Habrá un antes y un después del Covid-19 en Durango

“Si algo puede salir mal,
va a salir mal”

Habrá un antes y un después del Covid-19 en Durango, en lo económico y político, pero en lo que quizá deberíamos prestar especial atención, ya que es lo más importante, es en la actitud social e individual.

La pandemia ha provocado toda clase de aciertos y errores, pues ha sacado a la luz comportamientos admirables como vecinos organizados donando alimentos o jóvenes ayudando a mayores con sus compras; esto lo vemos en redes sociales y lo palpamos aquí en Durango capital. Empresarios comprometidos con sus empleados y manteniendo su salario aún sin ingresos, micro empresarios preocupados, el duranguense real, el de la tiendita, los elotes, la boutique, la panadería, la cafetería, la fonda, etc. Ese es el ciudadano común, el que da la cara a la parte más difícil de la pandemia, el que padece insomnio y angustia cada que hay que pagar los salarios a su personal, el que llena papelería interminable para trámites y préstamos que nunca llegan.

Esa es una realidad de nuestro Durango, la otra realidad es la de las actitudes gandallas e irresponsables, como la de los famosos créditos otorgados por SEDECO, de los que se dieron a conocer las listas de beneficiarios causando la indignación en redes sociales, pues justo en estos tiempos de mayor necesidad, altos empresarios locales y funcionarios se despacharon con la cuchara grande al beneficiarse con créditos hasta de 500 mil pesos. Muy mal por esos empresarios oportunistas que desplazaron a quienes realmente necesitaban un crédito para salvar sus empresas, y muy mal por los funcionarios de la entidad otorgante que no publicaron o promovieron la convocatoria para que todos los empresarios duranguenses pudieran solicitar uno de esos créditos en igualdad de condiciones. No pensaron en el bien común… y en política  la forma es fondo.

Recientemente, el ex presidente de Estados Unidos, Barak Obama, pronunció un discurso ante jóvenes graduados, en el que dijo: “Más que nada esta pandemia ha roto completamente el telón sobre la idea de que muchos de los responsables en los gobiernos saben lo que están haciendo”.

A nivel mundial, sabemos que esta crisis sanitaria ha derivado en una crisis política, de la que Durango definitivamente no se salva, pues pareciera que nuestras autoridades están tomando decisiones sin conocimiento ni sensibilidad.

CUARENTENA: DEPRESIÓN, DETERIORO EN LA MEMORIA Y OTRAS ...

El alcalde de Durango, Jorge Salum, no es un político improvisado pues tiene trayectoria en el servicio público y es en estos momentos quien está al frente del Ayuntamiento, por lo que es su responsabilidad lo que sucede dentro de su gobierno; tiene una carga a cuestas, no sólo la de salir avante con la administración pública sino también ante la opinión pública, pues lo que haga o deje de hacer va a repercutir en la imagen del Partido Acción Nacional. Nadie logra grandes cosas trabajando solo, y una buena elección del equipo de trabajo es prioridad.

En este aspecto, por ejemplo, ¿qué estaba pensando María José Santiesteban al ser directora de Fomento Económico Municipal y solicitar un crédito a la SEDECO para ser beneficiada con un préstamo de 400 mil pesos? Cómo funcionaría a cargo de esa importante dirección era su deber saber la realidad de la capital del estado, y aun así le pareció buena idea. ¿Lo consensó con su jefe el alcalde? ¿Él le autorizó solicitar este beneficio? Son tantas preguntas las que surgen de una situación cómo está. ¿Le importa a Jorge Salum su futuro político?

La renuncia de María José Santiesteban, más por la presión de la ciudadanía que por convicción propia o del alcalde, y el nombramiento de Alejandra Anderson, una funcionaria con un historial cuestionable, abre nuevas dudas, y habrá que ver cómo se desempeña en su papel, pero hasta el momento los nuevos créditos de 25 mil pesos que el alcalde Jorge Salum anunció que se otorgarían a los empresarios y el programa de crédito con la entidad financiera AFIRME solo han quedado en palabras que se las llevó el viento.

¿En verdad tiene prioridades el gobierno de Jorge Salum? Por lo pronto, ya nos dimos cuenta que los jardines y los camellones de la ciudad de Durango tampoco lo son, pues lucen por demás secos y en total abandono.

Al inicio de esta administración entró en vigor la Ley de Imagen Institucional, por lo que los municipios están obligados a usar solo tres colores: el blanco, el gris y el negro. Salum, sin duda alguna, se lo está tomando por demás personal, pues su paso por la administración está siendo gris e incoloro, con más fallas que aciertos, como esa fachada del mercado Gómez Palacio que resultó todo un fiasco, sin ningún atractivo. Si consideramos que este sitio es un lugar de promoción turística, el resultado tan mediocre de esa “obra” nos revela que los funcionarios municipales no revisan los proyectos que el INAH y el gobierno estatal realizan en nuestra ciudad, o simplemente no les importa.

Siempre pensamos que la pandemia sacaría lo peor de la sociedad; sin embargo, está sacando lo peor de nuestros políticos y funcionarios. Esto forzosamente se reflejará en las urnas el próximo año.