La impunidad con Jorge Salum
De la redacción de razacero.
El pasado 11 de abril, la enfermera del IMSS Claudia Ivonne Hernández regresaba a su casa ubicada en el fraccionamiento Rinconada del Sol, en la ciudad de Durango, iba conduciendo su auto cuando de pronto se le cruzó en su camino una agresiva mujer que conducía una camioneta marca Renault, Duster, con placas FYD-769-B. En dos ocasiones más, la mujer, que después se sabría responde al nombre de Alicia Zamora, volvió a echar encima su camioneta contra el vehículo de la enfermera Claudia Ivonne Hernández. La joven enfermera, sorprendida, bajó de su auto para reclamar a Alicia Zamora su irracional proceder, recibiendo una sarta de insultos y acusaciones por supuestamente poner en peligro la vida de sus vecinos, a quienes, según ella, podría contagiar del coronavirus, exigiéndole que abandonara su casa o de lo contrario la mataría.
La enfermera Claudia Ivonne Hernández llamó inmediatamente a la policía municipal de Durango y a su hermana; al llegar ésta, Alicia Zamora sacó un arma de fuego de su camioneta vociferando “¡muerto el perro se acabó la rabia!”, pero la ocultó rápidamente al darse cuenta que las hermanas Hernández apuntaban sus teléfonos celulares hacia ella, intentando grabarla.
Al llegar los elementos de la policía municipal, trasladaron a las partes en conflicto a las oficinas del Juzgado Administrativo de la Delegación Norte, en donde Alicia Zamora, de acuerdo a la quejosa y a testigos, comenzó a hacer varias llamadas telefónicas a algunas personas, entre ellas al alcalde de Durango, Jorge Salum del Palacio.
Minutos después, el Secretario de Acuerdos en turno, por órdenes del titular de esta dependencia municipal, Lic. Mario Pozo Riestra, se negó a enviar a la ciudadana agresiva a la Fiscalía General del estado, con el Ministerio Público, y valiéndose de un engaño hizo que la enfermera Claudia Ivonne Hernández firmara su desistimiento.
Al percatarse de la triquiñuela, la enfermera Claudia Ivonne Hernández increpó al “servidor público” de marras, y éste, de acuerdo a declaraciones que la afectada hizo ante algunos medios locales de comunicación, de manera inverosímil le dijo: “es lo mejor, de otra manera usted no va a alcanzar a llegar a su casa”.
Así, a los pocos minutos la rijosa ciudadana Alicia Zamora fue dejada en libertad por el corrupto Secretario de Acuerdos del Juzgado Administrativo de la Delegación Norte y, de nueva cuenta, volvió a amenazar de muerte a la enfermera Claudia Ivonne Hernández.
Inmediatamente de conocerse este atropello a través de las redes sociales y de algunos medios de comunicación locales, tanto el gobernador del estado, José Aispuro Torres, como el secretario de Salud, Dr. Sergio González Romero, condenaron los hechos y solicitaron a la Fiscal del estado, Lic. Ruth Medina Alemán, que tomara cartas en el asunto.
Mientras esto sucedía, el “alcalde” panista de Durango, Jorge Salum del Palacio, y su titular de la Dirección Municipal de Seguridad Pública, Lic. Antonio Bracho, no emitieron ninguna declaración oficial. Hoy, estos hechos ya son conocidos a nivel nacional.
De esta penosa manera quedó evidenciado el grado de corrupción e influyentismo que se practican bajo el gobierno panista del municipio de Durango, encabezado por Jorge Salum del Palacio, un gobernante que se ha caracterizado por ejercer el nepotismo, proteger a quienes saquearon el erario en la administración pasada y auspiciar sospechosas prácticas de arrendamientos de inmuebles para instalar oficinas municipales.