Joaquín Pardavé

De la redacción de razacero.

Joaquín Pardavé Arce o sólo Joaquín Pardavé, fue hijo de actores españoles dedicados al teatro. Nació en Pénjamo, Guanajuato, el 30 de septiembre de 1900, en una gira de la compañía teatral de sus padres, muy posiblemente en un hotel del lugar donde se hospedaba la compañía. Siendo el teatro su cuna, su primera aparición en escena fue a los cuatro años de edad. Su carrera en el cine está ligada al surgimiento de éste, pues participó en él desde la etapa del cine mudo

A la par de su reconocido trabajo dentro de la actuación y la dirección, también le gustaba la música, e incluso antes de comenzar su exitosa trayectoria teatral y cinematográfica ya componía piezas musicales de calidad desde su juventud, cuando fue telegrafista de los Ferrocarriles Nacionales de México en la estación de Paredón, Coahuila.

Archivo:Joaquin Pardavé (1951).jpg - Wikipedia, la enciclopedia libre

Joaquín Pardavé fue un extraordinario compositor con una obra de por lo menos 120 canciones, entre las que destacaron a nivel nacional e internacional “Negra consentida”, “La Panchita”, “Aburrido me voy”, “Caminito de la sierra”, “Varita de nardo” y “Bésame en la boca”, entre otras, abarcando géneros como el foxtrot, valses, boleros, huapangos, guarachas, zarzuelas, operetas y hasta rock and roll (existe una canción rocanrolera de Joaquín Pardavé compuesta en idioma inglés titulada “Nightingale).

Otras composiciones como “Pachuco mexicano”, “¡Tu Falso Juramento!”, “¿Qué esperas tú de mí?”, “Bardomiano Flores”, “Y llegó el rock and roll”, “Platillos voladores” y “Mi campeón el futbol”, las escribió entre 1952 y 1955, y tuvieron mucho éxito.

Joaquín Pardavé debuta en el cine mudo en la cinta “Viaje redondo”, dirigida por José Manuel Ramos en 1919, y diez años después actúa en su primera película sonora, “El águila y el nopal”, bajo la dirección de Miguel Contreras Torres; este filme se estrena en 1930 teniendo una buena aceptación por parte del público y la crítica.

En 1932 realiza el papel de villano en el rodaje “Águilas frente al sol”, de Antonio Moreno, y en 1937 participa en un papel secundario en la película “Jalisco Nunca pierde”, al lado de figuras como Pedro Armendáriz y Carlos López “Chaflán”, bajo la dirección de Chano Urueta.

En 1940, Joaquín Pardavé comienza a probar las mieles de la fama nacional actuando en el filme “Ahí está el detalle”, dirigida por Juan Bustillo Oro, compartiendo créditos con el célebre Mario Moreno “Cantinflas”, Sara García y Sofía Álvarez. En 1942, Joaquín Pardavé comienza a dirigir sus propios filmes y empieza con el pie derecho triunfando con el rodaje titulado “El baisano Jalil”, ambientado en los inicios del siglo XX, en el que narra las vicisitudes de unos inmigrantes libaneses que no son bien aceptados por una familia aristocrática mexicana. En este filme, Joaquín Pardavé actúa al lado de Sara García, Emilio Tuero y Mimí Derba.

En 1943 interpreta a un personaje de la época de Porfirio Díaz, el inolvidable Susanito Peñafiel y Somellera, en la película “México de mis recuerdos”, volviendo a hacer mancuerna con el genial director Juan Bustillo Oro y compartiendo cartelera con Sofía Álvarez y uno de los actores más reconocidos de la Época de Oro del Cine Mexicano, Fernando Soler.

En 1946, Pardavé vuelve a tener un éxito sin precedente dirigiendo, escribiendo y protagonizando la película “Los hijos de Don Venancio”, en la que, actuando con figuras como Prudencia Grifell, Alfredo Varela “Varelita”, Rafael Banquells, Roberto Cañedo y el legendario futbolista Horacio Casarín, da vida a un español viudo dueño de una tienda de abarrotes que pasa diversas peripecias con sus hijos que están en plena juventud.

Luego de su fulgurante carrera en el cine nacional, Joaquín Pardavé regresó a sus orígenes para actuar en teatro, protagonizando zarzuelas y operetas.

El 20 de julio de 1955, a los 54 años de edad, Joaquín Pardavé fallece a consecuencia de un derrame cerebral ocasionado por la hipertensión arterial que sufría. Tiempo después de su deceso, comenzó a circular la leyenda urbana de que fue enterrado aún con vida, debido a los ataques de catalepsia que sufría. Supuestamente, al abrir su ataúd para recuperar el testamento que Pardavé había guardado en la bolsa de su saco, sus familiares habrían encontrado al actor boca abajo y con sus manos ensangrentadas.  Esta historia inmortalizó aún más al famoso actor, a pesar de que sus familiares han desmentido este hecho.

Una avenida céntrica, un auditorio y el salón de una conocida tequilera de la ciudad de Pénjamo, que fue cuna del actor, llevan su nombre. Además, hay un mural con su rostro en el Parque La Moderna de la colonia Moderna, a cuatro cuadras del metro Xola, en la calle Juana de Arco, en la Ciudad de México. En las calles de Concepción Béistegui y Avenida Cuauhtémoc, lugar donde murió, fue colocada una placa en su honor, y otra también en Pénjamo, Guanajuato, en la esquina de las calles Aldama y Arteaga, sitio en el que nació. Otra placa fue develada en los Estudios Churubusco, donde filmó el 19 de julio de 1955, horas antes de su sorpresiva muerte, la película “Club de señoritas”.

Este singular actor nos dejó una herencia de más de 70 filmes y una docena de canciones inolvidables.

Con sus personajes Don Susanito, que se convirtió en un símbolo emblemático del cine nacional, y el inmigrante sirio-libanés al que le dio vida como “El Baisano Jalil”, Joaquín Pardavé se erigió como uno de los íconos más queridos de nuestra cinematografía nacional.