El circo de Salum

Fernando Miranda Servín.

El pasado 8 de julio, “El Alcalde Gris” del municipio de Durango, el panista Jorge Salum del Palacio, anunció el primer acto de su espectáculo cirquero con el que habrá de cumplir el pacto de impunidad que realizó con su antecesor, el ex alcalde saqueador emecista y actual senador morenista José Ramón Enríquez Herrera. Ese día, con bombo y platillos, Jorge Salum y sus principales malabaristas como la síndico Luz María Garibay y su directora de Finanzas Erika Ruiz Hernández, en conferencia de prensa notificaron haber interpuesto una denuncia ante la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción del Estado de Durango “por presunto desvío de 14 millones de pesos y ejercicio indebido de funciones de ex funcionarios de la Dirección Municipal de Finanzas de la pasada Administración (sic)”. Se trata, especificó el alcalde, de “120 transferencias que se realizaron en el 2019 a diferentes cuentas de 14 empresas, las que carecen del soporte documental que las justifiquen o demuestren algún servicio o producto”.

La denuncia, convenientemente, no se hizo ante la Fiscalía General del estado de Durango para fincar responsabilidades penales por los delitos de peculado o fraude genérico, por ejemplo. Estas se presentaron en una dependencia totalmente inoperante, que desde su creación, hace más de dos años, no ha resuelto ningún caso ni mucho menos ha sancionado o encarcelado a ningún servidor público indiciado; y, de acuerdo al comunicado circense: “El caso se maneja de manera judicial. En cuanto se abra el Tribunal de Justicia Administrativa se hará la denuncia correspondiente en esa instancia”.

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El pasado 8 de julio “El Alcalde Gris” de Durango, Jorge Salum, rodeado de su séquito corrupto, anunció su primer acto circense: la presentación de una denuncia ante la inoperante Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción del Estado de Durango contra ex funcionarios de la pasada administración municipal, por el desvío de 14 millones de pesos.
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Enmedio de la pandemia, estos son los requisitos infames que el gobierno del alcalde panista de Durango, Jorge Salum, exige a los microempresarios para acceder a préstamos de entre 15 y 25 mil pesos.

Así, con esta tomadura de pelo, pretende distraer a la ciudadanía duranguense este alcalde panista que dijo en su momento que no utilizaría con fines políticos las “auditorías forenses” realizadas a la pasada administración municipal, precisamente en el momento en que su gobierno se encuentra totalmente desprestigiado y derrumbado políticamente, tanto por el nulo apoyo económico que le ha dado a la ciudadanía en esta contingencia sanitaria como por los ominosos actos de corrupción y saqueos que la mayoría de sus directivos están cometiendo.

Los brutales robos al erario que en estos momentos se están llevando a cabo en dependencias como el Juzgado Administrativo, en donde un pequeño grupo de vivales se apoderan diariamente del importe de las multas ilegales que imponen a los ciudadanos que son remitidos a las delegaciones, y los burdos pagos millonarios por “cursos” y “capacitaciones” que la dirección de Finanzas hace a personajes allegados a funcionarios que ocupan altos cargos en el gobierno del panista Jorge Salum, superan en mucho el monto de los 14 millones de pesos desviados en 2019 por la banda delincuencial comandada por el ex alcalde emecista y actual senador morenista José Ramón Enríquez Herrera, por lo que desde este momento se puede pronosticar la exoneración del conocido oftalmólogo exhibicionista.

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El exalcalde emecista y actual senador morenista, José Ramón Enríquez Herrera, dirigente de la banda delincuencial que saqueó el municipio de Durango, permanece intocable gracias a los pactos de impunidad que acostumbran hacer los grupos políticos corruptos en esta entidad norteña.

Algunos otros resultados irá dando a conocer “El Alcalde Gris” panista, Jorge Salum, de las “auditorías forenses” que practicó a la pasada administración municipal de Durango, a cuentagotas, para intentar distraer a la ciudadanía de los yerros y corruptelas graves que él y los integrantes de su gabinete cometen, pero difícilmente veremos que se aplique la ley, se encarcele a los principales responsables de cometer saqueos y se recupere lo robado a los contribuyentes.

Y es que la deleznable práctica de encubrir a los antecesores ya está muy arraigada entre los gobernantes de esta entidad, que no por nada ocupa el primer lugar en percepción de la corrupción a nivel nacional.

Ya en puerta los procesos electorales de 2021 y 2022, lo que sí es seguro es que veremos de nuevo a la ciudadanía duranguense actuar como lo ha venido haciendo, es decir, despidiendo con cajas destempladas a los partidos y a sus gobernantes que han defraudado su confianza. En esta entidad el electorado ya mandó a sus casas a los priístas en 2016, y en su capital rechazó la reelección del ex alcalde corrupto José Ramón Enríquez Herrera en 2019; ahora, en 2021, lo más probable es que comience a deshacerse del panismo que lo ha gobernado de manera abyecta. Y en 2022, sin lugar a dudas, el deplorable papel que está desempeñando “El Alcalde Gris”, Jorge Salum, significará el alud que sepultará las aspiraciones que el panismo tiene de conservar la gubernatura de esta entidad norteña.    

Los siguientes dos años serán decisivos para el futuro de los duranguenses.