Así es el sexo “normal” y no te va a gustar

¿Cómo es el sexo “normal”, ese que todos tenemos, pero nunca sabemos si es lo común? Todos nos preguntamos esto alguna vez en la vida y nos interesa muchísimo saber cómo es el sexo para otras personas.

¿Cómo es? ¿Cuánto dura? ¿Con cuánta frecuencia lo hacen? ¿Cuántos orgasmos tienen? ¿Estamos haciendo lo normal también?

El doctor Marty Klein, terapeuta sexual y autor de siete libros de sexualidad, también sabe que esta es una pregunta muy popular, pero siempre se ha negado a contestarla por lo “terriblemente inútil” que resulta esa información para las personas, porque en cuanto sabemos qué hace alguien más, entonces nos comparamos y pensamos que aquello que nosotros hacemos no es normal o está incorrecto.

Así que ahora, después de tanto tiempo, Klein ha decidido contestar la pregunta y la respuesta no te va a gustar nada.

Primero, entre las características del “sexo normal” que practicamos se encuentra hacerlo cuando estamos cansados para hacer cualquier otra cosa. Por ejemplo, cuando una pareja adulta no tiene energía para salir un sábado por la noche, entonces su plan es tener sexo.

Pero cuando tenemos sexo cansados, es más probable que dure poco y sea superficial y mecánico. Hay poca energía para besar. No hay paciencia para acariciar, mordisquear o susurrar. Y si algo se sale del plan, como un calambre en el pie, una erección que viene y va o un paquete de condones que no coopera, entonces es más probable que digamos: “¿Sabes qué? Vamos a olvidarlo”.

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Otra de las cosas que hacemos normalmente en el sexo es beber porque estamos nerviosos y queremos reducir las inhibiciones de la pareja, o simplemente tranquilizarnos. O porque el sexo es física o emocionalmente incómodo. Sí, aun siendo adultos, el sexo suele ser incómodo.

Pero lo que sucede cuando las personas están bajo la influencia del alcohol es que son menos propensos a usar métodos anticonceptivos y tienen menos probabilidades de comunicarse claramente. Además, tienen menos coordinación motora fina que hace que tocar y besar sea suave, elegante y agradable. Y lo peor de todo, puede ser más difícil llegar al clímax.

También es normal que no sepamos qué le gusta a nuestra pareja, incluso cuando ya hay intimidad entre las personas.

Imagínese cocinar la cena para alguien y no saber si es vegano. O irte de vacaciones con alguien y no saber si tiene miedo a volar (o le gusta emborracharse en el avión). Ahora imagina tener sexo con alguien y no saber qué le gusta y qué no le gusta. O no creer que está satisfecho cuando dice que sí lo está.

Sí, así de horrible puede ser el “sexo normal”, así que no busques compararte. Si funciona contigo y tu pareja, eso es normal.

(actitudfem/oaxaca.digital).