El megafraude a taxistas

De la redacción de razacero.

En el año 2016, recién iniciado el sexenio panista “del cambio” trescientos veinticinco taxistas fueron atracados por personal de la subsecretaría de Movilidad y Transporte, en contubernio con líderes de asociaciones de taxistas. “El juego de placas para taxis cuesta 15 mil pesos, pero el principal problema es gestionarlas pues generalmente las concesiones son acaparadas por el personal de Movilidad y Transporte y los líderes de asociaciones de taxistas, por lo que el pago para adquirir un juego de placas asciende hasta 150 o 180 mil pesos”, denuncia un grupo de taxistas afectados que solicitan el anonimato por temor a sufrir represalias.

En 2017, derivado de conflictos internos y de corrupción, tanto en la subsecretaría de Movilidad y Transporte como en la secretaría de Finanzas del gobierno del estado de Durango, estas autoridades manifestaron que los 325 juegos de placas de taxis “habían sido robados”, y mediante denuncia en la Fiscalía General del estado procedieron a detener a los taxistas que habían adquirido esos juegos de placas para decomisárselos. Al respecto, los taxistas defraudados exponen: “Nosotros compramos nuestros juegos de placas de manera legal pues pagamos en los módulos de la secretaría de Finanzas estatal. El pretexto que nos dieron fue que la documentación estaba firmada por el anterior director de Transporte, Juan Soto Ledezma; después dijeron que los 325 juegos de placas habían sido robados, cosa que es totalmente absurda y falsa. Hablamos con el subsecretario de Ingresos, Julio Arce, y nos dijo que lo más que podían hacer era devolvernos los 15 mil pesos que habíamos pagado por cada juego de placas, pero en los hechos no pagamos eso pues algunos compañeros pagaron hasta 180 mil pesos por sus juegos de placas. En pocas palabras fuimos robados. Ya no nos regresaron nuestras placas”, revelan los taxistas, quienes solicitaron un amparo ante la justicia federal y un juez dejó sin efecto la denuncia y las acciones ilegales de la dirección de Transporte estatal, que lejos de devolver sus placas a los taxistas continúa decomisándolas, violando el amparo.

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Adrián Alanís Quiñones, ex Secretario de Gobierno del estado de Durango, una cauda de corruptelas dejó a su paso por esta dependencia, ocupando su cargo para traficar influencias y hacer negocios familiares dentro de las dependencias estatales.

En 2017, apuntan las víctimas de este millonario fraude, “Héctor Raúl Obregón Maa fue designado director de Transporte, y hasta la fecha ha entregado más de 1000 juegos de placas de taxis a razón de 130 mil pesos cada juego, con la complacencia total del ex secretario de Gobierno, Adrián Alanís Quiñones y del subsecretario de Movilidad y Transporte, Lic. Jorge Campos Murillo”.

Los taxistas que perdieron su patrimonio y sus fuentes de empleo han presentado sus denuncias ante la Fiscalía General del estado de Durango, a cargo de la Lic. Ruth Medina Alemán, “pero ninguna ha sido atendida pues hay contubernio abierto entre quienes nos defraudaron y los ministerios públicos que llevan las carpetas de investigación”, señalan.

Recientemente, la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción dio a conocer a los medios de comunicación que una empleada de la subsecretaría de Movilidad y Transporte había sido vinculada a proceso judicial por el delito de cohecho ya que solicitaba diversas cantidades de dinero a cambio de tramitar concesiones del servicio de taxis. Este hecho aparentemente aislado es solo la punta del enorme iceberg de corrupción que existe en esta subsecretaría, que durante este sexenio ha sido una auténtica mina de oro para sus directivos y para quien hasta apenas hace un mes ocupó el cargo de secretario General de Gobierno, Adrián Alanís Quiñones, un personaje que durante los últimos cuatro años que estuvo al frente de esta secretaría solo se dedicó a traficar influencias y a hacer negocios con el gobierno estatal a través de empresas familiares.