de este ex funcionario; otro, posibles inconsistencias en la obtención de su título, detalles que sería necesario que aclarara públicamente el propio Lic. Julio César Piña Gritssman; y uno más: el desacuerdo del Lic. Julio César Piña Gritssman con el nombramiento ilegal del ex magistrado Francisco Luis Quiñones Ruiz como nuevo Consejero de la Judicatura y Presidente de las Comisiones de Adscripción y Carrera Judicial, hecho que habría provocado la ruptura entre Piña Gritssman y el Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura, Dr. Esteban Calderón Rosas.
De acuerdo a fuentes internas del Poder Judicial de Durango, el Lic. Francisco Luis Quiñones Ruiz siendo magistrado se inscribió en la convocatoria para aspirar al cargo de Consejero de la Judicatura el 6 de septiembre pasado, y renunció hasta el 11 de septiembre, día en que fue presentado por el Dr. Esteban Calderón Rosas ante el Pleno del Tribunal para ser nombrado Consejero de la Judicatura; además de que en esta convocatoria solo deben participar jueces ratificados. “El Lic. Francisco Luis Quiñones Ruiz no era juez ratificado en el momento en que se inscribió en la convocatoria, era magistrado en funciones, y de la terna que debió haber presentado el Dr. Esteban Calderón Rosas como Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado de Durango ante el Pleno del Tribunal Superior de Justicia, solo citaron al Lic. Francisco Luis Quiñones Ruiz, pues los otros dos seleccionados, la Lic. Lilia Esther Tébar Rodríguez y el Dr. Jesús Alvarado Espinosa, fueron excluidos”, revela la fuente.
Estas graves omisiones violaron la Constitución Política del estado de Durango y la Ley Orgánica del Poder Judicial, y se suman a la designación ilegal del Dr. Esteban Calderón Rosas como Presidente del Tribunal Superior de Justicia, que en septiembre de 2016 fue designado por 6 años en sustitución del ex presidente Apolonio Betancourt, a quien le restaban solamente 2 años para concluir su período legal, y a la imposición del Lic. Adán Cuitláhuac Martínez Salas como Secretario General del Pleno del Tribunal, acto que viola las leyes en la materia que le impiden ocupar este cargo, pues como juez tiene en su expediente varios procedimientos administrativos en su contra.
¿Cuántas más violaciones a las leyes se han cometido y se están cometiendo en el Poder Judicial de Durango?
Lo penoso de esta situación es que tanto magistrados como consejeros de la Judicatura y jueces de este Poder Judicial, que son o deben ser expertos conocedores de las leyes, saben perfectamente lo que sucede y están de acuerdo en que se cometan este tipo de atropellos, que no solo ponen en entredicho la poca honorabilidad y el mínimo prestigio que pudiera tener todavía esta institución impartidora de Justicia, sino agreden también a la sociedad entera pues ¿quién va a confiar en estos magistrados, consejeros de la Judicatura y jueces que violan las mismas leyes que los rigen?
El clientelismo, el pago de cuotas políticas y el favoritismo insultante han convertido a los integrantes del Poder Judicial de Durango en vulgares mercaderes, por lo que no solo la permanencia del Dr. Esteban Calderón Rosas, Magistrado Presidente del Tribunal y del Consejo de la Judicatura, es insostenible, sino la de todos aquellos que han obtenido sus cargos violentando las leyes.
Es indudable que el Poder Judicial de Durango necesita una purga total, pues por doquiera que se le vea no es una institución confiable.